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Una alternativa a los lácteos: las cinco propiedades desconocidas de las algas
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SON UNO DE LOS ALIMENTOS MÁS COMPLETOS

Una alternativa a los lácteos: las cinco propiedades desconocidas de las algas

Las algas están cada vez más presentes en nuestra vida cotidiana y todos los días consumimos productos elaborados a base de estos vegetales de la huerta

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Una alternativa a los lácteos: las cinco propiedades desconocidas de las algas

Las algas están cada vez más presentes en nuestra vida cotidiana y todos los días consumimos productos elaborados a base de estos vegetales de la huerta marina, aunque no siempre seamos conscientes de ello. Son más de 45.000 las especies que pueblan el fondo del mar –también las hay de agua dulce– constituyendo una rica fuente de recursos con múltiples usos: producción de biocombustibles (bioetanol y biodiesel), de cosméticos (sobre todo champús y cremas hidratantes), de fármacos, de fertilizantes, tradicionalmente en las zonas costeras del noroeste, y de aditivos alimentarios (espesantes y gelificantes para dulces). Un potencial sobre el que ya están comenzando a trabajar diversas empresas españolas con el objetivo de reducir al mínimo la necesidad exportadora, principalmente desde China y Japón.

Su uso gastronómico es mucho más tímido por la resistencia cultural, pero sus beneficios nutricionales han sido ampliamente testados y en los países asiáticos son un alimento básico en la dieta de su población desde la antigüedad. Unas 200 especies son aptas para el consumo humano y poco a poco se han ido incorporando a las cartas de los restaurantes pudiéndose degustar deshidratadas, frescas, pulverizadas en salsas o acompañando sopas y ensaladas. La ficología, la ciencia que estudia las algas, destaca las denominadas Kelp, Spirulina, Nori, Kombu, Gim o Hijiti entre algunas de las especies más nutritivas y beneficiosas para la salud.

Una alternativa a los productos lácteos

El consumo de algas se recomienda por su alto contenido en proteínas y vitaminas (A, B, C y, especialmente, B12). El alga espirulina está formada en un 64% por proteínas, aminoácidos, hierro y ácidos grasos, lo que supone un considerable complemento alimenticio. Las sales minerales, las fibras y el calcio llegan hasta el 87% de la composición de algunas especies. En Francia, el Centro de Estudios y Valorización de las Algas (CEVA) las recomienda incluso como alternativa a los productos lácteos entre las personas con colesterol alto: “No es que sean un producto milagro, pero contribuyen enormemente a cubrir los aportes nutricionales recomendados”, explicaba Hélène Marfaing, responsable del CEVA en una entrevista al diario Le Monde.

Previenen de enfermedades cancerígenas

En Japón, donde la investigación sobre las algas siempre va un paso por delante, son múltiples los estudios epidemiológicos que relacionan su consumo regular con un descenso de las probabilidades de contraer cáncer de mama, próstata y colon. La longevidad de la población de la isla de Okinawa, donde el consumo de algas es muy elevado, contribuye a incrementar la creencia sobre las propiedades de estos alimentos, así como los menores índices de enfermedades cancerígenas entre los japoneses en general en comparación con Europa o Estados Unidos. Su contenido en yodo también las hace especialmente recomendables para las mujeres embarazadas.

Combaten la gota

Algunos de los antioxidantes que contienen las algas no están presentes en ningún otro alimento. En concreto, según demuestran varios estudios, los pigmentos denominados fucoxantina y ficoeritrina sirven para la prevención y tratamiento de enfermedades degenerativas, además de combatir el desarrollo de células cancerígenas. Asimismo, combaten la gota y protegen contra las radiaciones nocivas de los rayos X. Unas propiedades que el nutricionista Jackes Fricker detalla con amplitud en su libro La verdad sobre los complementos alimentarios, aunque advierte que su consumo se debe limitar a las algas que han sido autorizadas para la venta, pues algunas especies pueden concentrar minerales tóxicos como arsénico, cadmio o mercurio. Las personas con tendencia a la hipertensión tampoco deben abusar de consumo debido a que algunas especies contienen un alto porcentaje en sodio.

Regulan la flora intestinal

Otra de los importantes beneficios de las algas para la salud tiene que ver con su función en los procesos digestivos. Su alto contenido en fibras facilita los procesos digestivos, reduciendo así los problemas de estreñimiento y los gases intestinales. Además, protegen contra los parásitos intestinales, son diuréticas y descongestionan las vías urinarias.

Sirven para adelgazar

Muchas algas provocan saciedad, por lo que se incluyen en algunos regímenes alimentarios, concretamente, la especie denominada fucus. En la mayoría de casos se recetan en forma de preparados para consumir media hora antes de las comidas. El yodo que aportan mejora el funcionamiento de la glándula tiroides, responsable de que se quemen los hidratos de carbono que se ingieren. Las propiedades adelgazantes de las algas también se explican por su aporte de mucílago, un tipo de fibra que estimula el buen funcionamiento del intestino grueso permitiendo una buena eliminación diaria de las toxinas, requisito indispensable para eliminar el exceso de peso.

Las algas están cada vez más presentes en nuestra vida cotidiana y todos los días consumimos productos elaborados a base de estos vegetales de la huerta marina, aunque no siempre seamos conscientes de ello. Son más de 45.000 las especies que pueblan el fondo del mar –también las hay de agua dulce– constituyendo una rica fuente de recursos con múltiples usos: producción de biocombustibles (bioetanol y biodiesel), de cosméticos (sobre todo champús y cremas hidratantes), de fármacos, de fertilizantes, tradicionalmente en las zonas costeras del noroeste, y de aditivos alimentarios (espesantes y gelificantes para dulces). Un potencial sobre el que ya están comenzando a trabajar diversas empresas españolas con el objetivo de reducir al mínimo la necesidad exportadora, principalmente desde China y Japón.