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"He sido malo": el obituario que ha conmocionado EEUU
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"ROBÉ LA CAJA DE CAMBIOS DE UN COCHE"

"He sido malo": el obituario que ha conmocionado EEUU

Nunca es tarde para pedir perdón, aunque sea en tu propio obituario. Esto es lo que debió pensar Val Patterson, un norteamericano de 59 años víctima

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"He sido malo": el obituario que ha conmocionado EEUU

Nunca es tarde para pedir perdón, aunque sea en tu propio obituario. Esto es lo que debió pensar Val Patterson, un norteamericano de 59 años víctima de un cáncer de garganta, que decidió confesar todas sus malas acciones en una esquela publicada en el periódico local Salt Lake Tribune, desde el robo de una caja de cambios en un coche cuando era joven hasta el doctorado que incluía en su currículo pero que en realidad nunca realizó. “Ahora que la vida ya me ha recompensando, tengo varias cosas que decir y confesar. En junio de 1971 robé la caja de cambios de un coche. Sé que no tenía por qué haberlo dicho, pero necesitaba liberarme de esta culpa. Además, tampoco he estudiado un doctorado. Lo que sucedió fue que el día que fui a pagar mis tasas de matrícula a la Universidad de Utah, la chica de secretaría puso mis documentos en la pila errónea y, dos semanas después, me llegó el diploma a casa por correo postal. En realidad ni siquiera llegué a licenciarme, sólo superé los créditos de los tres primeros cursos. Es más, ni siquiera sé lo que significa la palabra doctorado, pero era algo que quedaba bien”.

La sinceridad de Patterson ha conmocionado a las redes sociales, que pronto se han hecho eco de su especial obituario. En la página de Facebook de la funeraria se pueden leer comentarios como: “Este es el mejor obituario que he leído en mi vida”; “Tus palabras me han inspirado mucho”; “Tu honestidad será suficiente para que descanses en paz. Que Dios te proteja” o “Simplemente maravilloso. Mis condolencias a la familia”.

La red se rinde ante la sinceridad de Patterson

Todos estos comentarios son de personas anónimas que ni siquiera conocían a Patterson, pero es que su obituario ha tenido tal repercusión, que la página web de la funeraria se colapsó tras recibir, según informan sus responsables, alrededor de 100.000 visitas por minuto. “El obituario de Patterson se ha convertido en un asunto viral. Es uno de los mejores que hemos recibido en nuestra vida. Estamos encantados de poder rendir un homenaje a Patterson y desearle lo mejor a su familia, unas personas muy especiales”, apuntaban desde la Starks Funeral Parlor.Patterson confiesa que mintió en en su currículo y que causó destrozos en Yellowstone

La estrepitosa circulación por la red de esta necrológica se puede explicar desde el campo de la psicología positiva. De acuerdo con un estudio realizado por el profesor de Psicología y Neurociencia en la Universidad de Baylor, Jo-Ann Tsang, y publicado esta misma semana en el Journal of Positive Psychology: “Tenemos una fuerte tendencia a comunicar a los demás que hemos perdonado a alguien si nos piden disculpas”. En las conclusiones de la investigación se subraya también que es más probable perdonar a una persona si ésta intenta dirigirnos sus disculpas por escrito que si intenta enmendar su error con buenas acciones.

Un alegato contra el tabaco

Una de las partes de la carta de despedida que más ha conmocionado a los internautas es en la que admite que el cáncer que acabó con su vida fue fruto de sus malos hábitos de vida y vicios practicados durante la juventud: “Me lamento por haber pensado que era inmortal cuando de joven comencé a fumar tabaco, a pesar de que sabía que era malo para mi salud. Lo peor es que durante los diez últimos años en los que he estado enfermo de cáncer han sido muy duros para mi mujer y es algo que no se puede borrar. Ojalá existiese una píldora para evitarle todo el dolor que le he provocado. Por eso, si fumas espero que te acuerdes de mi historia”. De hecho, alguno de los comentarios más repetidos de los internautas han sido: “Hoy he dejado de fumar, gracias por inspirarme” y “gracias por hacerme reflexionar sobre las consecuencias del tabaco”.Muchos internautas han decido dejar de fumar tras leer el obituario

En el obituario tampoco se olvida de las empresas y los jefes para los que ha trabajo, a quienes también les pide disculpas por sus errores y mentiras. “A todos los ingenieros electrónicos para los que he trabajado les pido disculpas si se han sentido engañados (por su falso currículo), aunque tienen que admitir mi entrega y la calidad de mis diseños. Ahora ya me podéis suspender de empleo y sueldo de por vida porque ya no volveré a ser un problema para vosotros”. El último mea culpa está dedicado a los guradabosques del Parque Nacional de Yellowstone, donde “puse piedras encima del géiser Old Faithful hasta que lo taponé”.

La esposa de este arrepentido norteamericano, Mary Janes de 33 años, ha contribuido todavía más a la popularidad por la red de esta inusual necrológica, al confirmar que todos los hechos referidos eran ciertos. Además, reconoció que su exmarido “quería establecer un nuevo modelo de cómo se deben escribir los obituarios”.

Nunca es tarde para pedir perdón, aunque sea en tu propio obituario. Esto es lo que debió pensar Val Patterson, un norteamericano de 59 años víctima de un cáncer de garganta, que decidió confesar todas sus malas acciones en una esquela publicada en el periódico local Salt Lake Tribune, desde el robo de una caja de cambios en un coche cuando era joven hasta el doctorado que incluía en su currículo pero que en realidad nunca realizó. “Ahora que la vida ya me ha recompensando, tengo varias cosas que decir y confesar. En junio de 1971 robé la caja de cambios de un coche. Sé que no tenía por qué haberlo dicho, pero necesitaba liberarme de esta culpa. Además, tampoco he estudiado un doctorado. Lo que sucedió fue que el día que fui a pagar mis tasas de matrícula a la Universidad de Utah, la chica de secretaría puso mis documentos en la pila errónea y, dos semanas después, me llegó el diploma a casa por correo postal. En realidad ni siquiera llegué a licenciarme, sólo superé los créditos de los tres primeros cursos. Es más, ni siquiera sé lo que significa la palabra doctorado, pero era algo que quedaba bien”.