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Para hacer feliz a una mujer, mucho mejor un cumplido que el sexo o el dinero
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AUNQUE SEA POR UN BREVE PERIODO DE TIEMPO

Para hacer feliz a una mujer, mucho mejor un cumplido que el sexo o el dinero

¿Qué hace felices a las mujeres, aunque sea por un breve período de tiempo? Según un reciente estudio realizado sobre un espectro de más de mil

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Para hacer feliz a una mujer, mucho mejor un cumplido que el sexo o el dinero

¿Qué hace felices a las mujeres, aunque sea por un breve período de tiempo? Según un reciente estudio realizado sobre un espectro de más de mil británicas, lo que mejora el estado anímico de las mujeres suele ser un buen cumplido, más aún que cualquier otro tipo de actividad, como por ejemplo, señala el artículo, un satisfactorio encuentro sexual, cuya importancia era relativizada por la mayor parte de las encuestadas. Al menos, esto puede ser aplicado a las mujeres entre veinticinco y cuarenta y cinco años, que eran las edades que comprendían el objeto de de estudio del cuestionario.

En realidad, lo que pone de buen humor a las mujeres suelen ser las cosas más sencillas de la vida, como el buen tiempo (el 64% de las encuestadas lo valoraron como decisivo), que se encontraba en la escala aún por encima de los cumplidos, que se quedaba con un bastante digno 41%. En la misma línea se encuentra un mensaje de texto bonito, con un 35%. Pequeños detalles que hacen nuestro día a día un poco más fácil.

Además, una de cada diez mujeres aseguraba sentirse mejor cuando llevaba zapatos de tacón. Por el contrario, la forma más rápida de convertir un día en desastroso para una mujer era discutir con su pareja o vivir uno de esos días en los que nada parece salir bien, conocidos en inglés popular “bad hair day”, una referencia a esos días en los que parece que nada puede hacerse con el peinado.

La importancia de la apariencia

Aunque suene a tópico, las mujeres se encuentran más satisfechas consigo mismas cuando se sienten bellas. No se trata de algo exclusivo del género femenino, sino que la apariencia física condiciona la forma en que nos sentimos. En ese sentido, un 35% de las encuestadas aseguraban que les gustaba poder dedicar tiempo a vestirse, pero no con el objetivo de causar una gran impresión entre su entorno, sino de sentirse bien consigo mismas.

En lo que todas coinciden es que hacer algo espontáneo, no planificado o imprevisto resulta excitante: un 90% coincidían en este punto. Ya que la vida diaria no permite un gran cambio en nuestras rutinas, poder abandonarla aunque sea por unos instantes es una forma de fomentar nuestro entusiasmo. Tomar una decisión que se salga del camino marcado proporciona todo un subidón de energía.

El sexo ocupa un lugar bastante bajo en esta encuesta, al igual que ir de compras. Se trata de actividades más físicas que emocionales, que son las preferidas por el género femenino. No debería tratarse de un dato sorprendente, pero según los datos ofrecidos por el estudio, así es para la mayor parte de hombres, que siguen considerando que el sexo y las tiendas se encuentran entre lo que sus compañeras prefieren.

Cómo piropear adecuadamente

Este estudio se une a otro realizado recientemente en el que se descubría cuáles son los cumplidos que mejor funcionan con las mujeres, y cuáles peor. Realizado entre 2.000 encuestadas, la investigación sugería que el mejor piropo es el que se relaciona con la apariencia física. Un 43% de las encuestadas señalaba que su cumplido preferido era el que les recordaba que habían perdido peso y parecían más delgadas. También con un 40% se encontraban aquellas que preferían que el piropo se relacionase con su “bella sonrisa”, o sus “bonitos ojos”.

Uno de los problemas recurrentes señalados por el estudio era la posibilidad de que muchos cumplidos diesen lugar a confusión en su destinataria, debido a la ambigüedad de determinadas expresiones verbales. Por ejemplo, alabar la belleza de una mujer diciendo que “es hermosa” puede llevar a pensar que en realidad está señalando que está un poco rellenita. En la misma línea se encuentran piropos que aluden a la fuerza de la mujer o al tamaño de sus atributos. Por ejemplo, una de cada diez se tomó mal un comentario referido a su maquillaje, ya que consideró que era una alusión indirecta a que se les había ido la mano con el maquilaje. Por ello, las expresiones inequívocas como las anteriormente citadas son las preferidas.

Existen una serie de cumplidos que, aunque bienintencionados, nunca funcionan correctamente. Entre ellos se encuentran hacer referencia a que se trata de una persona “con curvas” (algo que se interpreta también como una referencia al sobrepeso), lo mismo que ocurre al decir que “tienes buena cara”. Absolutamente vetado se encuentra comparar la belleza de una mujer con la de su madre (“te pareces a ella”), no digamos ya con su padre. La mayor parte de mujeres aborrecían expresiones atenuantes como “estás mejor de lo que me imaginaba” o “me sorprende que digas eso”, ante una reflexión brillante, pues indican que sus capacidades reales están siendo subestiadas.

El responsable del estudio aseguraba que los hombres dirigen pocos piropos a sus mujeres (apenas uno al día), por miedo a equivocarse al hacerlo, un producto de las confusiones anteriormente citadas. Sin embargo, un 87% de los hombres encuestados aseguraban dirigir al menos tres cumplidos al día a sus parejas. Así que ante tales resultados, podemos asegurar que algo está fallando: quizá se deba a que el sexo masculino pronuncia menos piropos de los que cree, quizá a que muchos de ellos pasan inadvertidos para sus compañeras, lo que está claro es que una buena comunicación es el camino más corto a la felicidad diaria.

 

¿Qué hace felices a las mujeres, aunque sea por un breve período de tiempo? Según un reciente estudio realizado sobre un espectro de más de mil británicas, lo que mejora el estado anímico de las mujeres suele ser un buen cumplido, más aún que cualquier otro tipo de actividad, como por ejemplo, señala el artículo, un satisfactorio encuentro sexual, cuya importancia era relativizada por la mayor parte de las encuestadas. Al menos, esto puede ser aplicado a las mujeres entre veinticinco y cuarenta y cinco años, que eran las edades que comprendían el objeto de de estudio del cuestionario.