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Confirmado: cuando mientes se te nota en la cara
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LA EXPRESIÓN FACIAL SIEMPRE DICE LA VERDAD

Confirmado: cuando mientes se te nota en la cara

En 1872 Charles Darwin argumentó que las expresiones emocionales se heredan, como manifestaciones involuntarias de nuestro estado interior. Un grupo de investigadores británicos ha demostrado que

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Confirmado: cuando mientes se te nota en la cara

En 1872 Charles Darwin argumentó que las expresiones emocionales se heredan, como manifestaciones involuntarias de nuestro estado interior. Un grupo de investigadores británicos ha demostrado que el padre de la teoría de la evolución estaba en lo cierto. Cinco grupos de músculos faciales, incluyendo aquellos que se activan cuando estamos consternados, actúan de forma distinta cuando estamos mintiendo.

Para realizar el estudio se examinaron los movimientos faciales de 52 personas que aparecieron en televisión, en programas de distintos países, para pedir el retorno de alguien que había desaparecido. Los vídeos, que habían sido emitidos por agencias de noticias de Australia, Canada, Reino Unido y Estados Unidos, mostraban a 26 personas que decían la verdad, y estaban pidiendo información sobre desapariciones reales, y a 26 mentirosos que más tarde habían sido condenados por asesinato. Los investigadores descubrieron que el estrés provocado por lidiar con mentiras tan contundentes hacía que los criminales fueran incapaces de controlar algunos de sus movimientos musculares.

Análisis fotograma a fotograma

Los investigadores, de la University of British Columbia, analizaron más de 20.000 fotogramas y encontraron marcadas diferencias entre los dos grupos. Pusieron especial atención a los momentos en los que los entrevistados interpelaban al supuesto secuestrador para que liberaran a la persona desaparecida, cuando se dirigían a la persona que supuestamente estaban buscando para que retomara el contacto, o cuando pedían información al público. En esos momentos concretos, donde más intensa era la mentira, los investigadores analizaban los músculos que se asocian con la tristeza, la felicidad y la sorpresa.

El estudio muestra que los músculos relacionados con el duelo –el corrugador superciliar y el depresor del ángulo de la boca– se contraían con más frecuencia en las caras de la gente que estaba diciendo la verdad. Los mentirosos eran más propensos a mostrar una contracción sutil del músculo cigomático mayor –mostrando sonrisas de enmascaramiento– y una contracción completa del occipitofrontal, con el ceño fruncido: un intento fallido de parecer triste.

Estamos evolutivamente preparados para mentir

Los estados emocionales encubiertos se revelan con claridad ante el observadorEste nuevo hallazgo respalda la idea de que las filtraciones emocionales, en particular aquellas que se muestran en los músculos faciales que tienen un menor control cortical, son un subproducto de los recursos cognitivos más extendidos para transmitir mentiras elaboradas.

La investigación –Darwin el detective: las contracciones visibles de los músculos faciales revelan mentiras en situaciones de fuerte carga emocional– llega a la conclusión de que existen componentes evolutivos en las mentiras, y que la gente miente de media dos veces al día. Los investigadores explican en el estudio que “pese a que el engaño interpersonal es con frecuencia un éxito, los estados emocionales encubiertos se revelan con claridad ante el observador bien informado”. 

En 1872 Charles Darwin argumentó que las expresiones emocionales se heredan, como manifestaciones involuntarias de nuestro estado interior. Un grupo de investigadores británicos ha demostrado que el padre de la teoría de la evolución estaba en lo cierto. Cinco grupos de músculos faciales, incluyendo aquellos que se activan cuando estamos consternados, actúan de forma distinta cuando estamos mintiendo.