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Adiós chuletón: el consumo máximo de carne roja debe ser de 70 gramos al día
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AUMENTA LAS POSIBILIDADES DE ENFERMAR DE CÁNCER

Adiós chuletón: el consumo máximo de carne roja debe ser de 70 gramos al día

Los amantes de la carne tienen que empezar a replantearse sus hábitos alimenticios. Una reciente investigación de la Harvard Medical School, de Estados Unidos, la más

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Adiós chuletón: el consumo máximo de carne roja debe ser de 70 gramos al día

Los amantes de la carne tienen que empezar a replantearse sus hábitos alimenticios. Una reciente investigación de la Harvard Medical School, de Estados Unidos, la más amplia hasta la fecha realizada sobre la relación entre la carne roja y los problemas cardiacos y el cáncer, indica que es incluso más peligrosa de lo que pensábamos.

Comer cordero, ternera o cerdo por encima de la cantidad diaria recomendada eleva el riesgo de morir por una cardiopatía un 18% y el de sufrir cáncer en un 10%. Aún peor es la carne procesada –beicon, salchichas, chorizo, salami…–, que incrementa el riesgo de padecer una enfermedad cardíaca en un 21% y el de padecer cáncer en un 16%.

La mayoría de los menús de las casas españolas deberían ser reinventados por completoUn comité científico asesor del Gobierno británico, especializado en nutrición, estableció el año pasado que el consumo de carne roja debería limitarse a una media de 70 gramos al día, 500 durante toda la semana. Las cuentas resultantes con este límite, que resulta reforzado tras el estudio de Harvard, dejan a la carne roja un espacio mínimo en la dieta. El peso de dos salchichas y dos lonchas de beicon, unos spaghettis a la boloñesa o un filete ronda los 150 gramos, más del doble de lo que se debe consumir al día. La mayoría de los menús de las casas españolas deberían ser reinventados por completo.

Más pollo, pescado y vegetales

¿Qué deben hacer los amantes de la carne ante tan mala noticia? La solución pasa por tener una dieta más variada, algo a lo que no parecemos dispuestos. Pese a que los peligros de la carne roja se llevan advirtiendo desde hace varios años, hemos hecho oídos sordos, pues la carne ocupa un lugar central en las dietas occidentales. Reducir el tamaño de las raciones no es una solución, pues serían ridículas para una comida estándar. Lo que hay que hacer es dejar la carne roja a un lado y sustituirla por carne blanca (pollo o pavo), pescado o vegetales. Los países del Mediterráneo vamos con ventaja, pues nuestra dieta se basa principalmente en las verduras y los carbohidratos, pero el resto de países de Europa deberían empezar a plantearse un cambio inmediato en las costumbres.

Comemos el doble de carne que en 1960Cabe preguntarse por qué nos preocupa ahora el consumo de carne roja, teniendo en cuenta que la hemos comido durante milenios. De hecho, comemos más carne que nuestros ancestros y la principal razón de que haya más cáncer es que vivimos más. La solución no pasa por hacernos vegetarianos, pero si queremos seguir aumentando nuestra esperanza de vida tendremos que ser más cuidadosos con la dieta, reduciendo el consumo de carne y aumentando el de frutas y hortalizas. Por desgracia, vamos en sentido contrario. El consumo de carne ha aumentado un 50% desde 1960. Aunque en la ecuación también está incluido el pollo, la carne roja sigue siendo una parte importante de nuestros menús. De hecho, el aumento de la producción ganadera es un ya un problema medioambiental, no sólo porque se necesitan 8kg de grano para producir 1kg de ternera, sino porque los animales envían metano a la atmósfera, un gas contaminante. En definitiva, una dieta más vegetariana no sólo es buena para nuestra salud, también para la del resto. 

Los amantes de la carne tienen que empezar a replantearse sus hábitos alimenticios. Una reciente investigación de la Harvard Medical School, de Estados Unidos, la más amplia hasta la fecha realizada sobre la relación entre la carne roja y los problemas cardiacos y el cáncer, indica que es incluso más peligrosa de lo que pensábamos.