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Los nuevos ‘nuevos ricos’: listos, excéntricos y bordes
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TIENEN UN GRAN DÉFICIT DE HABILIDADES SOCIALES

Los nuevos ‘nuevos ricos’: listos, excéntricos y bordes

Hasta hace menos de una década, los matemáticos o físicos de prestigio eran tipos muy inteligentes, bastante excéntricos, que realizaban sus investigaciones al amparo de la

Foto: ¿Son los ricos cada vez más excéntricos? (John Smith/Corbis)
¿Son los ricos cada vez más excéntricos? (John Smith/Corbis)

Hasta hace menos de una década, los matemáticos o físicos de prestigio eran tipos muy inteligentes, bastante excéntricos, que realizaban sus investigaciones al amparo de la universidad. La inteligencia, propiamente dicha, no era algo propio de la clase alta. Las fortunas se labraban a base de ingenio y mano izquierda, no de complejos algoritmos. Hasta ahora. El auge absoluto de las nuevas tecnologías, y de empresas como Microsoft –primero– y Google y Facebook –después– ha traído al mundo a un nuevo tipo de millonario que no tiene por qué tener demasiado sentido común, ni contar con poderosas habilidades sociales, sólo necesita una poderosa inteligencia, por la que se va a pagar mucho dinero.

Por otro lado encontramos las grandes fortunas de los países emergentes, los BRIC (Brasil, Rusia, India y China), que representan la otra cara del nuevo rico. Magnates megalómanos que han acumulado grandes fortunas, en el caso de China y Rusia a la sombra de los grandes poderes políticos, y que han hecho de la ostentación su principal seña de identidad. Es un fenómeno bien conocido en España, que experimentó, durante los años de bonanza, un auge de nuevas fortunas al amparo de la especulación inmobiliaria. Brasil, Rusia, India y China produjeron la mitad de los 214 nuevos multimillonarios de la lista Forbes, y sólo la región Asia-Pacífico es hogar de 105 nuevos ricos, de los cuales tres cuartas partes obtuvieron su fortuna mediante participaciones en compañías públicas.

Los nuevos ricos del entorno tecnológico son menos ostentosos, pero cultivan una imagen excéntricaAunque ambos perfiles de ‘nuevo rico’ presentan enormes diferencias, y características específicas de cada país, hay algo que comparten: un déficit claro en materia de habilidades sociales y, en general, cierta desidia en sus relaciones personales. Los nuevos ricos de los países emergentes no tienen reparo en cultivar una imagen políticamente incorrecta, comprando yates de oro macizo o iPhones con diamantes –hay auténticos expertos en crear objetos de súper lujo para nuevos ricos, como el diseñador Stuart Hughes–. Los nuevos ricos del entorno tecnológico son menos ostentosos, pero cultivan una imagen excéntrica y no parecen muy preocupados por llevarse bien con sus compañeros, sólo hay que ver la alargada lista de pleitos y disputas entre emprendedores que tan bien se reflejó en la película La Red Social. Podríamos condiderar a Kim Schmitz, el creador de Megaupload, como una mezcla explosiva de ambos, un arquetipo visualmente esclarecedor del nuevo ‘nuevo rico’.

Las nuevas fortunas de los geeks

El aumento de la complejidad de las decisiones empresariales ha hecho que las grandes empresas demanden perfiles técnicos capaces de aportar una capacidad cognitiva avanzada, a la que no tiene porque acompañar el sentido común ni la inteligencia emocional. Ejemplos hay muchos, y muy variados, pero quizás el paradigma absoluto del fenómeno lo encontramos en la industria financiera, donde los matemáticos han creado instrumentos muy complejos y enormemente rentables para los que no han necesitado ningún tipo de habilidad social.

El creador de Facebook, Mark Zuckerberg, es el arquetipo de ‘nuevo rico geek’: una persona poderosamente inteligente, pero excéntrica y con enormes dificultades para las relaciones sociales. Todos los expertos en comportamiento organizacional y recursos humanos coinciden en la importancia que la inteligencia emocional tiene en el mundo de los negocios, pero ahí está Zuckerberg para desmentir todas sus teorías. Sólo queda saber una cosa: ¿es la excepción o una nueva regla?

Los perfiles técnicos suelen ir acompañados de una inoperancia patente en el terreno de las habilidades socialesDiego Vicente, profesor de Comportamiento Organizacional de IE Business School, cree que, por lo general, los perfiles técnicos más demandados –ingenieros e informáticos principalmente, pero también matemáticos y físicos–, aquellos que llenan las aulas de las escuelas de negocios, “esperan que la dirección de personas funcione igual que el mundo de la tecnología y se encuentran perdidos del todo”. “Al principio de la vida profesional”, explica Vicente, “puedes centrarte en los aspectos técnicos, pero a la larga es necesario relacionarse”. ¿Y Zuckerberg? “Está donde está, pero no sé como lo hace y tampoco si se va a mantener”, concluye el profesor.

La teoría explica que la inteligencia emocional es necesaria para hacer carrera en una empresa, pero la realidad es que los perfiles técnicos son los más demandados y suelen ir acompañados de una inoperancia patente en el terreno de las habilidades sociales. Lola García, psicóloga industrial y consultora de formación, es clara al respecto: “los profesionales de áreas técnicas, ingenieros e informáticos, son los que cobran salarios más altos y tienen un déficit de habilidades sociales”.

Detrás de un rico siempre hay dinero

Las nuevas fortunas del espectro tecnológico se gestaron en las mejores universidades del paísLos nuevos ricos de tipo geek serán excéntricos pero es indudable que tienen mejor imagen que los magnates de las economías emergentes. Se tiende a pensar que los emprendedores logran su fortuna gracias a una buena idea, y cumplen el tópico del sueño americano, de un hombre ‘hecho a sí mismo’. Frente a estos, los nuevos ricos de los BRIC perpetúan las grandes fortunas familiares, en muchos casos relacionadas con el crimen organizado o las esferas del poder político.

Ildefonso Marqués, doctor en sociología e investigador del Centro de Estudios Andaluces, desmiente el tópico. “El sueño americano es mentira”, afirma, “es una de las sociedades más ricas del mundo, pero no existe un estado del bienestar y al final el capital de las familias es decisivo”. Si algo comparten todas las nuevas fortunas del espectro tecnológico es que sus creadores pasaron por las mejores universidades del país, a las que es imposible acceder si no se cuenta con ingentes recursos económicos. Por otro lado las universidades de EE.UU tienen una gran tradición de fichar a las más brillantes mentes extranjeras, por lo que consiguen concentrar el talento en su territorio.

¿Nuevos ricos en España?

En España estamos acostumbrados a los nuevos ricos de carácter tradicional. Tal como sucede ahora en los países emergentes surgieron vinculados a las esferas tradicionales de poder, en nuestro caso la aristocracia, y los grupos criminales, fabricados aquí gracias a la especulación inmobiliaria –basta recordar a Antonio Roca, el hombre que pasará a la historia por tener un Miró original en el cuarto de baño–.

Las clases altas españolas son rentistas y no apuestan con su dineroDistinto es el nuevo rico geek. Lo cierto es que estas nuevas fortunas se han labrado desde el emprendimiento, y siempre en el mundo anglosajón. ¿Podría aparecer en España un perfil de este tipo? José Manuel Mas, director delMásteren Digital Business de ESIC, cree que en nuestro país hay emprendedores, “pero no confían en montar algo verdaderamente grande”. “Los negocios en Internet son una cuestión de escala”, explica Mas, “en España todavía los emprendedores miran sólo al mercado local, esto hace que, aunque haya emprendimiento de calidad, nunca lleguen a ser multimillonarios”.

Marqués cree que el auge de los nuevos ricos de tipo geek es un fenómeno local americano, producto de la cultura tecnológica de lugares como Silicon Valley, el MIT, Standford y Palo Alto, y “muy difícilmente reproducible”. “La equivocación es pensar que una idea es una idea”, explica el profesor. “Para llegar a cualquier innovación tecnológica", argumenta, "tiene que haber un equipo detrás, inversores, y una cultura que implica a generaciones anteriores”.

Cuando nos preguntamos por la inexistencia de este tipo de emprendedores de éxito en España surgen dudas sobre la financiación. ¿Podría una start-up española lograr reunir el mismo dinero que una estadounidense, teniendo la misma idea? Marqués es claro: “No es falta de ambición, los autónomos y pequeños empresarios españoles lo arriesgan todo, el problema es de las clases altas españolas, son rentistas y no apuestan con su dinero, al contrario de lo que ocurre en EE.UU”.

Xavier Uribe-Etxebarría, fundador de Anboto y uno de los emprendedores tecnológicos más destacados de nuestro país, no tiene tan claro que emprender sea más difícil aquí que en Estados Unidos. “Mi experiencia personal”, explica, "es que es más fácil, para una empresa en primera fase, emprender aquí que en Silicon Valley, pues hay mucha institución pública que ayuda a los emprendedores, que allí no existe". Otra cosa es la expansión posterior, que es necesario hacerla fuera, pues aquí "es muy difícil levantar capital". Lo que si tiene claro es que las habilidades sociales son necesarias para emprender: "Los perfiles brillantes no son los mejores emprendedores". En ese sentido explica que para triunfar hay que poner el acento en el marketing y la ejecución, "algo que aquí dejamos de lado en favor de la investigación".

Hasta hace menos de una década, los matemáticos o físicos de prestigio eran tipos muy inteligentes, bastante excéntricos, que realizaban sus investigaciones al amparo de la universidad. La inteligencia, propiamente dicha, no era algo propio de la clase alta. Las fortunas se labraban a base de ingenio y mano izquierda, no de complejos algoritmos. Hasta ahora. El auge absoluto de las nuevas tecnologías, y de empresas como Microsoft –primero– y Google y Facebook –después– ha traído al mundo a un nuevo tipo de millonario que no tiene por qué tener demasiado sentido común, ni contar con poderosas habilidades sociales, sólo necesita una poderosa inteligencia, por la que se va a pagar mucho dinero.

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