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“La industria discográfica se disparó en el pie sólo para ganar más dinero"
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FRED FRITH, PIONERO DE LOS MOVIMIENTOS INDEPENDIENTES

“La industria discográfica se disparó en el pie sólo para ganar más dinero"

Fred Frith es uno de los guitarristas más innovadores e influyentes de la música popular contemporánea. Británico de nacimiento, estadounidense de adopción, defendió el rock progresivo

Foto: “La industria discográfica se disparó en el pie sólo para ganar más dinero"
“La industria discográfica se disparó en el pie sólo para ganar más dinero"

Fred Frith es uno de los guitarristas más innovadores e influyentes de la música popular contemporánea. Británico de nacimiento, estadounidense de adopción, defendió el rock progresivo mientras el punk explosionaba en Inglaterra, y acabó en Nueva York convirtiendo el jazz en punk, junto a su amigo John Zorn, en la imprescindible banda Naked City. Esta semana se encuentra en Madrid, con motivo de la decimosexta edición del festival de improvisación Hurta Cordel, que se celebra en La Casa Encendida. El reto: conducir a una orquesta de improvisación formada por más de 30 músicos. ¿Quién dijo miedo? Frith no ha traído nada preparado, pues ni siquiera conoce a los miembros de la orquesta. “Es el reto más difícil al que me he enfrentado”, afirma, “por eso me gusta”.

Los humanos improvisan, es una de las cosas que nos caracterizaFrith da clases de improvisación en la prestigiosa Universidad de Mills, pero le quita hierro al asunto: “Los humanos improvisan, es una de las cosas que nos caracteriza, lo hacemos desde que nacemos”. Pero, ¿basta con hacer lo que nos venga en gana? Nada de eso, “un buen improvisador tiene que reconocer la necesidad, en otras palabras, tiene que hacer lo que se tiene que hacer. El buen improvisador es el que sabe cuando no tiene que tocar para que todo el mundo suene bien”. Coordinarse entre 30 personas parece difícil, pero hay métodos: “Puedes trazar un plan; a veces puedes hacer partituras gráficas para interpretar algo, aunque no tenga unas instrucciones específicas, u organizar diferentes piezas para jugar con ellas y que tengan sentido”. Pese a esto reconoce que “es una lotería, a veces funciona y otras no”.

Un músico en lucha permanente

Fred Frith, como miembro de Henry Cow -banda en la que militó 10 años, entre 1968 y 1978-, fue el principal impulsor de Rock In Opposition (RIO), una iniciativa que buscaba dar notoriedad a una serie de grupos ignorados por las grandes discográficas y crear un circuito independiente al margen de estas. La iniciativa tuvo una gran notoriedad en la época y cuando el punk conquistó Inglaterra todas las bandas proclamaron su deseo de independencia. Dos años después todos los punks acabaron firmando con las grandes discográficas. ¿Sirvió para algo el esfuerzo?

Las grandes compañías no editan nada de música contemporáneaFrith es muy poco optimista con la industria discográfica y cree que la situación es “mucho peor” que entonces. “Se han vuelto mucho más eficientes a la hora de entender cómo hacer dinero. Hay mucho menos riesgo, mucha menos creatividad. Al menos en los 70 había todavía algún interés por parte de las compañías discográficas, aunque sólo fuera de cara a la galería, en ayudar a la música creativa. Esto ha desaparecido por completo. Las grandes discográficas no editan nada de música contemporánea, exceptuando la música pop que es la única que puede dar mucho dinero”. Frith no ahorra elogios sobre la industria: “Si les quedara aunque sea una pizca de masa cerebral podrían entender que apoyar a la música creativa es una inversión a largo plazo que enriquecería todo. En vez de esto las compañías están haciendo justo lo contrario, el foco de las grandes discográficas es tan estrecho que a la mayoría de la gente ya no les interesa nada de lo que editan. La industria discográfica se disparó en el pie hace mucho tiempo sólo para ganar más dinero".

Internet, la bestia negra de la industria musical, es para Frith la gran esperanza para los músicos que no encajan en el estrecho mercado que imponen las discográficas. “De alguna manera”, explica el guitarrista, “los músicos tienen más libertad para elegir lo que quieren hacer y pueden colgar sus trabajos en la red, donde hay más posibilidades de que la gente te escuche”.

Al otro lado del charco

En 1978 Henry Cow se separaron. No había sitio para el rock progresivo en la Inglaterra del punk. A día de hoy parecen mundos completamente separados, pero no lo estaban tanto. Malcolm McLaren, el todopoderoso mánager de los Sex Pistols, considerado por muchos el creador intelectual y estético del punk, pidió a Frith que produjera el primer disco de la banda de Johnny Rotten. “Para entonces era muy purista y le dije que no”, explica el músico, “me parecía mal que fuera el mánager el que me pidiera producir el disco y no la banda”.

Entre 1978 y 1984 editó en torno a 30 discosSin banda y con una novia en EE.UU Frith decidió mudarse a Nueva York. Allí se encontró con una escena efervescente, llena de creatividad. Entabló amistad con John Zorn, Bill Laswell y toda la escena de música experimental, llegando a grabar con gente como The Residents o Brian Eno. Entre 1978 y 1984 editó en torno a 30 discos. “Estaba claro que lo que estaba sucediendo en Nueva York no estaba pasando en Inglaterra”, explica Frith. Fue en esos años cuando empezó a tocar el bajo en Naked City, la banda liderada por John Zorn a la que los críticos pusieron la etiqueta de “jazz-punk”.

Fred Frith es uno de los guitarristas más innovadores e influyentes de la música popular contemporánea. Británico de nacimiento, estadounidense de adopción, defendió el rock progresivo mientras el punk explosionaba en Inglaterra, y acabó en Nueva York convirtiendo el jazz en punk, junto a su amigo John Zorn, en la imprescindible banda Naked City. Esta semana se encuentra en Madrid, con motivo de la decimosexta edición del festival de improvisación Hurta Cordel, que se celebra en La Casa Encendida. El reto: conducir a una orquesta de improvisación formada por más de 30 músicos. ¿Quién dijo miedo? Frith no ha traído nada preparado, pues ni siquiera conoce a los miembros de la orquesta. “Es el reto más difícil al que me he enfrentado”, afirma, “por eso me gusta”.