Es noticia
Los grandes beneficiados de la redada contra Megaupload
  1. Alma, Corazón, Vida
REDES P2P, RAPIDSHARE, MEDIAFIRE, FILESONIC, FILESERVE...

Los grandes beneficiados de la redada contra Megaupload

La reciente clausura de Megaupload deja un panorama de incertidumbre en torno al negocio del intercambio cultural en internet. ¿Quién gana con la desaparición de Megaupload?

Foto: Los grandes beneficiados de la redada contra Megaupload
Los grandes beneficiados de la redada contra Megaupload

La reciente clausura de Megaupload deja un panorama de incertidumbre en torno al negocio del intercambio cultural en internet. ¿Quién gana con la desaparición de Megaupload? ¿En qué situación queda la cultura y su presencia on-line después de la desaparición del servidor? Algunos de los grandes servidores de contenidos, como Mediafire o RapidShare, siguen siendo operativos y sirviendo descargas de archivos a todo aquel que las solicite. Otros, como Uploaded.to, Fileserve o Filesonic, han optado por darse por enterados aunque cada uno lo ha hecho a su manera. Uploaded.to protagoniza una de las iniciativas más drásticas, bloqueando  el acceso a su portal y sus contenidos desde Estados Unidos; Fileserve ha dado de baja su programa de remuneración a usuarios por subir a su servidor ficheros con gran demanda mientras que Filesonic permite el acceso de los usuarios a sus contenidos pero no que los compartan mediante un enlace URL.

¿Tiene el modelo un problema o lo tiene sólo Megaupload? Seguramente es pronto para lanzar certezas, pero en El Confidencial hemos preguntado su opinión a Enrique Dans y Ricardo Galli, dos expertos en internet, nuevas tecnologías y cultura online, para ayudarnos a poner las cosas claras en una controversia con más bandos de los que podría parecer.

La vida después de Megaupload

Aunque el de Megaupload sea un caso singular, muchos ven su suspensión como un paso más en la politización de internet a favor de la industria cultural y del entretenimiento con sede en Hollywood. Para Enrique Dans, profesor en la IE Business School y experto en internet y nuevas tecnologías, una de las claves reside en su política de comunicación. “La actitud de la industria no puede ser criminalizar al cliente”, explica a El Confidencial. E incide en cuestionar qué intereses son los que pesan más cuando la industria parece más dispuesta a limitar su presencia en la red que a rentabilizarla. “¿Existe una demanda en internet? Indudablemente”. Pero en la industria de la creación, nos explica, “hay gente que no quiere crear, sino distribuir”. Según él, la reciente desaparición de Megaupload no beneficia a los creadores sino a los que practican la intermediación entre el autor y el público. “Lo que funciona es crear oferta”, nos dice, y no parece que esta medida abunde en ello.

Ricardo Galli, profesor de la Universidad de las Islas Baleares y activista de software libre, nos comenta algo parecido: “El verdadero debate abierto a raíz del caso Megaupload es el de la libertad de decidir, como autor, quién puede ganar dinero con mi obra”. Los cargos presentados por el FBI contra Kim Schmitz y los responsables de Megaupload “no son por albergar contenidos o colgar enlaces”, explica, sino por lucrarse supuestamente a costa de la propiedad intelectual de terceros. Dans mantiene al respecto una postura similar: “Megaupload era legal; lo que se discute es si, como depósito de enlaces, infringía la legalidad”.

Pidieron “la cabeza de Kim Schmitz”

La pregunta más urgente y la que más interesa a muchos es si le ocurrirá lo mismo a otros cyberlockers como el que regentaba Kim Schmitz. Para Galli, las diligencias judiciales contra Megaupload se inscriben en una ofensiva orquestada contra los defensores del libre intercambio de cultura en internet y la neutralidad en la red, pero no debe aducirse al reciente parón del proyecto de ley SOPA en Estados Unidos ya que “la investigación policial previa lleva en curso más de dos años”. Enrique Dans se muestra más escéptico y comenta que después del bloqueo de la ley la industria precisó “la cabeza de Kim Schmitz” como “reparación de daños”, lo que seguramente haya precipitado la actuación policial. “El que delinque tiene que pagar por ello”, nos dice, “y eso será la justicia quien tenga que determinarlo”. Pero a solo un día de su detención, el dueño de Megaupload ya era “el malo de la película”.  

El futuro, en las P2P

Tampoco está claro quién se va a llevar el pastel que deja Megaupload, que hasta la semana pasada era el servidor con más usuarios registrados. Ricardo Galli no cree que medidas como la acometida por el FBI vayan a reducir la llamada piratería. “Está llevando a posicionamientos atrincherados”, explica, pero no contribuyendo al atajo de ningún problema. “Lo más probable es que el usuario acuda ahora a servicios descentralizados, como las Peer-to-peer, que a mi juicio son más éticos”. Enrique Dans coincide en el pronóstico:  “la gente buscará una alternativa y la alternativa es el P2P”.

Estas redes de intercambio de ficheros carecen de un servidor centralizado y en ellas no media lucro posible, ya que resulta imposible acotar su servicio con suscripciones o insertos publicitarios. Lo que parece claro es que ninguna empresa querrá heredar el modelo de negocio de Megaupload si éste le reporta a su dueño y fundador una cantidad significativa de años a la sombra. A la espera aún de conocer la suerte judicial de Schmitz, los que antes eran sus competidores directos, Mediafire y Rapidshare, son de momento los principales beneficiarios de su claudicación, aunque no parece que el futuro de este sector pase por hacer beneficios a costa de los contenidos de terceros si el FBI puede evitarlo.

La reciente clausura de Megaupload deja un panorama de incertidumbre en torno al negocio del intercambio cultural en internet. ¿Quién gana con la desaparición de Megaupload? ¿En qué situación queda la cultura y su presencia on-line después de la desaparición del servidor? Algunos de los grandes servidores de contenidos, como Mediafire o RapidShare, siguen siendo operativos y sirviendo descargas de archivos a todo aquel que las solicite. Otros, como Uploaded.to, Fileserve o Filesonic, han optado por darse por enterados aunque cada uno lo ha hecho a su manera. Uploaded.to protagoniza una de las iniciativas más drásticas, bloqueando  el acceso a su portal y sus contenidos desde Estados Unidos; Fileserve ha dado de baja su programa de remuneración a usuarios por subir a su servidor ficheros con gran demanda mientras que Filesonic permite el acceso de los usuarios a sus contenidos pero no que los compartan mediante un enlace URL.