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“¿Van a desaparecer los periodistas? No, nunca”
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RADIOGRAFÍA NOVELADA DE LOS 'SEÑORES DE LA PRENSA'

“¿Van a desaparecer los periodistas? No, nunca”

"Una historia de poder, dinero, sexo, mentiras y relaciones entre el cuarto poder, el mundo empresarial y el político que se extiende durante casi cincuenta años

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“¿Van a desaparecer los periodistas? No, nunca”

"Una historia de poder, dinero, sexo, mentiras y relaciones entre el cuarto poder, el mundo empresarial y el político que se extiende durante casi cincuenta años de la vida de los dos protagonistas, a la sazón convertidos en los responsables de los dos periódicos líderes en nuestro país”. Así se presenta la reciente novela Los señores de la prensa (Alienta), el estreno literario de la periodista Sonia Franco (Madrid, 1967). El libro cuenta, a través de las vidas de Emilio Rodríguez y Matías Rebollo, la evolución mediática en España y algunos de los acontecimientos históricos más importantes, pero sobre todo es una radiografía del  periodismo español y del funcionamiento de las empresas periodísticas con dos ciudades, Madrid y Nueva York, como ejes de gravedad de sus historias.

Pasado, presente y futuro de una profesión cuyo funcionamiento es casi desconocido para el gran público. Nacimientos de periódicos, salidas a bolsa, escándalos sexuales... Los parecidos razonables entre los personajes de la novela con algunos famosos magnates podrían ser lógicos, pero la autora descarta esa intención.  “No es una novela en clave, es decir, que no he ficcionado personajes reales, pero sí que es una historia basada en un periodo histórico y no he intentando falsear los hechos. Si alguien se sintiera aludido, a las pocas páginas se daría cuenta de que no son esas las pretenciones de la novela. Pero es inevitable que las personas busquen parecidos porque uno no puede abstraerse de la realidad. Es el mundo de la prensa en España, no en Pernambuco”, apunta la autora.

Franco explica algunas de las claves sobre el origen del libro, editado por el sello Alienta. “Yo tenía dos sueños profesionales: ser corresponsal en Nueva York y escribir una novela. Esta es la tercera que empiezo y la primera que acabo. Cuesta poner límites para poder escribir y los periodistas no somos demasiado buenos novelando. Precisamente, todo surgió a partir del blog de El Confidencial y la propuesta de la editorial. Me lo llevé a un terreno que conozco bien, los medios”.

Sonia Franco, que ha desarrollado su carrera periodística en publicaciones económicas como Actualidad Económica, Expansión, El Economista o Forbes, conoce de primera mano la capacidad e influencia del cuarto poder en las altas esferas del mundo político y empresarial. Una experiencia que plasma dibujando al ‘señor de la prensa. “Se trata de alguien que alcanza un nivel tan alto. que tiene tanto poder para influir, que debe saber usarlo. Los protagonistas en algún momento de sus vidas se desvían del camino correcto. De todas formas, creo que no se sienten cómodos al cruzar determinadas líneas políticas o económicas. Al final, el poder en los medios proviene de un único sitio. Te lo da el lector y que haya gente que te lea”, concluye.

¿Tiene futuro el periodismo?

La profesión periodística atraviesa estos días una de sus peores crisis de identidad, de formatos y, especialmente, de viabilidad como negocio. “Los medios han sido probablemente el segundo sector más golpeado por la crisis por detrás del constructor e inmobiliario. Los editores se han visto acorralados por la economía, pero también por la revolución tecnológica. Y junto a ella ha llegado la revolución demográfica, ya que quienes comienzan a mandar son los nativos digitales. Los medios de comunicación se han revolucionado a lo bestia con la crisis económica”.

En lo que va de crisis, según algunas estimaciones, la destrucción de puestos de trabajo se eleva a los 5.000. El fatalismo e incluso el derrotismo llevan al extremo el debate sobre la profesión. “¿Van a desaparecer los periodistas? No, nunca, jamás”, señala Franco. “No existe el periodismo ciudadano porque al final la gente le da más credibilidad a un periódico como el New York Times. Hay una necesidad creciente de periodistas que filtren el bombardeo de información, que es abrumador. Las redes sociales son un fenómeno, pero los que más crean información son los periodistas”.

En opinión de Franco, muchos medios han dejado de pensar en el lector y muchas de sus estructuras se están quedando obsoletas porque han preferido enfocarse hacia el soporte en lugar de hacia el contenido. “Y por el camino se está perdiendo mucho talento. El riesgo está en perder el foco -advierte- ¿Futuro? Ojalá supiese hacia dónde va todo esto, pero lo que está claro es que sobrevivirá quien lo haga mejor. No vale el café para todos”.

Hay que eliminar el gratis total, pero con cuidado

Sin embargo, poco a poco, las empresas continúan elaborando productos informativos, aunque cada vez con menos recursos humanos. “Lo único que tienen las empresas es el talento. En España, las redacciones tienen unos roles bastante obsoletos. Hay grandes periodistas que escriben bien, otros que sacan noticias y otros que titulan mejor. Hay que destinar a los periodistas a lo que saben hacer bien. El periodista debe perder el control de sus textos”, apunta.

“El periodismo de calidad se compone de muchas cosas, pero lo que hemos conocido hasta ahora no va a sobrevivir. Al final, la gente pagará por la información de prestigio". Para Franco, el cambio de modelo de negocio está siendo dramático y se están dando pasos poco medidos. "¿Eliminar el gratis total? sí, pero con  cuidado. Y es importante contar con unos 'señores de la prensa' que se arriesguen. Crear, por ejemplo, una factoría de medios en la que se permita experimentar... En el sector del libro ocurre. Se están haciendo cosas divertidísimas en EEUU”. El periodismo tiene futuro.

"Una historia de poder, dinero, sexo, mentiras y relaciones entre el cuarto poder, el mundo empresarial y el político que se extiende durante casi cincuenta años de la vida de los dos protagonistas, a la sazón convertidos en los responsables de los dos periódicos líderes en nuestro país”. Así se presenta la reciente novela Los señores de la prensa (Alienta), el estreno literario de la periodista Sonia Franco (Madrid, 1967). El libro cuenta, a través de las vidas de Emilio Rodríguez y Matías Rebollo, la evolución mediática en España y algunos de los acontecimientos históricos más importantes, pero sobre todo es una radiografía del  periodismo español y del funcionamiento de las empresas periodísticas con dos ciudades, Madrid y Nueva York, como ejes de gravedad de sus historias.

Pasado, presente y futuro de una profesión cuyo funcionamiento es casi desconocido para el gran público. Nacimientos de periódicos, salidas a bolsa, escándalos sexuales... Los parecidos razonables entre los personajes de la novela con algunos famosos magnates podrían ser lógicos, pero la autora descarta esa intención.  “No es una novela en clave, es decir, que no he ficcionado personajes reales, pero sí que es una historia basada en un periodo histórico y no he intentando falsear los hechos. Si alguien se sintiera aludido, a las pocas páginas se daría cuenta de que no son esas las pretenciones de la novela. Pero es inevitable que las personas busquen parecidos porque uno no puede abstraerse de la realidad. Es el mundo de la prensa en España, no en Pernambuco”, apunta la autora.

Franco explica algunas de las claves sobre el origen del libro, editado por el sello Alienta. “Yo tenía dos sueños profesionales: ser corresponsal en Nueva York y escribir una novela. Esta es la tercera que empiezo y la primera que acabo. Cuesta poner límites para poder escribir y los periodistas no somos demasiado buenos novelando. Precisamente, todo surgió a partir del blog de El Confidencial y la propuesta de la editorial. Me lo llevé a un terreno que conozco bien, los medios”.

Sonia Franco, que ha desarrollado su carrera periodística en publicaciones económicas como Actualidad Económica, Expansión, El Economista o Forbes, conoce de primera mano la capacidad e influencia del cuarto poder en las altas esferas del mundo político y empresarial. Una experiencia que plasma dibujando al ‘señor de la prensa. “Se trata de alguien que alcanza un nivel tan alto. que tiene tanto poder para influir, que debe saber usarlo. Los protagonistas en algún momento de sus vidas se desvían del camino correcto. De todas formas, creo que no se sienten cómodos al cruzar determinadas líneas políticas o económicas. Al final, el poder en los medios proviene de un único sitio. Te lo da el lector y que haya gente que te lea”, concluye.