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El síndrome del cuidador podría haber provocado el drama de Boecillo
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LA CUIDADORA QUE PRESUNTAMENTE ASESINÓ A TRES MENORES DICE QUE NO RECUERDA NADA

El síndrome del cuidador podría haber provocado el drama de Boecillo

¿Cuidar a un enfermo puede producir, a su vez, enfermedad? Sí, existe una patología física y psíquica denominada ‘síndrome del cuidador’ o ‘fatiga de compasión’ derivada

Foto: El síndrome del cuidador podría haber provocado el drama de Boecillo
El síndrome del cuidador podría haber provocado el drama de Boecillo

¿Cuidar a un enfermo puede producir, a su vez, enfermedad? Sí, existe una patología física y psíquica denominada ‘síndrome del cuidador’ o ‘fatiga de compasión’ derivada de la atención que tanto familiares como profesionales dedican a los pacientes a su cargo y que puede conllevar múltiples síntomas, desde una fatiga leve o la falta de atención hasta una psicosis grave (en los casos más extremos).

Precisamente eso es lo que pudo ocurrirle a la presunta autora de la muerte por asfixia de tres menores discapacitados que este martes fue detenida en Boecillo (Valladolid). La mujer trabajaba como cuidadora en un centro de acogida de la ONG Mensajeros por la Paz en esa localidad y, presuntamente, asesinó de forma violenta a tres de los menores que estaban bajo su cuidado.

Y es que cuando una persona se dedica plenamente a cuidar a otra (u otras, en este caso), es habitual que hagan aparición ciertos pensamientos como el de que uno abandona su vida por la de otro, y se encierra en casa (o en un centro sanitario) perdiendo independencia por ‘culpa’ de quien recibe sus cuidados.

Ése es uno de los síntomas que pueden desencadenar en el ‘síndrome del cuidador’, que puede identificarse como un quemazón producido a lo largo del tiempo que acaba por generar una despersonalización, disminuyendo así la eficacia de lo que se hace por no tener en cuenta a quien recibe los cuidados. Como explica a El Confidencial el doctor en psicología y profesor de la Universidad Carlos III de Madrid, Guillermo Fouce, "es como si se pusiesen una coraza, como si dejasen de sentir". Efectivamente, los cuidadores pueden llegar a despersonalizar tanto su relación con el paciente que a veces consideran que ya no merece los cuidados.

Según Fouce, además de ese componente de despersonalización, ‘la fatiga de compasión’ también tiene otra vertiente de estrés y ansiedad. “Entre las principales causas de la aparición de este síndrome se encuentra el estrés manifestado en problemas psicosomáticos, pensamientos invasivos o dificultad de dormir entre otros", añade.

Es especialmente significativo el hecho de que esta patología afecte a aquellas personas que tienen a su cargo personas con una alta dependencia y que no obtienen ningún tipo de mejora en la calidad de vida del paciente con el paso del tiempo. Como explica Fouce, "es como un vaso que se va llenando de gotas, en donde llega un punto en el que éste rebosa". En el caso de este martes, los tres menores discapacitados tenían un alto grado de inmovilidad.

El hecho de dedicarse plenamente a atender a un enfermo produce agotamiento y conlleva un claro deterioro de la salud física, mental y emocional. Cuando esas consecuencias no se toman bien, aparece el síndrome del cuidador que empeora la salud física y mental de ambas personas implicadas. Aún así lo habitual en estos casos es que el cuidador pida una baja laboral o que se den algunas malas praxis, pero no que se llegue al límite del asesinato. Por eso el psicólogo considera que en el caso de la cuidadora vallisoletana, aunque se haya dado un caso de fatiga de compasión, "debe haber otros factores en juego".

Para la psicóloga clínica experta en gerentología y dependencia, Dolores Ortiz, las causas de la aparición de este síndrome residen en que "los cuidadores profesionales tienen una situación de estrés y que muchos de los que se dedican a ello no tienen esa facultad de cuidar. Así, tanto cuidadores profesionales como no profesionales deberían de ser conscientes de cuál es su capacidad para cuidar durante un tiempo prolongado a otras".

"Debemos reflexionar sobre a quién dejamos la responsabilidad de cuidar a una personas dependientes ya que deben de ser capaces de realizar esta tarea, especialmente por la carga física y emocional que este trabajo necesita" añade Ortiz. Así, los expertos señalan la importancia de cualificar a las personas que realicen estas actividades ya que es necesario tener una buena formación para realizar esta tarea, por el alto desgaste que estos cuidados producen en los propios cuidadores.

En opinión de Fouce, los profesionales deberían tener unas “expectativas ajustadas” a la realidad para luego no frustrarse si, por ejemplo, el paciente no mejora. Además es necesario que “desconecten” y no estén implicados 24 horas al día, porque eso dificulta su resiliencia, su capacidad de adaptación, y puede generarles la ansiedad y la despersonalización citadas.

¿Cuidar a un enfermo puede producir, a su vez, enfermedad? Sí, existe una patología física y psíquica denominada ‘síndrome del cuidador’ o ‘fatiga de compasión’ derivada de la atención que tanto familiares como profesionales dedican a los pacientes a su cargo y que puede conllevar múltiples síntomas, desde una fatiga leve o la falta de atención hasta una psicosis grave (en los casos más extremos).