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¿Quiropráctica y acupuntura en el Sistema Nacional de Salud?
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EL MINISTERIO RECONOCERÁ Y REGULARÁ ALGUNAS TERAPIAS NATURALES

¿Quiropráctica y acupuntura en el Sistema Nacional de Salud?

El Ministerio de Sanidad dará a conocer en septiembre la lista definitiva de las terapias naturales que serán reconocidas y reguladas por el Sistema Nacional de

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¿Quiropráctica y acupuntura en el Sistema Nacional de Salud?

El Ministerio de Sanidad dará a conocer en septiembre la lista definitiva de las terapias naturales que serán reconocidas y reguladas por el Sistema Nacional de Salud, un paso adelante en el reconocimiento de algunas prácticas alternativas a la medicina tradicional como la quiropráctica o la acupuntura.

Según un documento de trabajo al que ha tenido acceso El Confidencial, la Comisión de Sanidad y Consumo del Congreso de los Diputados acordó el 11 de diciembre de 2007 aprobar una Proposición no de Ley para “la creación de un grupo de trabajo entre el Ministerio y las Comunidades Autónomas que elaborase un informe con vistas a una futura regulación de estas prácticas en España. Ese informe será publicado en septiembre, pero la ministra de Sanidad, Leire Pajín, adelantó ya este martes en el Senado que la quiropráctica será una de las técnicas que definitivamente serán reguladas.

Esta práctica, que nació en Estados Unidos en 1895, se ocupa de los trastornos del sistema neuromusculoesquelético y de sus efectos en el organismo siguiendo la filosofía de que “si el sistema nervioso funciona bien la persona estará sana”. Así lo resume muy someramente el vicepresidente de la Asociación Española de Quiropráctica, Carlos Gevers, quien ha explicado a El Confidencial que la idea principal que rige la quiropráctica es que la salud depende del sistema nervioso, y que los desplazamientos de las vértebras pueden influir, por tanto, en ella.

Efectivamente el quiropráctico lo que hace es ‘tantear’ con sus propias manos las articulaciones de la columna vertebral del paciente, localizar nervios pinzados, ligamentos o vértebras desviadas, y colocarlos. Es un procedimiento rápido y la mayoría de las veces poco o nada doloroso que ‘recoloca’ el sistema nervioso, lo que ayuda lógicamente a su buen funcionamiento.

Por eso la mayoría de los pacientes que acuden a los centros lo hacen por problemas lumbares (el 80%) o dolores cervicales o migrañas (del 10% al 15%), pero en realidad la quiropráctica va mucho más allá. “Aparte de solucionar problemas y dolores puntuales con esta técnica se solucionan y previenen muchas otras patologías, como problemas respiratorios, vértigos, problemas estomacales, de estrés, etc.”, asegura Gevers.

Está comprobado que muchas patologías están asociadas a problemas nerviosos y obviamente es fácil que al solucionar ese problema mejore también la enfermedad que ha provocado, aunque estas mejoras vinculadas al tratamiento de la espina dorsal no siempre están metodológicamente demostradas. Aún así la quiropráctica está reconocida en la legislación de todos los países europeos excepto en Grecia, Luxemburgo y España, donde actualmente ejercen más de doscientos profesionales.

La desconfianza y la confusión en torno a la eficacia y la validez del tratamiento con quiropráctica provocan desde hace años que quienes trabajan en esta área reivindiquen que sea considerada como profesión sanitaria, un logro que al parecer tampoco alcanzarán en septiembre, aunque su profesión si será ya reconocida por el ministerio.

Un reconocimiento confuso

Las implicaciones prácticas que esto conlleva no están muy claras y el Ministerio de Sanidad no ha querido aclarar a este periódico qué significa exactamente el reconocimiento oficial hasta que en septiembre sea publicado el informe definitivo.  

De momento, los quiroprácticos, como explica Gevers, no pueden pedir licencia de apertura de un local sanitario y tampoco están exentos del IVA, entre otras cuestiones prácticas que, a su juicio, deberían ser equiparables a las de los médicos. Además, y a pesar de que en España existen dos titulaciones universitarias de quiropráctica, ambas son iniciativas privadas.

A la hora de evaluar la eficacia de los tratamientos alternativos (que incluyen multitud de técnicas como reiki, yoga, osteopatía o naturopatía), el Ministerio cita en su informe que las principales dificultades se basan en la “baja calidad” de los estudios primarios y en el reducido número de sujetos que se prestan a realizar estos estudios.

De hecho el informe (siempre según el documento de trabajo al que ha accedido El Confidencial) asegura que “en términos generales, pocas terapias naturales han demostrado su eficacia en situaciones clínicas concretas mediante la aplicación de métodos científicos”. Sin embargo, reconoce, “esta ausencia de demostración de su eficacia no debe ser considerada como sinónimo de ineficacia, ya que muchos pacientes refieren cierto grado de satisfacción asociado a una percepción de mejoría de los síntomas o en su bienestar o en calidad de vida con el uso de distintas terapias naturales”. La falta de investigación y la escasa existencia de estudios fiables no permiten, por tanto, determinar si esta mejoría es debida al efecto específico causado por el tratamiento administrado o se debe a un efecto placebo.

Cuando se publique el informe definitivo es de esperar que regule los tres aspectos fundamentales que preocupan tanto a las autoridades como a los profesionales: las propias terapias, los centros en los que se realizan y quienes las aplican, tanto en lo referente a su regulación como a la información cualitativa y cuantitativa disponible.

No es baladí regular este tipo de terapias alternativas a la medicina que se ejerce en centros sanitarios y hospitales, ya que según un estudio publicado en 2008 por el Observatorio de Terapias Naturales el 95,4% de la población española conoce alguna terapia natural, siendo las más populares yoga, acupuntura/medicina tradicional china, taichí, quiromasaje y homeopatía, todas ellas mencionadas por más del 50% de la población. De hecho, el 23,6% de la población ha utilizado alguna vez las terapias naturales, principalmente yoga (32,5%), acupuntura (31,5%) y quiromasaje (28,4%).

El Ministerio de Sanidad dará a conocer en septiembre la lista definitiva de las terapias naturales que serán reconocidas y reguladas por el Sistema Nacional de Salud, un paso adelante en el reconocimiento de algunas prácticas alternativas a la medicina tradicional como la quiropráctica o la acupuntura.