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El severo peligro de las lesiones medulares, escondido bajo el agua
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EN 2009 MÁS DE 200 PERSONAS FUERON INGRESADAS POR CASI AHOGAMIENTO

El severo peligro de las lesiones medulares, escondido bajo el agua

Bañarse en ríos, lagos, piscinas o playas es uno de los mayores atractivos del verano, pero también uno de los peligros más dañinos y que menos

Foto: El severo peligro de las lesiones medulares, escondido bajo el agua
El severo peligro de las lesiones medulares, escondido bajo el agua

Bañarse en ríos, lagos, piscinas o playas es uno de los mayores atractivos del verano, pero también uno de los peligros más dañinos y que menos tenemos en cuenta. Porque tirarse de cabeza, pero sin cabeza, puede resultar fatal y acabar en paraplejia o, incluso, muerte.

Por ese motivo y ante la inminente llegada del buen tiempo y las vacaciones, la Fundación del Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo para la Investigación y la Integración ha puesto en marcha una campaña informativa, bajo el eslogan 'Piénsatelo. No vayas de cabeza’, destinada a la prevención de lesiones medulares como consecuencia de zambullidas temerarias.

Según informa el hospital, el año pasado ingresaron tres pacientes por causa de zambullidas. Los tres son de sexo masculino de 14, 37 y 63 años de edad y proceden de Andalucía, Canarias y País Vasco. Las lesiones las tuvieron en los meses de verano (julio y agosto) y fueron lesiones cervicales, tetraplejías, una completa y dos incompletas, de mejor pronóstico.

Según profesionales del Servicio de Rehabilitación y del Servicio de Medicina Interna del Hospital Nacional de Parapléjicos, seguir unas normas de sentido común y una mayor concienciación ciudadana de los peligros que suponen las zambullidas puede prevenir este tipo de accidentes.

En este sentido, recuerdan que es una imprudencia y una temeridad tirarse de cabeza en un paraje desconocido, en lugar de sumergirse lentamente y con precaución. Además, insisten en la importancia de conocer la profundidad de una piscina, un río o el mar sobre todo en relación con altura desde la que uno se sumerge. El bañista ha de zambullirse con los brazos situados en prolongación del cuerpo, protegiendo el cuello y la cabeza.

La profundidad mínima recomendada para poder tirarse al agua de cabeza y con tranquilidad es 1,5 metros, aunque en lugares naturales como ríos, lagos, mar o embalses los niveles del agua pueden variar de un día para otro por las mareas, aperturas o cierres de compuertas, por lo que es conveniente comprobar siempre la profundidad

Por otra parte, en caso de que se produzca un accidente, y ante la necesidad de la recogida y manipulación de la víctima, es muy importante inmovilizar el cuello, evitar movimientos de la columna y avisar a un profesional para que realice el traslado. No se debe transportar al lesionado en un vehículo utilitario.

Aún así, a pesar de que la profundidad sea suficiente, los médicos recuerdan que saltar desde demasiada altura puede ser peligroso ya que una mala técnica de entrada puede causar lesiones al golpearse el cuerpo con la superficie del agua.

Además del golpe, el ahogamiento

En 2009 más de 200 personas necesitaron ser ingresadas en un hospital a consecuencia de un ahogamiento o casi ahogamiento; un 35% eran menores de 14 años. De hecho, entre el 4% y el 11% del total de las lesiones medulares se produjeron por actividades deportivas o de ocio durante el 2009.

El ministerio de Sanidad, que se ha sumado a la campaña, recuerda que además de las lesiones medulares el agua representa también el peligro del ahogamiento o del “casi ahogamiento”, un accidente por el que cada año fallecen en Europa más de 5.000 menores de 19 años. Los casi ahogamientos son también un grave problema, ya que algunas de las personas que sobreviven a un ahogamiento padecen un daño cerebral permanente.

En España se producen entre 800 y 1000 lesiones medulares (LM) cada año, de las cuales, en 2009, el 50% fueron por tráfico, pero entre el 4% y el 11% de ellas se produjeron por actividades deportivas u ocio. En años anteriores, el 5% del total de atendidos por lesiones medulares lo fueron por zambullidas, según el ministerio.

Bañarse en ríos, lagos, piscinas o playas es uno de los mayores atractivos del verano, pero también uno de los peligros más dañinos y que menos tenemos en cuenta. Porque tirarse de cabeza, pero sin cabeza, puede resultar fatal y acabar en paraplejia o, incluso, muerte.