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California calienta el debate sobre la circuncisión a menores de edad
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SAN FRANCISCO VOTARÁ EN REFERENDUM SI PROHÍBE LA PRÁCTICA

California calienta el debate sobre la circuncisión a menores de edad

La circuncisión, mutilación del prepucio del pene en varones, es una práctica muy extendida entre judíos y musulmanes pero en California un grupo de personas ha

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California calienta el debate sobre la circuncisión a menores de edad

La circuncisión, mutilación del prepucio del pene en varones, es una práctica muy extendida entre judíos y musulmanes pero en California un grupo de personas ha protagonizado una campaña solicitando su prohibición en menores de 18 años, alegando, entre otras cosas, que afecta negativamente a las relaciones sexuales de los operados.

El grupo que ha promovido el referéndum (consiguiendo las 12.000 firmas ciudadanas necesarias para convocarlo) se hace llamar Iniciativa contra la Mutilación Genital Masculina (MGM, por sus siglas en inglés) y, tras lograr los apoyos en San Francisco, intenta ahora llevar la iniciativa también a Santa Mónica y San Diego.

La propuesta defiende que los varones puedan decidir por sí mismos si desean que se les practique la circuncisión una vez cumplido los 18 años y que no sea por decisión de sus padres o adultos a su cargo. La circuncisión es una práctica obligada en algunas religiones como la musulmana o la judía (los judíos, por ejemplo, la practican a los bebés a los ocho días de vida).

Mathew Hess, el activista de San Diego que formó el grupo opositor a la circuncisión explica, según publican medios locales, que el órgano sexual masculino es un punto neurálgico de miles de nervios que “se daña” con esa intervención quirúrgica. Según Hess, la circuncisión debería considerarse “un delito federal”, ya que es una práctica impuesta a menores por sus padres o tutores. Además, critica el grupo, afecta nervios sensoriales y la relación entre el bebé y la madre, y podría causar disfunciones eréctiles en la vida adulta. La iniciativa propone una multa de 1.000 dólares (700 euros) para quien obligue a un menor a realizarse la circuncisión e incluso un año de cárcel.

Cobra especial sentido que la reivindicación surja en Estados Unidos, un país donde, además de judío y musulmanes (que lo hacen por obligación religiosa) muchos ciudadanos se circuncidundan por higiene, aunque en los últimos años el descenso ha sido vertiginoso. Según un estudio reciente realizado por el Centro de Control de Enfermedades Infecciosas, la tasa de bebés circuncidados descendió del 56% en 2006 al 33% en 2009 (frente al 80% en el año 60).

Los defensores de la prohibición, además del argumento del placer sexual y la libertad de elección del individuo, comparan la circuncisión con la ablación del clítoris femenino, una práctica prohibida en los EEUU desde hace años, y aseguran que uno de los orígenes de la operación es evitar la masturbación, algo que no tiene sentido hoy en día.

Pero, frente estos argumentos los defensores de la libertad de circuncisión arrojan datos oficiales de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que establecen, por ejemplo, que los circundados tienen un 33% menos de riesgo de contagio de VIH en sus relaciones sexuales y aseguran que el placer sexual no desaparece aunque pueda alterarse un poco (ya que el glande, al quedar al descubierto, pierde sensibilidad).  

Además, un grupo de rabinos judíos, que asegura que la iniciativa es un ataque directo a su religión, recuerda que la circuncisión se practica en su comunidad desde hace muchos años y que ésta es la primera vez que alguien carga contra las supuestas desventajas sexuales de esta operación.

De ser aprobado, este artículo 50 convertiría en ilegal la circuncisión, el corte o mutilación de la piel, los testículos o el pene de toda aquella persona que sea menor de 18 años. La proposición incluye excepciones para casos médicos, pero no debido a las costumbres o ritos que afectarán a las tradiciones religiosas de judíos y musulmanes.

La circuncisión, mutilación del prepucio del pene en varones, es una práctica muy extendida entre judíos y musulmanes pero en California un grupo de personas ha protagonizado una campaña solicitando su prohibición en menores de 18 años, alegando, entre otras cosas, que afecta negativamente a las relaciones sexuales de los operados.