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Las CCAA 'pasan' de Pajín y crean sus propias fórmulas para gastar menos
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Las CCAA 'pasan' de Pajín y crean sus propias fórmulas para gastar menos

Ahogadas por una deuda que no para de crecer, las comunidades autónomas buscan, cada una a su manera, cómo contener el gasto. El primero que han

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Las CCAA 'pasan' de Pajín y crean sus propias fórmulas para gastar menos

Ahogadas por una deuda que no para de crecer, las comunidades autónomas buscan, cada una a su manera, cómo contener el gasto. El primero que han decidido cortar por lo sano ha sido el déficit sanitario, que en algunos casos llega a alcanzar el 40% de la deuda total del gasto de la comunidad. El sector farmacéutico exige a Sanidad que castigue con contundencia a todas aquellas comunidades autónomas que han decidido a su libre albedrío excluir medicamentos en su comunidad. El Ministerio de Sanidad es la única y exclusiva institución que tiene competencia para incluir o excluir medicamentos en el Sistema Nacional de Salud. "En España no puede haber ciudadanos de primera y de segunda categoría", critica José Ramón Luis-Yagüe, director del departamento de relación con las comunidades autónomas de Farmaindustria.

Hay comunidades autónomas que no han respetado, si quiera, lo que dictan dichos reales decretos. La primera en encender la ira de Sanidad fue Castilla la Mancha, cuando hace unos meses antes incluso de marzo cuando se aprobó el RD 4/2010, retiró varios fármacos originales del sistema de prescripción electrónico. "Con esta medida, se expulsan automáticamente del mercado los medicamentos que no están incluidos en esa base de datos, obligando así al médico a que no sea él quien elija la medicación que más le conviene a su paciente", cuenta Luis-Yagüe. Farmaindustria exige "su paralización inmediata porque esta retirada de medicamentos de marca se ha hecho sin el "procedimiento adecuado".

Por otro lado, el País Vasco y Cantabria buscaron su particular fórmula para reducir costes: cambiaron los tratamientos más innovadores por principios activos ya existentes en el mercado. Una vez más, la medida está intrínsecamente relacionada con que la decisión final no la tome el facultativo, además de no definir de quién es la responsabilidad de no recetar una medicación y sí otra. "La prescripción farmacéutica forma parte de la historia clínica, que es propiedad del paciente y del médico", añade Luis-Yagüe.

En estudio se encuentra una iniciativa parlamentaria que ha puesto en marcha el Sistema de Salud Gallego. En ella se establece un catálogo de medicamentos para cada principio activo que se financiarán única y exclusivamente en la Comunidad Autónoma de Galicia. El Ejecutivo regional la ha materializado como una ley y, si al final se le da luz verde tal y como está, "incluso con las enmiendas interpuestas, se rompería la unidad del Sistema Nacional de Salud", porque en Galicia se financiarían unos medicamentos, "los que han elegidos", que en ninguna otra comunidad están subvencionados. "Es una falacia, porque no hay dos medicamentos iguales aunque tenga los mismos principios activos. Cada uno tiene sus peculiaridades y sólo el médico tiene potestad para decidir qué medicamento le sirve a su paciente particular y cuál no", critica el experto.

Ruptura del Sistema Nacional de Salud

Asimismo, desde Farmaindustria aseguran que esta ley vulneraría la Ley de Cohesión y de Garantías, "porque quien establece qué medicamento se financia públicamente y cuáles forman parte de la cartera de servicios de prestación farmacéutica es el Ministerio de Sanidad. Nadie más tiene potestad para decidirlo", critica Luis-Yagüe. Además, aboga porque todos los ciudadanos de España tengan la misma accesibilidad al mismo número de medicamentos con las mismas garantías, residan en el lugar que residan. "Las comunidades autónomas pueden aumentar esa cartera de prestación de medicamentos básica; pueden financiar medicamentos excluidos de la cartera general. Pero en ningún caso se contempla que pueda reducir esa cartera mínima impuesta por Sanidad".

Los dos máximos perjudicados por esta medida, según la patronal de farmacéuticas, son el paciente y el médico. "El ciudadano porque pasa a ser un ciudadano de segunda en el momento de que no tiene garantizados los mismos derechos que el resto de españoles. Y el médico porque se le restringe su posibilidad de prescribir los medicamentos que ellos creen más convenientes para su paciente

Ahogadas por una deuda que no para de crecer, las comunidades autónomas buscan, cada una a su manera, cómo contener el gasto. El primero que han decidido cortar por lo sano ha sido el déficit sanitario, que en algunos casos llega a alcanzar el 40% de la deuda total del gasto de la comunidad. El sector farmacéutico exige a Sanidad que castigue con contundencia a todas aquellas comunidades autónomas que han decidido a su libre albedrío excluir medicamentos en su comunidad. El Ministerio de Sanidad es la única y exclusiva institución que tiene competencia para incluir o excluir medicamentos en el Sistema Nacional de Salud. "En España no puede haber ciudadanos de primera y de segunda categoría", critica José Ramón Luis-Yagüe, director del departamento de relación con las comunidades autónomas de Farmaindustria.

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