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Una belga boicoteó el paracaídas de una amiga porque compartían amante
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COMIENZA EL JUICIO POR PRESUNTO ASESINATO

Una belga boicoteó el paracaídas de una amiga porque compartían amante

Eran amigas, pero amaban al mismo hombre: su instructor de paracaidismo. El deporte que fue su pasión se convirtió también en su yugo. Els Van Doren

Foto: Una belga boicoteó el paracaídas de una amiga porque compartían amante
Una belga boicoteó el paracaídas de una amiga porque compartían amante

Eran amigas, pero amaban al mismo hombre: su instructor de paracaidismo. El deporte que fue su pasión se convirtió también en su yugo. Els Van Doren no pudo abrir su paracaídas, tampoco el de emergencia, un fatídico sábado de noviembre de 2007 porque su amiga, Els Clottemans, que al igual que ella se acostaba con el instructor, había cortados las cuerdas. Y terminó estrellándose contra un jardín en Bélgica desde 4.000 metros de altura.

Ahora, en el tribunal penal de Tongeren (este de Bélgica), comienza el juicio contra esa amiga celosa que, supuestamente, boicoteó los dos paracaídas que llevaba Van Doren en la tarde en que los tres amantes salieron a practicar paracaidismo. Aquel día, las dos amigas y el instructor, Marcel Simons, tenían previsto saltar juntos de la avioneta que sobrevolaba el aeródromo de Zwartberg, en la misma provincia belga de Limburgo. Pero, aunque estaba previsto que juntaran las manos en el aire, para formar una figura de estrella, Clottemans fue la última en saltar, "a propósito" según la acusación del proceso. Según los testigos, cuando, a unos 1.300 metros de altura, Van Doren intentó abrir su paracaídas, éste falló. "Cuando Els (Clottemans) vio que a su amiga no se le abría el paracaídas no le importó nada, vio como iba cayendo como una piedra, y le dio igual", contó uno de los testigos, Luc Deijgers, que pilotaba la avioneta en la que iban los cuatro amigos cuando se produjeron los hechos, citado por la televisión belga RTBF. "(Els Van Doren) intentó varias veces tirar de la cuerda del paracaídas de reserva, pero nada (...) cayó como un bulto", explicó Deijgers.

Aunque el instructor mantenía el doble juego sexual, al parecer en las últimas semanas había mostrado una "preferencia" por Els Van Doren, lo cual habría desatado la rabia de la acusada, según informa el periódico La Libre Belgique. Según publicó en su día la revista flamenca Humo, el sabotaje podría haberse producido una noche, pocos días antes del incidente mortal, en la que las dos mujeres coincidieron en casa de su amante y a la presunta asesina le tocó dormir en el sofá mientras la víctima compartía la cama del hombre

La Policía consideró que el sabotaje lo había ejecutado un profesional del deporte y alguien cercano a Van Doren, dado que la víctima, madre de dos hijos, doblaba y guardaba siempre su propio paracaídas. Ahora, defensa y ministerio fiscal presentarán sus argumentos ante el tribunal, y está previsto que el 29 de septiembre empiecen a desfilar algunos testigos, comenzando por los compañeros de club de paracaidismo de la víctima.

Eran amigas, pero amaban al mismo hombre: su instructor de paracaidismo. El deporte que fue su pasión se convirtió también en su yugo. Els Van Doren no pudo abrir su paracaídas, tampoco el de emergencia, un fatídico sábado de noviembre de 2007 porque su amiga, Els Clottemans, que al igual que ella se acostaba con el instructor, había cortados las cuerdas. Y terminó estrellándose contra un jardín en Bélgica desde 4.000 metros de altura.