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Tener hijos varones o mujeres dependería de los genes masculinos
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NUEVA HIPÓTESIS

Tener hijos varones o mujeres dependería de los genes masculinos

Un investigador británico tiene una nueva explicación sobre cómo los seres humanos podemos mantener un equilibrio entre hombres y mujeres en la población, pese a la

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Tener hijos varones o mujeres dependería de los genes masculinos

Un investigador británico tiene una nueva explicación sobre cómo los seres humanos podemos mantener un equilibrio entre hombres y mujeres en la población, pese a la gran cantidad de varones jóvenes que mueren en guerras y al aborto selectivo de fetos femeninos en ciertas partes del mundo. Corry Gellatly, investigador de la Newcastle University, propone que existe un gen que determina si un hombre tendrá más hijos varones, mujeres o igual cantidad de unos y otras.

Cuando faltan mujeres en una población, ellas tienen mayor probabilidad de encontrar una pareja y son, por lo tanto, más propensas a pasarle a sus hijos el gen que aumenta la probabilidad de tener hijas mujeres. Y cuando escasean los hombres, ese fenómeno reproductivo se invierte.

"Es un mecanismo de contrapeso. No se puede tener una población que tienda a estar integrada por mujeres o por hombres" solamente, explicó Gellatly. La relación de nacimientos de varones con respecto a los de mujeres creció significativamente al final de cada guerra mundial en los países involucrados. Varias hipótesis trataron de explicar ese fenómeno.

Una idea es que, al regresar, los soldados tienen relaciones sexuales muy frecuentes con sus parejas, lo que adelantaría la fertilización en el ciclo menstrual e incrementaría la probabilidad de tener hijos varones. Otra hipótesis sostiene que los hombres más grandes son más propensos a sobrevivir a las guerras y a tener hijos varones.

Tras analizar 927 árboles genealógicos de Norteamérica y Europa que incluyeron a 556.387 personas en total, Gellatly propone otra explicación. En un artículo publicado en la edición en internet de Evolutionary Biology, el investigador sugirió que los hombres serían portadores de un gen que controla la relación de espermatozoides X e Y, y así la probabilidad de ser padre de varones y mujeres. Las mujeres también son portadoras de ese gen y lo pasan a sus hijos, pero no lo expresan.

Gellatly diseñó un modelo informatizado para simular cómo actuaría el gen en 500 generaciones, además de examinar si la relación de sexos de los hijos en árboles genealógicos reales respaldaba su hipótesis. Ambos experimentos incluían su idea de la existencia del gen del género. El gen del género sería muy antiguo, dijo el autor, y estaría presente quizás en muchas especies (plantas o animales) que se reproducen sexualmente.

Casi todos nuestros genes están agrupados en pares, cada uno heredado del padre y la madre. Gellatly propone que el gen que controla el género de los hijos viene en versión "masculina" y "femenina" con tres combinaciones posibles de los dos. Así, un hombre puede tener un gen "varón-varón", que promovería la formación de espermatozoides con cromosoma Y; un gen "varón-mujer", que lo haría producir casi la misma cantidad de espermatozoides con cromosoma X e Y; y un gen "mujer-mujer", que lo haría producir más espermatozoides con cromosoma X.

Un investigador británico tiene una nueva explicación sobre cómo los seres humanos podemos mantener un equilibrio entre hombres y mujeres en la población, pese a la gran cantidad de varones jóvenes que mueren en guerras y al aborto selectivo de fetos femeninos en ciertas partes del mundo. Corry Gellatly, investigador de la Newcastle University, propone que existe un gen que determina si un hombre tendrá más hijos varones, mujeres o igual cantidad de unos y otras.

Cuando faltan mujeres en una población, ellas tienen mayor probabilidad de encontrar una pareja y son, por lo tanto, más propensas a pasarle a sus hijos el gen que aumenta la probabilidad de tener hijas mujeres. Y cuando escasean los hombres, ese fenómeno reproductivo se invierte.

"Es un mecanismo de contrapeso. No se puede tener una población que tienda a estar integrada por mujeres o por hombres" solamente, explicó Gellatly. La relación de nacimientos de varones con respecto a los de mujeres creció significativamente al final de cada guerra mundial en los países involucrados. Varias hipótesis trataron de explicar ese fenómeno.

Una idea es que, al regresar, los soldados tienen relaciones sexuales muy frecuentes con sus parejas, lo que adelantaría la fertilización en el ciclo menstrual e incrementaría la probabilidad de tener hijos varones. Otra hipótesis sostiene que los hombres más grandes son más propensos a sobrevivir a las guerras y a tener hijos varones.

Tras analizar 927 árboles genealógicos de Norteamérica y Europa que incluyeron a 556.387 personas en total, Gellatly propone otra explicación. En un artículo publicado en la edición en internet de Evolutionary Biology, el investigador sugirió que los hombres serían portadores de un gen que controla la relación de espermatozoides X e Y, y así la probabilidad de ser padre de varones y mujeres. Las mujeres también son portadoras de ese gen y lo pasan a sus hijos, pero no lo expresan.

Gellatly diseñó un modelo informatizado para simular cómo actuaría el gen en 500 generaciones, además de examinar si la relación de sexos de los hijos en árboles genealógicos reales respaldaba su hipótesis. Ambos experimentos incluían su idea de la existencia del gen del género. El gen del género sería muy antiguo, dijo el autor, y estaría presente quizás en muchas especies (plantas o animales) que se reproducen sexualmente.

Casi todos nuestros genes están agrupados en pares, cada uno heredado del padre y la madre. Gellatly propone que el gen que controla el género de los hijos viene en versión "masculina" y "femenina" con tres combinaciones posibles de los dos. Así, un hombre puede tener un gen "varón-varón", que promovería la formación de espermatozoides con cromosoma Y; un gen "varón-mujer", que lo haría producir casi la misma cantidad de espermatozoides con cromosoma X e Y; y un gen "mujer-mujer", que lo haría producir más espermatozoides con cromosoma X.