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Fumar, cuestión de sexo
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Fumar, cuestión de sexo

Las mujeres fuman con menos caladas y menos profundas que los hombres, una diferencia que trasciende las formas y se traduce en que ellas tengan niveles

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Fumar, cuestión de sexo

Las mujeres fuman con menos caladas y menos profundas que los hombres, una diferencia que trasciende las formas y se traduce en que ellas tengan niveles inferiores de monóxido de carbono (CO) que ellos. Así se desprende del informe de la UE Help Comets, que refleja que las mujeres fumadoras europeas tienen una media de 15 partículas de CO por millón (ppmm), mientras en los hombres fumadores esa cifra asciende a 17,8 ppmm. En las españolas los datos son similares, con 15,7 partículas de CO por millón en las mujeres fumadoras y 17,6 en los hombres fumadores.

El estudio fue presentado este jueves en España por el director de la Representación de la Comisión Europea en España, José Luis González Vallvé; el coordinador del grupo de tabaquismo de la Sociedad Madrileña de Neumología y Cirugía Torácica, Carlos Jiménez, y el coordinador del área de tabaquismo de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), Juan Riesco.

Según ha explicado Jiménez, se trata del informe más importante realizado en Europa hasta el momento y está basado en una muestra de 221.655 mediciones de aire expirado (90.979 de fumadores y 130.776 de no fumadores) en los 27 países de la UE. Las mediciones, realizadas mediante una prueba similar a la de un test de alcoholemia, arrojaron una media europea de 3,5 partículas de CO por millón en los no fumadores y de 16,4 en los fumadores. En España los no fumadores presentaron 3,4 partículas de CO por millón, y los fumadores, 16,7.

Además el informe constata una reducción lenta y progresiva de los niveles de CO desde 2006 a 2008 en fumadores y no fumadores (de 3,6 a 2,6 en la UE), algo más acusada en España (de 4 a 2,9) porque "veníamos de niveles elevados" ha señalado Jiménez. Esta disminución no puede atribuirse en su totalidad a la aplicación de medidas restrictivas contra el tabaco, ya que se ha producido en todos los países de la UE y no en todos existe este tipo de normativa, ha señalado Jiménez. "Podría deberse a que en general se fuma menos", ha señalado.

Los países con niveles más altos de partículas de CO son Grecia, Hungría y Polonia, señalan los autores del estudio, que subrayan que este gas es una de las 3.500 sustancias nocivas del humo del tabaco. Los países con menores índices de CO son Suecia, Letonia y Finlandia. Las diferencias en la manera de fumar entre hombres y mujeres podría tener implicaciones en los tratamientos.

Según ha explicado Jiménez, las mujeres fuman por disfrutar del cigarrillo, mientras los hombres lo hacen para aminorar los síntomas del síndrome de abstinencia que provoca la nicotina. Esto podría conducir a que en los varones los tratamientos con fármacos bastarían para la deshabituación tabáquica mientras en las mujeres debería ir acompañada de apoyo psicológico, ha asegurado. Sin embargo, ha asegurado que faltan estudios para demostrar aseveraciones como que un cigarrillo en una mujer hace el mismo daño que 1,8 en un hombre, ha señalado Riesco.

En todo caso, los representantes de las sociedades médicas han subrayado que el tabaco es dañino para ambos sexos y para los fumadores pasivos. Un fumador pasivo puede llegar a tener los mismos niveles de CO que un fumador activo en determinados ambientes como una discoteca, ha señalado Riesco, quien ha advertido de que el humo del tabaco puede llegar a ser peor para el no fumador porque el filtro de los cigarrillos impide que pasen ciertas sustancias al pulmón del fumador.

El representante de la SEPAR ha incidido en que la mayor fuente de contaminación por monóxido de carbono en la UE por encima del tráfico o la polución industrial es el humo del tabaco, que acaba con 650.000 vidas al año y cuyo coste sanitario asciende a 100.000 millones de euros anuales.

Las mujeres fuman con menos caladas y menos profundas que los hombres, una diferencia que trasciende las formas y se traduce en que ellas tengan niveles inferiores de monóxido de carbono (CO) que ellos. Así se desprende del informe de la UE Help Comets, que refleja que las mujeres fumadoras europeas tienen una media de 15 partículas de CO por millón (ppmm), mientras en los hombres fumadores esa cifra asciende a 17,8 ppmm. En las españolas los datos son similares, con 15,7 partículas de CO por millón en las mujeres fumadoras y 17,6 en los hombres fumadores.