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Ni el tabaco ni el alcohol son culpables de las dificultades de los jóvenes para tener hijos
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Ni el tabaco ni el alcohol son culpables de las dificultades de los jóvenes para tener hijos

"Nuestra fertilidad está cambiando y no hay marcha atrás". Lo asegura el doctor Manel Elbaile, especialista en reproducción asistida del Instituto Marqués y uno de los

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Ni el tabaco ni el alcohol son culpables de las dificultades de los jóvenes para tener hijos

"Nuestra fertilidad está cambiando y no hay marcha atrás". Lo asegura el doctor Manel Elbaile, especialista en reproducción asistida del Instituto Marqués y uno de los autores de un estudio que, tras más de dos años de investigación, arroja datos demoledores: un 57,8% de los jóvenes españoles presenta un semen de calidad inferior al que los médicos consideran normal, por lo que podrían tardar más de lo habitual en tener hijos o podrían verse obligados a acudir a un centro de fertilidad. El estudio es revelador en tanto que demuestra estas dificultades geograficamente y desmitifica el hecho de que el consumo de alcohol y tabaco son los culpables de empobrecer la calidad del semen.

Elbaile ha explicado a El Confidencial que "lo que realmente altera la calidad del semen son los productos tóxicos que actúan cuando la mujer está embarazada y alteran la función de las células encargadas de la producción de los espermatozoides de forma definitiva", por lo que se destierra la idea de que la calidad del semen empeore en la edad adulta ya que se nace con el problema. Según ha explicado el doctor, "estos productos tóxicos son disruptores endocrinos o estrogénicos; sustancias elaboradas por la industria que se utilizan en todo lo que nos rodea -envases, espumas, cremas de afeitar...- que en su proceso de biodegradación pasan a la cadena alimentaria" y actúan como hormonas femeninas.

Valencianos, catalanes y vascos, los peor parados

El estudio, dirigido por el servicio de Reproducción Asistida del Instituto Marqués, fue realizado con más de 1.239 muestras de semen de jóvenes de entre 18 y 30 años recogidas en 60 centros de reproducción asistida de las 17 comunidades autónomas y arroja datos con interés estadístico en seis comunidades, de las cuales Galicia, Andalucía y Madrid se sitúan a la cabeza en cuanto a calidad de semen frente a la Comunidad Valenciana, Cataluña y País Vasco, donde las muestras presentaban niveles inferiores de concentración de espermatozoides.

En las muestras recogidas en Galicia esta concentración -considerada como el valor más indicativo de la fertilidad- era inferior a los 20 millones de espermatozoides por mililitro de semen en sólo un 8,8% de jóvenes; en Andalucía ese porcentaje se eleva al 13,7% y en Madrid al 14,8%. Por otro lado, en la Comunidad Valenciana un 22,7%de las muestras tenían concentraciones inferiores a los 20 millones de espermatozoides, cifra similar a la de Cataluña, mientras en el País Vasco el porcentaje es de un 18,7%. Elbaile ha comentado a este medio que "anteriores estudios realizados en La Coruña y Barcelona mostraron paradojicamente que aunque ellos tenían mejor calidad de semen, mostraban una incidencia mayor de tabaco y alcohol que los vecinos de Barcelona".

Producción industrial y pesticidas

Según la directora del estudio y jefa de Servicio de reproducción Asistida del Instituto Marqués, Marisa López Teijón, los niveles fueron aún peores en la región de Murcia. Sin embargo, "los datos no pueden ser tenidos en cuenta porque se recogieron solo 56 muestras", menos de las requeridas para que los datos tengan rigor estadístico, matizó. Su compañero achaca estos datos a la existencia de "pesticidas en la Huerta Murcia". Investigaciones anteriores pusieron de manifiesto que uno de cada cinco varones con concentraciones bajas presentan alteraciones cromosómicas por lo que, incluso las técnicas de reproducción asistida serían infructuosas para tener hijos. Las diferencias geográficas coinciden con el mapa de las clínicas de fertilidad en España, cuya presencia es más acentuada en la región valenciana y murciana, aseguró López Teijón. A su juicio, la explicación de estas diferencias reside en la contaminación industrial y los denominados disruptores endocrinos o estrogénicos. Estos últimos son sustancias químicas de origen industrial que se acumulan en el tejido graso del organismo y actúan como hormonas femeninas.

Pueden afectar a la formación de los testículos en el feto, en el tercer mes de embarazo, ya que las madres los trasmiten a sus hijos varones a través del cordón umbilical, y alterar el proceso de formación de los espermatozoides, explicó. Según la Unión Europea, existen más de 550 disruptores endocrinos o estrogénicos -sustancias químicas capaces de alterar el sistema hormonal y ocasionar diferentes daños sobre la salud- que se usan en la elaboración de pesticidas, fertilizantes, plásticos, cosméticos, materiales de construcción, productos de limpieza o que liberan las plantas incineradoras y son resistentes a la biodegradación. En relación a otros países de Europa, los resultados del análisis están en línea con otros estudios que revelan que en Finlandia la calidad del semen no ha variado en los últimos años y es muy elevada frente a zonas industrializadas como Dinamarca, donde es menor.

Sin embargo, según el estudio el consumo de alcohol, tabaco o el estrés no altera la calidad del semen. "No es un problema de hábitos tóxicos, sino que viene determinada en la fase embrionaria por la incidencia de las sustancias tóxicas a las que se ha visto sometida la madre", subrayó Manel Ebaile. En este sentido, la doctora López Teijón aseguró que "lo único" que mejora la calidad del semen en individuos sanos y sin problemas es "eyacular mucho, solo o acompañado", porque de esa manera se eliminan los espermatozoides muertos.

"Nuestra fertilidad está cambiando y no hay marcha atrás". Lo asegura el doctor Manel Elbaile, especialista en reproducción asistida del Instituto Marqués y uno de los autores de un estudio que, tras más de dos años de investigación, arroja datos demoledores: un 57,8% de los jóvenes españoles presenta un semen de calidad inferior al que los médicos consideran normal, por lo que podrían tardar más de lo habitual en tener hijos o podrían verse obligados a acudir a un centro de fertilidad. El estudio es revelador en tanto que demuestra estas dificultades geograficamente y desmitifica el hecho de que el consumo de alcohol y tabaco son los culpables de empobrecer la calidad del semen.