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La acupuntura resucita entre los jóvenes por el abuso del ordenador
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La acupuntura resucita entre los jóvenes por el abuso del ordenador

Los chinos más jóvenes veían la acupuntura como una tradición más bien propia de sus mayores, pero el auge de Internet ha cambiado esta visión: ahora

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La acupuntura resucita entre los jóvenes por el abuso del ordenador

Los chinos más jóvenes veían la acupuntura como una tradición más bien propia de sus mayores, pero el auge de Internet ha cambiado esta visión: ahora son muchos los que acuden a este arte para tratarse dolores de espalda, picores de ojos y otras dolencias derivadas del uso continuado de ordenadores. Hasta hace bien poco, las consultas de los hospitales de medicina tradicional, como el que hay en el barrio de Chaoyang, estaban copadas por personas de la tercera edad que iban a tratarse con agujas dolencias de todo tipo, pero cada vez son más los jóvenes en la sala de espera.

"Llegan con dolores de cuello, de hombros, de cintura, de columna... En estos casos, la acupuntura puede traer muy buenos resultados", explica la doctora Chen, una de las expertas en medicina tradicional del hospital. "Antes eran los mayores los que usaban esta medicina china, pero ahora los jóvenes también, sobre todo en cosas como el insomnio o la inestabilidad de su humor", añade la doctora.

Antes de tratar a los pacientes, Chen les hace un reconocimiento de cinco minutos, sin estetoscopios ni aparato alguno, usando un sistema con miles de años de historia: pide al enfermo que saque la lengua y toca el pulso en los dos brazos, mientras le pregunta qué le sucede. Después de esta simple operación, ya sabe cuántas agujas ha de clavar, y en qué puntos estratégicos del cuerpo, los llamados "xuewei" que, según Chen, se descubrieron a lo largo de historia y por casualidad.

De acuerdo con el relato de la doctora, el primero de estos "xuewei" lo debió encontrar hace miles de años alguien, un cazador seguramente, al darse un golpe en uno de esos lugares estratégicos y comprobar, asombrado, que ese encontronazo le quitaba de forma casi mágica un dolor de cabeza o de estómago. Por esos puntos fluye la energía, el "qi" del que se habla en el budismo y el taoísmo chino, un elemento que la ciencia no ha demostrado que exista pero en el que los chinos creen firmemente.

Con esa misma fe acuden en los últimos años miles de jóvenes chinos, cada vez más apasionados por el ordenador y por Internet (China ya es la mayor comunidad de internautas del mundo, con más de 220 millones de usuarios de la red). Hasta los hay que acuden a la aguja, o métodos más tecnológicos pero igualmente basados en la acupuntura tradicional, para tratar su adicción a Internet. No hay este tratamiento de choque en el hospital de Chaoyang, pero sí en clínicas especiales de toda China, que mediante impulsos eléctricos dirigidos hacia los "xuewei" de la acupuntura, afirman que pueden tratar esa adicción, que tiene preocupados a padres y profesores chinos.

Hospitales de Pekín, incluso algunos de carácter militar, ofrecen este servicio, que, unido a una dura disciplina castrense, promete a los padres de niños "adictos" una curación. La acupuntura y otras prácticas médicas tradicionales, como la moxibustión -en la que se colocan ventosas calientes de cristal en el cuerpo del paciente-, no sólo han atraído jóvenes pacientes, sino también estudiantes: el antiguo arte parece tener asegurado su futuro, pese a que la medicina occidental gane terreno.

En el hospital, jóvenes aprendices hacen sus prácticas, después de haber estudiado cinco años de teorías, en los principales centros de enseñanza del país (los cuatro mejores están en las ciudades de Pekín, Shanghai, Nankín y Wuhan). Muchos de los pacientes en el hospital acuden para pequeñas dolencias o problemas crónicos, y con frecuencia se "pasan" a la medicina occidental en caso de enfermedades más graves: pero la doctora Chen asegura que la acupuntura y otras prácticas no sólo sirven para prevenir o para aliviar. Chen señala que en su hospital se tratan a pinchazo limpio incluso algunos casos de parálisis, y que aunque un tratamiento así es largo -puede durar unos tres años- los resultados son muy positivos.

Los chinos más jóvenes veían la acupuntura como una tradición más bien propia de sus mayores, pero el auge de Internet ha cambiado esta visión: ahora son muchos los que acuden a este arte para tratarse dolores de espalda, picores de ojos y otras dolencias derivadas del uso continuado de ordenadores. Hasta hace bien poco, las consultas de los hospitales de medicina tradicional, como el que hay en el barrio de Chaoyang, estaban copadas por personas de la tercera edad que iban a tratarse con agujas dolencias de todo tipo, pero cada vez son más los jóvenes en la sala de espera.