Patente para evitar afecciones tras el desprendimiento de retina
Cada año son operadas en España 10.000 personas por desprendimiento de retina, pero 1.000 sufren una grave complicación postoperatoria consistente en una cicatrización exagerada que les
Cada año son operadas en España 10.000 personas por desprendimiento de retina, pero 1.000 sufren una grave complicación postoperatoria consistente en una cicatrización exagerada que les impide la visión, aunque una nueva patente permitirá detectar cuáles son estos pacientes.
Se trata del resultado de un estudio que se ha desarrollado en ocho hospitales de España, con apoyo del Ministerio de Sanidad y la Junta de Galicia, que ha permitido identificar los genes que distinguen a unos pacientes de otros, explicó el especialista y coordinador de los trabajos, José Pastor, quien presentó la patente en el 83 Congreso Nacional de Oftalmología. El próximo paso de la investigación será someter a estas personas a un tratamiento específico y cómodo, que aún está en estudio y se dará a conocer en los próximos meses, que mejorará los resultados de la intervención.
Además, el objetivo es realizar estudios en diversos países de Europa para que sea aplicado en otros países, pues Pastor calcula que, sólo en España, se podría detectar al menos el 30% de los casos, lo que conlleva un ahorro de 6 ó 7 millones de euros al año, pues la solución para los afectados es muy complicada y muy costosa, unas 5.000 libras según cálculos del Reino Unido. Los desprendimientos de retina se pueden producir a cualquier edad en cualquier persona, pero la población de mayor riesgo son las operadas de cataratas, los miopes y los mayores de 40 años, detalló.
Afecta a dos españoles por cada 10.000 habitantes al año, lo que supone unos 10.000 afectados anuales y todos tienen que ser operados, pero al 10% no sólo no se les corrige la dolencia sino que se les complica por este efecto, que convierte la retina en una gran cicatriz, y que hasta ahora no se podía predecir. Para saber quiénes padecerán esta consecuencia bastará tomar una muestra de sangre del paciente e introducirla en un microchip que a los pocos minutos ofrecerá su resultado, explicó.
El especialista, quien subrayó tanto la importancia de que este avance permita personalizar los tratamientos, como de la coordinación entre centros españoles, lo que ha permitido estudiar a 450 pacientes y registrar el avance en la Oficina de Patentes Españolas en un año.
El Instituto de Oftalmobiología Aplicada de la Universidad de Valladolid, bajo la dirección de Jose Pastor, ha coordinado el trabajo en el que han participado el Hospital de Donostia en San Sebastián, el Reina Sofía de Córdoba, el Vall D'Hebrón, la Clínica Barraquer, el Instituto Visum de Alicante, y el Hospital Río Ortega y el Universitario de Valladolid.
Además, se realizó a través del Departamento de Genómica de la Universidad de Santiago, que aseguró cuenta con uno de los expertos más destacados en la materia, Ángel Carracedo.
Cada año son operadas en España 10.000 personas por desprendimiento de retina, pero 1.000 sufren una grave complicación postoperatoria consistente en una cicatrización exagerada que les impide la visión, aunque una nueva patente permitirá detectar cuáles son estos pacientes.