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Guía para reconocer los signos de la bulimia y anorexia
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Guía para reconocer los signos de la bulimia y anorexia

La anorexia y la bulimia son males que, pese a aparecer continuamente en los medios de comunicación, resultan difícilmente reconocibles ya que las personas que lo

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Guía para reconocer los signos de la bulimia y anorexia

La anorexia y la bulimia son males que, pese a aparecer continuamente en los medios de comunicación, resultan difícilmente reconocibles ya que las personas que lo padecen lo ocultan y mienten constantemente. Por ello, no está demás recordar mediante esta sencilla guía, recogida en el portal Urgente 24 cuales son los signos de alerta.

La bulimia o bulimia nerviosa es un trastorno mental relacionado con la comida. Su característica esencial consiste en que la persona sufre episodios de atracones compulsivos, seguidos de un gran sentimiento de culpabilidad y sensación de pérdida de control. Suele alternarse con episodios de ayuno o de muy poca ingesta de alimentos, pero al poco tiempo vuelven a sufrir episodios de ingestas compulsivas.

Un atracón consiste en consumir en un tiempo inferior a dos horas una cantidad de comida muy superior a la que la mayoría de individuos comerían. A pesar de que el tipo de comida que se consume en los atracones puede ser variada, generalmente se trata de dulces y alimentos de alto contenido calórico (como helados, pasteles o chocolate).

Los individuos con este trastorno se sienten muy avergonzados de su conducta e intentan ocultar los síntomas. Los atracones se realizan a escondidas o lo más disimuladamente posible. Los episodios suelen planearse con anterioridad y se caracterizan (aunque no siempre) por una rápida ingesta de alimento.

Otra característica esencial de este trastorno la constituyen las conductas compensatorias inapropiadas para evitar la ganancia de peso. Muchos individuos usan diferentes medios para intentar compensar los atracones: el más habitual es la provocación del vómito. Este método de purga lo emplean el 80–90% de los sujetos que acuden a centros clínicos para recibir tratamiento. Los efectos inmediatos de vomitar consisten en la desaparición inmediata del malestar físico y la disminución del miedo a ganar peso. Otras conductas de purga son: el uso excesivo de laxantes y de diuréticos, enemas, realización de ejercicio físico muy intenso, ayuno...

Tipos de bulimia

En función del tipo de purga que utilizan para compensar el atracón, tenemos:

1- Tipo purgativo: Cuando se utiliza como conducta compensatoria inapropiada el vómito, laxantes, diuréticos o enemas.

2- Tipo no purgativo: Cuando se realizan otras conductas compensatorias como el ejercicio físico intenso o no se hace nada o se hace mucho ayuno.

Se recomienda analizar el entorno social de aquellas personas que tienen este problema: familia, amigos, etcétera. En algunos casos, la familia es el principal factor problema por falta de comunicación, y la persona hace lo imposible por no ser invisible ante la sociedad. La razón de estas acciones son que estas personas se sienten rechazadas por el mundo y, algunas veces, no son conscientes de que están haciendo un daño irreparable a su salud, pues produce falta de sueño, fatiga, mal humor por lo general y en ocasiones una gran pérdida de peso (no obstante, son muchas las personas que padecen bulimia que mantienen un peso normal o un ligero sobrepeso).

Normalmente, estas personas se sienten muy incomprendidas al sentir que no encajan en esta sociedad tan exigente por un buen fisico y una cara bonita. Piensan que solamente si son delgadas y guapas lograrán triunfar en la sociedad. Las personas con bulimia suelen ser personas inseguras y con una baja autoestima, relacionada directamente con el peso o la imagen corporal.

Población en riesgo

La población de riesgo está formada sobre todo por mujeres de raza blanca y clase media o alta en países industrializados como Estados Unidos, America Latina, España, Canadá, Australia, Japón, Nueva Zelanda, Sudáfrica... La bulimia nerviosa se inicia generalmente en la adolescencia o al principio de la vida adulta. Los atracones suelen empezar después o durante un periodo de régimen dietético.

Los efectos más comunes son la aspiración (paso del contenido gástrico al árbol bronquial), rotura esofágica o gástrica, neumomediastino (entrada de aire al interior de la cavidad torácica), hipopotasemia (niveles bajos de potasio en la sangre), arritmia cardíaca, ansiedad o compulsión para comer, vómitos, abuso de medicamentos laxantes y diuréticos, seguimiento de dietas diversas, deshidratación, alteraciones menstruales y amenorrea, aumento y bajadas de peso bruscas, aumento de caries dentales, pérdida del esmalte dental, aumento de la glándula salivar.

Negación del hambre

En cuanto a la anorexia, proviene del griego a-/an- (negación) + orégo (tender, apetecer). Consiste en un trastorno de la conducta alimentaria que supone una pérdida de peso provocada por el propio enfermo y lleva a un estado de inanición. La anorexia nerviosa se caracteriza por el temor a aumentar de peso y por una percepción distorsionada y delirante del propio cuerpo que hace que el enfermo se vea obeso aun cuando su peso se encuentra por debajo de lo recomendado.

Como consecuencia, se inicia una disminución progresiva del peso mediante ayunos y la reducción de la ingesta de alimentos. También puede ser que la persona se vea afectada por atracones y después se recurra a la purga de los alimentos por el vómito o el uso de laxantes pero esta enfermedad esta catalogada como bulimia. Afecta sobre todo a las mujeres de 13 a 25 años (esta cifra ha ido variando con el tiempo).

Este tipo de anorexia precisa no sólo una realimentación, sino también un tratamiento psicológico. El tema es ampliamente discutido últimamente, pues determinadas actitudes modernas como la ropa cada vez más estrecha, o la aparición de modelos de pasarela cada vez más delgadas puede influir negativamente en el ánimo de muchas jóvenes que tratan de conseguir el supuesto cuerpo perfecto que la sociedad parece pedir.

Educación como solución

Según muchos psicólogos, la solución a este problema pasa por formar a la juventud, escapar de esa moda de la delgadez extrema y enseñar a la gente a ser feliz con su propio cuerpo. En general, la persona afectada de anorexia tiende a negar el problema y se opone a la rehabilitación por miedo a subir de peso.

La más peligrosa de las causas es la primera, dado que el deseo de la persona por adelgazar puede llevar a extremos tales que el organismo se vea gravemente afectado. Determinados casos de mujeres han llegado a puntos en que el periodo menstrual se interrumpe, el deterioro mental se hace irrecuperable y puede llegar a morirse.

Algunos síntomas de la anorexia nerviosa son: miedo excesivo a subir de peso, alteraciones en la imagen corporal, perdida de peso notable, alteraciones en la menstruación o amenorrea (en mujeres), miedo a comer en frente de otras personas, irritabilidad, alteraciones del sueño (Insomnio), ejercicio excesivo, excusas para no comer (dolor de estómago, estudios, etcétera), osteoporosis, frío constante, pérdida del esmalte en los dientes y caries, desmayos, fatiga, uñas frágiles, mareos, indigestión al comer, estreñimiento, caída del cabello y aparición de lanugo (vello como el de los bebés).

La anorexia y la bulimia son males que, pese a aparecer continuamente en los medios de comunicación, resultan difícilmente reconocibles ya que las personas que lo padecen lo ocultan y mienten constantemente. Por ello, no está demás recordar mediante esta sencilla guía, recogida en el portal Urgente 24 cuales son los signos de alerta.

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