El 20% de los ensayos clínicos en EEUU prescinde de las mujeres
Un 20% de los ensayos clínicos realizados en Estados Unidos no incluye a las mujeres, aunque sus conclusiones se extrapolan al conjunto de la población, lo
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Un 20% de los ensayos clínicos realizados en Estados Unidos no incluye a las mujeres, aunque sus conclusiones se extrapolan al conjunto de la población, lo que impide obtener "información útil para asegurar la efectividad de los medicamentos". Así lo indicó la doctora Rosario López, bioestadística de la Universidad Autónoma de Madrid, quien denunció la "invisibilidad femenina" en las pruebas clínicas pese a que se ha demostrado que los fármacos no actúan de igual modo en los hombres que en las mujeres.
La experta adujo que la introducción de la perspectiva de género en la salud es "una de las asignaturas pendientes de las ciencias biomédicas". Indicó que la "tendencia histórica" de realización de estudios que incluyen mayoritariamente muestras de varones, y la extrapolación de los resultados a las mujeres, "parte de la presunción errónea de igualdad" física entre ambos sexos. Cuestiones como la grasa corporal, la altura, el peso o las hormonas son factores que, según la especialista, influyen en el modo en que los medicamentos actúan sobre el organismo.
"Existen evidencias en la literatura médica que confirman que los hombres y mujeres absorben, distribuyen y metabolizan medicamentos de forma diferente", insistió. La doctora apuntó que en la práctica se aplican los resultados clínicos indistintamente, pese a que la respuesta a un tratamiento no tiene por qué ser igual entre hombres y mujeres debido a sus "diferencias biológicas y psicosociales".
López comentó que la presencia mínima del colectivo femenino en las pruebas de nuevos medicamentos se justifica por distintos motivos como "el riesgo potencial de daño fetal", en el caso de embarazo, o los trastornos hormonales asociados a la menopausia. A esto añadió que las mujeres se muestran también más reacias que los hombres a participar en las pruebas, no sólo por la posibilidad de un embarazo sino también por tener una menor disponibilidad de tiempo, al compatibilizar el trabajo profesional con el cuidado de hijos u otros familiares.
A juicio de la profesora, estos argumentos que de entrada parecen ser favorables a las mujeres "han podido dañarlas en lugar de protegerlas". Recordó que, desde el punto de vista normativo, la FDA -agencia que regula los medicamentos en Estados Unidos- publicó una guía en el año 1977 que excluía explícitamente de los ensayos a las que estaban en edad fértil.
Posteriormente, prosiguió, la comprobación de la falta de información y el desconocimiento de los efectos secundarios que causó esta desigualdad, llevó a que en el año 1994 la FDA rescindiera la prohibición y publicara una guía para "el estudio y la evaluación de las diferencias según el sexo de los ensayos". La doctora, que participa hoy en un curso de verano sobre "la perspectiva de género en el ámbito de la salud", concluyó que, a la vista de los hechos, "estas recomendaciones se siguen con cierta flexibilidad".
Un 20% de los ensayos clínicos realizados en Estados Unidos no incluye a las mujeres, aunque sus conclusiones se extrapolan al conjunto de la población, lo que impide obtener "información útil para asegurar la efectividad de los medicamentos". Así lo indicó la doctora Rosario López, bioestadística de la Universidad Autónoma de Madrid, quien denunció la "invisibilidad femenina" en las pruebas clínicas pese a que se ha demostrado que los fármacos no actúan de igual modo en los hombres que en las mujeres.