La triste canción de todos los veranos

La pregunta es obvia: ¿Por qué no se hacen controles eficaces y se penaliza a quienes venden productos nocivos para la vista? Hablamos de las gafas de sol y del verano que es cuando más se venden y se usan.

Alrededor de 3 de cada 10 gafas de sol que se venden en España no pasan los controles sanitarios, lo que significa que no protegen realmente de los rayos del sol y atentan contra la salud de los ojos, según los especialistas de Alain Afflelou Óptico y la Corporación Oftalmológica Vissum.

"Aunque a simple vista parezcan de calidad, con la compra de estas gafas estamos incurriendo en un importante daño para la salud de nuestros ojos. No debemos olvidar que las gafas de sol son un producto sanitario y la óptica es el lugar indicado para su compra", en palabras del óptico de Afflelou, Isaac Vargas.

"Estamos muy concienciados de cuidar la piel con protector solar o del uso de gorras en esta estación, pero al mismo tiempo no es muy habitual que los padres se preocupen por proteger del sol los ojos de sus hijos, e incluso llama la atención ver a niños pequeños con gafas de sol", remata Vargas.

Como también llama la atención que Sanidad se esmere en la caza y captura de pasta de dientes en mal estado y no haga igual con la protección de los ojos a través de lentes. Hay que recordar que, por ejemplo, las gafas sin control de calidad pueden producir lesiones agudas como queratitis solar y quemaduras retinianas. O crónicas, como pterigium, cataratas y degeneración macular.

"En los más pequeños suelen producirse las agudas con más frecuencia", según el oftalmólogo Jorge Torres, de Vissum. Pero aquí no pasa nada, a pesar de que estemos cansados de oír la misma canción verano tras verano.