La farmacia española, el gran contribuyente de las arcas del Estado

Gran contribuyente y gran empleador. Así define el modelo de farmacia español José María Besalduch, socio director de la asesoría especializada Aspime, quien ha realizado una de las últimas radiografías de este sector en nuestro país. Todo ello, en un momento crucial en el que la Comisión Europea amenaza con cambiar la configuración de dicho modelo con el objetivo, según los argumentos de los comisarios de Mercado Interior, de liberalizar el negocio para preservar la libre competencia.

La peculiaridad de la oficina de farmacia es que es tanto un establecimiento sanitario como un operador privado. Y la farmacia española tiene una presión fiscal superior a las pymes “porque tributa por IRPF”, por ello se ha convertido en “el gran contribuyente a las arcas del Estado porque tributa por IRPF”. Según el estudio de Aspime, la facturación bruta de la farmacia ronda los 500.000 euros al año, con un margen bruto sobre las ventas del 27,43%. El margen neto de las oficinas antes de impuestos se eleva al 11,67%, mientras que restándole los mismos se queda en un 7,81%.

A todo esto hay que añadir el 2,87% sobre facturación en inversiones comunes y que el coste laboral es del 8,03%, sin contar el suelo del titular. Besalduch sostiene igualmente que la farmacia es el gran empleador. En 2002, la media de trabajadores en una farmacia era de 2,33, mientras que en 2005 la cifra había aumentado a 2,98. Además, este aumento de empleo ha sido fundamentalmente femenino y cualificado: “En los últimos años se ha sustituido a los auxiliares de farmacia y mozos por diplomados o técnicos de farmacia”.

Sin embargo, después de las últimas normativas y políticas de reducción de precio del medicamento los márgenes de beneficio mantienen una tendencia bajista. El margen neto, antes y después impuestos, ha pasado del 15% y 9% en 1998, respectivamente, al 12% y 8% el pasado año. Así las cosas, el sector se mantiene alerta ante los cambios que se avecinan si, finalmente, la Comisión Europea lleva a cabo sus pretensiones. Los reajustes bruscos, nunca son bienvenidos.