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Desequilibrios alimentarios en los comedores escolares
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Desequilibrios alimentarios en los comedores escolares

La alimentación de los niños que comen habitualmente en los colegios presenta desequilibrios. Según un estudio realizado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) sobre

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Desequilibrios alimentarios en los comedores escolares

La alimentación de los niños que comen habitualmente en los colegios presenta desequilibrios. Según un estudio realizado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) sobre casi un millar de menús escolares, se constata una escasez de verduras en los primeros platos, asi como falta de pescado y huevos en el segundo, y en ocasiones sustitución de fruta fresca por otra en almíbar en el postre. La OCU exige a la Administración que se establezcan unos mínimos de ingesta de los diferentes tipos de alimentos.

Teniendo en cuenta la tasa de obesidad infantil en España ronda el 14%, la alimentación de los niños en los colegios es básica para su correcto desarrollo. Los niños pasan en los colegios cerca de 170 días al año, jornadas en las que se incluye la comida y esta comida supone el 30% de los aportes nutricionales durante el día. La OCU ha querido comprobar si las comidas que se ofrecían en los colegios eran sinónimo de alimentación saludable, si aportaban los nutrientes necesarios para cada edad y si eran lo suficientemente flexibles como para adaptarse a las particularidades de estudiantes con ciertas enfermedades, alergias, convicciones religiosas, etcétera.

Para ello, realizó un estudio de 934 menús escolares. Como primera conclusión la OCU considera que las comidas escolares analizadas no son equilibradas y se repiten las formas de preparación de los alimentos. Así, en su mayoría se sirve un primer plato basado en hidratos (pasta, arroz, patatas, legumbre) o verduras. Ninguno de estos primeros platos plantea problemas, pues alcanzan el mínimo de raciones recomendadas, sin embargo, la presencia de verduras es escasa.

El número de raciones de verdura incluidas en los menús se incrementa debido a que la ofrecen como guarnición del segundo plato. Esto no es lo más correcto, según la OCU, porque muchos niños la dejan.

El análisis del segundo plato pone de manifiesto que el alimento que se repite más veces a lo largo de la semana es la carne, casi tres veces. Lamentablemente, los huevos y el pescado escasean, y cuando este último aparece, suele ser blanco. La OCU considera que es básico disminuir el consumo de carne y aumentar el de pescado y los huevos, ya que la carne contribuye a aumentar en la dieta las grasas saturadas y el colesterol. Según los menús analizados, parece ser que se consume algo más de pescado y huevos en los colegios públicos.

Como postre se ofrece a los niños, en la mayoría de ocasiones, fruta, pero en ocasiones está se presenta en almíbar, lo que no es conveniente por su alto contenido de azúcares. A juicio de la OCU, la leche y los yogures escasean en la dieta ofrecida por los colegios.

Con estos datos, la OCU propone a las familias cuidar el resto de las comidas del día con el objeto de paliar las posibles deficiencias del menú escolar. También exige a la Administración que se establezcan unos mínimos de ingesta de los diferentes tipos de alimentos, que se garantice la oferta de menús especiales para los escolares que lo necesiten, y que se evalúen, de manera sistemática, los requerimientos nutricionales de los escolares para que los menús se puedan ir adaptando a las nuevas necesidades. Finalmente, a los colegios se les recomienda que aprovechen las comidas para inculcar hábitos alimentarios adecuados y conocimientos sobre nutrición.

La alimentación de los niños que comen habitualmente en los colegios presenta desequilibrios. Según un estudio realizado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) sobre casi un millar de menús escolares, se constata una escasez de verduras en los primeros platos, asi como falta de pescado y huevos en el segundo, y en ocasiones sustitución de fruta fresca por otra en almíbar en el postre. La OCU exige a la Administración que se establezcan unos mínimos de ingesta de los diferentes tipos de alimentos.