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Toda la culpa para los porros
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Toda la culpa para los porros

No hay manera de que nos enteremos si de verdad la marihuana es tan ruin o tan buena como detractores y defensores airean en los medios

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Toda la culpa para los porros

No hay manera de que nos enteremos si de verdad la marihuana es tan ruin o tan buena como detractores y defensores airean en los medios de comunicación. Mientras los que saben de esto, investigadores serios de la Universidad Complutense de Madrid, se esmeran estos días en poner las cosas en su sitio, los periódicos, citando fuentes extranjeras, adjetivan todo lo que pueden para advertir de que el cannabis trastorna a los consumidores de tal manera que sus cerebros se quedan poco menos que hechos papilla.

Tal es así que los jóvenes usuarios de la hierba no dan pie con bola en los estudios. Todo esto resumido y escrito con letras gruesas en titulares de revistas, periódicos y webs. Ramón Torrens, el secretario de la Asociación Ramón Santos de Estudios sobre el Cannabis (ARSEC), no sale de su asombro y pregunta a las autoridades sanitarias si fumar porros conduce al fracaso escolar o es este fracaso en la escuela el que lleva a los jóvenes a consumir cannabis. Qué fue antes, el huevo o la gallina. Ahora que se ha descubierto a una familia turca que anda sobre sus pies y manos, todo es posible.

¿Dirá algo el Ministerio de Sanidad? Este departamento, en su informe, dice que entre el 7% y el 10% de los consumidores habituales de cannabis corre el riesgo de padecer trastornos de dependencia. Alarmante. Aunque cierto es que los jóvenes españoles no son suficientemente conscientes del riesgo, lo que puede conllevar al consumo abusivo de marihuana.

Esto demuestra, una vez más, la inutilidad de las campañas publicitarias de prevención. Pero de ello nadie se hace cargo, empezando por el propio Ministerio de Sanidad. En realidad, ¿existe en ese departamento el sentido común? Porque las llamadas campañas informativas que se hacen sobre esta sustancia, que no son verosímiles ni explicativas, lo único que hacen, como en el caso del tabaco, es meter el miedo en el cuerpo al personal.

Y con el miedo no se va a ninguna parte. A ver si se enteran de una vez. Que los científicos españoles especializados en cannabis, que los hay y con gran prestigio, digan la verdad... sentados al lado de Elena Salgado, si puede ser.

No hay manera de que nos enteremos si de verdad la marihuana es tan ruin o tan buena como detractores y defensores airean en los medios de comunicación. Mientras los que saben de esto, investigadores serios de la Universidad Complutense de Madrid, se esmeran estos días en poner las cosas en su sitio, los periódicos, citando fuentes extranjeras, adjetivan todo lo que pueden para advertir de que el cannabis trastorna a los consumidores de tal manera que sus cerebros se quedan poco menos que hechos papilla.