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 Mariano Rajoy. (Efe)

El líder del PP, Mariano Rajoy, aseguró hoy que los cambios y la renovación de equipos que ha llevado a cabo el partido en las últimas semanas obedecen a la necesidad de "mejorar sus mensajes y propuestas", pero sin renunciar a sus principios y valores. "Somos un partido de centro que reivindica la moderación y el sentido de la responsabilidad", exclamó. Rajoy hizo estas declaraciones durante su intervención en la clausura del Campus FAES, en la localidad madrileña de Navacerrada, ante la presencia del ex presidente José María Aznar, que hace tan sólo unos días advirtió, en una entrevista en Telemadrid, que renovar un partido es añadir y no eliminar y resaltó además que una formación política fuerte se hace integrando.

Tras reivindicar su trabajo al frente del PP, Rajoy acusó al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de "equivocar las prioridades" de España de una "manera irresponsable" al plantear ahora debates sobre el laicismo, el aborto y la eutanasia que, a su juicio, buscan "divisiones artificiales para distraer la atención", pero con los que no va a conseguir "reducir el pesimismo" que la crisis económica está generando en los ciudadanos. Señaló que ante "una crisis de enorme envergadura", hay que propiciar el consenso y "evitar los escenarios de crispación y los conflictos sociales" y por eso ofreció su "apoyo leal" al Ejecutivo para trabajar "codo con codo" y afrontar la situación económica.

El presidente de los populares auguró que se agudizará la crisis y se desmentirán las previsiones del gabinete socialista, que, a su juicio, "falseó la situación" de la economía antes de las elecciones y, a día de hoy, continuó, "sigue sin ser sincero al describirla". "Los hechos son los que son y los indicadores son alarmantes", espetó, para subrayar que se han destruido cien mil puestos de trabajo en seis meses, los precios crecen "de forma descontrolada" y el consumo "está retraído". Tras asegurar que la crisis está "afectando a todos los sectores y a todas las capaz de la sociedad", denunció que el gabinete socialista opte por "esconderse" en vez de "decir la verdad para poder transmitir confianza a los consumidores, a los trabajadores, a los empresarios, a los inversionistas y al conjunto de la sociedad. A su juicio, hay que "coger el toro por los cuernos", decir cuál es la verdad situación económica y trabajar "codo con codo" para salir de la crisis.

Reformas estructurales

En primer lugar, el líder de la oposición pidió que las Administraciones Públicas den un "ejemplo de austeridad", una vez que las familias y las empresas "ya están apretándose el cinturón", y después defendió la necesidad de acometer una serie de reformas estructurales que sirvan de palanca para reactivar economía, algo que, según dijo, ya han puesto en práctica algunos socios europeos. En concreto, abogó por impulsar la unidad del mercado interior, estimular la defensa de la competencia, favorecer las políticas de ahorro energético, las infraestructuras, la formación o la innovación. "No se trata de inventar la pólvora sino de hacer bien los deberes y profundizar en esta línea de trabajo -apuntó--. Para lograrlo, hay que crear condiciones de credibilidad".

Sin embargo, Rajoy calificó de "preocupante" la actitud mostrada por el Ejecutivo porque "sigue eludiendo su tarea de gobernar llamando a las cosas por su nombre y retrasando la adopción de un paquete de medidas de choque digno de tal nombre" y porque está "más interesado en introducir debates artificiales que en hablar de los problemas económicos que preocupan a la gente". El líder del primer partido de la oposición afirmó que los socialistas se "equivocan" si consideran que sustituyendo la laicidad constitucional por el laicismo y planteando propuestas que reformen la legislación vigente sobre el aborto o la eutanasia "van a conseguir que se reduzca el pesimismo que está generando la crisis económica entre los ciudadanos".

"No es bueno que el Gobierno equivoque las prioridades que necesita nuestro país y menos aún que lo haga de manera irresponsable buscando divisiones artificiales para distraer la atención y con objetivos exclusivamente partidistas. No es bueno, en suma, ver al Gobierno desviado de lo que interesa a todos. Cuando una crisis de enorme envergadura proyecta su sombra sobre el futuro, hay que propiciar el consenso y evitar los escenarios de crispación y conflictos sociales", señaló.

La consulta de Ibarretxe, la justicia y la inmigración

Tras indicar que cuando las cosas se ponen difíciles hay que "favorecer lo que nos une", Rajoy aseguró que en este momento el Gobierno, la oposición, las administraciones públicas, los sindicatos, los partidos y las organizaciones empresariales tienen que "estar a la altura de las circunstancias". "Todos tenemos que trabajar en la misma dirección, todos tenemos que dar respuesta a lo que realmente preocupa a la gente", sentenció. En este contexto, el presidente de los 'populares' ofreció su apoyo y colaboración al Gobierno socialista tanto si quiere "evitar la resignación frete a la crisis económica" como para afrontar la consulta "ilegal" que plantea el lehendakari, Juan José Ibarretxe. "En mí, ya lo anuncio, el Gobierno encontrará siempre un apoyo leal si quiere pensar seria y responsablemente en los ciudadanos y en sus problemas reales", manifestó.

De hecho, cree que en los próximos meses hay que enfrentarse a una realidad política que exigirá "grandeza de miras y sentido de la responsabilidad colectiva", ya que, junto al "reto" de Ibarretxe, dijo, hay que abordar la modernización de la justicia --que en su opinión está "sin recursos" y "sometida al zarandeo político de un gobierno que no oculta cuáles son sus verdaderas intenciones sobre ella"-- y los problemas de la inmigración ilegal.

En el caso de la inmigración, pidió tomarse en serio este fenómeno y propiciar una política común en toda Europa basada en la solidaridad pero también "en el orden y el control de las fronteras". A su juicio, el control de la inmigración mediante la ley es el mensaje más claro que se puede enviar a las mafias de todo el mudo que, según prosiguió, son las responsables de las últimas tragedias que se han producido en Almería y Tenerife.

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