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Inversión inmobiliaria vs. inversión en activos finacieros
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'crowdfunding' inmobiliario

Inversión inmobiliaria vs. inversión en activos finacieros

El mercado inmobiliario español vuelve a estar en el punto de mira de inversores nacionales e internacionales, de grandes fondos de inversión y de 'family offices'

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Comprar una vivienda o un localcomercial para su alquiler o su posterior venta vuelve a ser una opción muy atractiva al alcance, a día de hoy, de cualquier ciudadano.La irrupción de las socimis, por ejemplo, hapermitido a cientos de pequeños inversores comprar ladrillo sin necesidad de realizar el gran desembolso económico que supondría la compra de una vivienda, un local comercial o un edificio. Sin embargo, como cualquier otra cotizada, están sujetas a la volatilidad y alos vaivenes del mercado e impiden que el inversor elijaen qué tipo de activo quiere que se invierta su dinero.

No obstante, desde hace poco más de un año, existen otras opciones que sípermiten a cualquier particular seleccionar en qué tipo de activos le interesa participar, y diversificar, de esta manera, el riesgo. Opciones que permiten, por otro lado, invertir cantidades muy pequeñas de dineroy conseguir rentabilidades más atractivas a las que ofrecen, por ejemplo, hoy en día, la deuda pública o los depósitos.

Una de ellases Housers, la mayor comunidad de'crowdfunding' inmobiliario de España, fundada porÁlvaro Luna yTono Brusola hacepoco más de un año con laintención de "democratizar la inversión inmobiliaria", ya que permitea cualquier particular participar de forma fácil y ágil en la compra de inmuebles, a partir de solo 50 euros, para recibir rentabilidades a través de la posterior venta o alquiler de los activos adquiridos.

Desde su puesta en marcha, en junio de 2015, ha logrado una comunidad de más de 10.000 inversores ycasi 25.000 usuarios a través de su plataforma 'online', además de captar 12 millones de euroscon los que ha adquirido edificios, viviendas y locales comerciales en las principales ciudades de España, como Madrid, Barcelona, Valencia y Marbella.

Así funciona Housers

Según explican sus fundadores, el inversor recibe su 'dividendo' desde el momento en el que se alquila un inmueble o se vende, y aseguran que desde que nació la compañía, en un 80% de los casos han mejorado sus perspectivas de ingresos, consiguiendo una rentabilidad media neta del 3,3% anual.

Para poder invertir, basta con registrarse en su plataforma 'online',dondesepueden consultar los proyectos que se encuentran en fase de adquisición y elegir en qué producto le interesa invertir.La aportación mínima es de 50 euros. El dinero captado no está en manos de Housers, sino que lo gestiona una entidad de pagos, Lemon Way, que funciona como un PayPal. El inversor abre una cuentacorriente a través de esa plataforma, que estudia yvalida la cuenta como si se abriera en una entidad financiera, aplicandola normativa contra el blanqueo de capitales. A través de esta plataforma, se reparten también las ganancias a los inversores.

Foto: Bloque de viviendas en Carabanchel (Madrid)

La compra de todos los inmuebles se realiza a través de sociedades creadas 'ex profeso' para ello, por lo que el pequeño inversorse convierte en accionista —en su parte proporcional— de dicha sociedad, que, a su vez, esla dueña del inmueble. Es decir, en el contrato de compraventa del inmueble aparece en la parte alícuota el nombre del inversor. De esta manera, cada inversión supone participar en una sociedad, si biensepuede invertir solo en una vivienda. "Es el particular quieninvierte de forma activa a través de la web de Housers, quien elige el activo que más le gusta, quien decide cómo diversificar su inversión y, por tanto, reducir el riesgo", explica Álvaro Luna.

La rentabilidad para el inversor, en algunos casos, es casi inmediata. Los dividendos del alquiler, por ejemplo, se repartenmes a mes. Si se trata de un proyecto de reforma para su posterior venta, se percibenen el momento en que se vende el inmueble.

Comprar una vivienda o un localcomercial para su alquiler o su posterior venta vuelve a ser una opción muy atractiva al alcance, a día de hoy, de cualquier ciudadano.La irrupción de las socimis, por ejemplo, hapermitido a cientos de pequeños inversores comprar ladrillo sin necesidad de realizar el gran desembolso económico que supondría la compra de una vivienda, un local comercial o un edificio. Sin embargo, como cualquier otra cotizada, están sujetas a la volatilidad y alos vaivenes del mercado e impiden que el inversor elijaen qué tipo de activo quiere que se invierta su dinero.

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