Más de 400 cooperativistas atrapados por Carmena y Metro se levantan en armas

El tiempo juega en contra de los más de 400 cooperativistas que se embarcaron en la compra del solar que Metro de Madrid sacó a subasta a finales de 2014 para levantar las viviendas de sus sueños sobre las antiguas cocheras de Cuatro Caminos.

La cooperativa ha desembolsado ya 45 de los 88 millones de euros que ofertaron por los terrenos, unos 100.000 euros por cabeza, y en mayo vence el segundo plazo a realizar a Metro de Madrid.

Un importante pago que la inmensa mayoría de los cooperativistas no están dispuestos a afrontar sin la aprobación previa del plan plarcial de reforma interior necesario para que sus viviendas sean una realidad. Un trámite administrativo que compete al Ayuntamiento de Madrid que deberá aprobarlo en un tiempo récord, apenas dos meses, si quiere evitar la quiebra de la cooperativa, puesto que sin ese segundo pago, Metro de Madrid podría resolver el contrato y quedarse con el ahorro de los cooperativistas.

El proyecto Residencial Metropolitan, como fue bautizado, lleva un año de retraso por culpa, según explican desde la cooperativa, de Metro de Madrid, que tuvo que volver a redactar el anteproyecto de las nuevas cocheras, y del Ayuntamiento de Madrid, que rechazó el compromiso del gobierno anterior con la cooperativa de monetizar la cesión del 10% del aprovechamiento lucrativo de la parcela que le corresponde por ley. Una negativa que ha obligado a la gestora, Grupo Ibosa, a rehacer el proyecto para contemplar la cesión de suelo al consistorio para la construcción de unas 42 viviendas, tanto libres como protegidas, dejando fuera a otros tantos 40 cooperativistas, lo que ha provocado una enorme tensión y malestar dentro de la cooperativa.

Un malestar que fue palpable en la asamblea celebrada el pasado jueves y a la que acudieron más de 600 personas. Una asamblea en la que se decidió no solo cuál será el procedimiento a seguir para dejar fuera a los 40 cooperativistas que se han quedado su vivienda, sino para elegir el proyecto definitivo, entre las opciones presentadas al Ayuntamiento de Madrid.

En mayo expira el plazo para relizar el segundo pago en metálico a Metro de Madrid que podría rescindir el contrato si no se cumple

"El problema ahora es que los cooperativistas no quieren poner un euro más sin que el Ayuntamiento haya aprobado el plan parcial y sin saber siquiera qué vivienda podrán elegir", lamentan desde el Grupo Ibosa. "La situación -reconocen- a día de hoy es realmente delicada ya que peligra el pago a Metro de Madrid que expira en mayo. Hasta que no tengamos la aprobación del plan parcial por parte del Ayuntamiento de Madrid no podemos elaborar el proyecto defintivo con las viviendas y, por tanto, los cooperativistas no podrán elegir sus casas. Y sin haberlas elegido, muy pocos están dispuestos a desembolsar más dinero", apuntan desde la gestora.

El tiempo se agota porque, tal y como explican desde Grupo Ibosa, que presentará en los próximos días al Ayuntamiento la documentación necesaria para la aprobación del plan parcial, necesita al menos un mes para la redacción del nuevo proyecto -"trabajando día y noche"- y quince días para que los 400 cooperativistas puedan elegir sus viviendas.

Esto implica que, como muy tarde, el consistorio debería haber aprobado el plan parcial antes o a principios del mes de abril. Un trámite que debería realizarse, por tanto, por vía de urgencia puesto que, según los expertos consultados, dicha aprobación podría llevar un año, tal y como sucedió en Raimundo Fernández Villaverde. Un tiempo del que los cooperativistas carecen.