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"La era de los grandes divos en el mundo de la arquitectura se ha terminado"
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LEMA DE LA ESCUELA DE ARQUITECTURA MÁS JOVEN DE ESPAÑA

"La era de los grandes divos en el mundo de la arquitectura se ha terminado"

“Nuestro principal objetivo es dignificar de nuevo la profesión del arquitecto, recuperar el prestigio y acabar con el divismo que ha impregnado las escuelas de arquitectura

“Nuestro principal objetivo es dignificar de nuevo la profesión del arquitecto, recuperar el prestigio y acabar con el divismo que ha impregnado las escuelas de arquitectura los últimos años”. Son palabras de Ignacio V. Sandoval, uno de los impulsores de la Escuela de Arquitectura más joven de España, en la Universidad Rey Juan Carlos, junto aPablo Prieto, Raquel Martínez, Alberto Ruiz y Luisa Walliser. Desde sus aulas, como desde los colegios de arquitectura, la defensa de su profesión y su rechazo a la futura Ley de Servicios Profesionales (LSP) está siendo también muy activa.

“Dentro de nuestra profesión hayarquitectos, tasadores, peritos…profesiones todas ellas igual de dignas. No hayarquitectosde primerao de segunda. No todos podemos o queremos ser un Calatrava y por eso, en nuestra escuela, no preparamos a los futurosarquitectospara ser grandes divos. Esaépoca se ha terminado".

La Escuela -Grado en Fundamentos de la Arquitectura- solamente llevados años de rodaje. No será hasta dentro de cuatro -cinco años degrado más otro año de máster- cuando salgan a la calle losprimerosarquitectosformados entre sus cuatro paredes y con una nuevamanera de entender la arquitectura. "Muchos profesionales se han vistoparalizados por la crisis sin darse cuenta de que tienen cualidadespara hacer otras muchas cosas. No todo se reduce a construir grandesobras faraónicas, ni a construir viviendas".

Para Sandoval, la crisis ofrece la oportunidad de modificar la manerade ver la arquitectura y su objetivo es que "dentro de cuatroaños, los futurosarquitectostengan la mente preparada para afrontarla crisis de otra manera". Por ahora, esa crisis ha provocadola huida de España de cientos de profesionales, mientrasque los que han decidido quedarse se enfrentan a condiciones laboralescada vez más precarias. "El mayor drama de la profesión es el de losfalsos autónomos. Elarquitectoasume mucho riesgo siendo autónomo ycomo contrapartida no obtiene ningún beneficio. Y lo peor es quesiempre ha sido así", lamenta Sandoval.

Uno de cada cuatroarquitectostrabaja bajo la figura ilegal de falsoautónomo, según el Sindicato deArquitectos(SARQ). Una fórmula a laque se ve abocada la inmensa mayoría de ellos ya que, taly como reconocen estos profesionales, no tienen otra alternativa. Laelección es tener trabajo o no tenerlo.

Guerra de honorarios y falsos autónomos

Y es precisamente la falta de trabajo lo que ha desatado una auténtica guerra de precios dentro de la profesión. "Algunos compañeros están tirando los honorarios por los suelos. Hayuna competencia brutal", explica Almudena Gancedo,arquitectotécnicode Valencia. "Tenemos una responsabilidad civiltanto por la obra queestá en marcha como en la que ya se ha terminado. Si hay cualquierproblema, somos responsables, y si mi seguro no lo cubre puedo perdermi casa o incluso ir a la cárcel", añade. "Entiendo que hay que pagarla hipoteca, dar de comer a los hijos, pero lamento que muchoscompañeros estén tirando los precios porque en un futuro, si hay algúnproblema con las obras que han dirigido, no podrán afrontar el coste", explican.

A Almudena Gancedo, a Ignacio V. Sandoval y a cientos dearquitectos les indignan las ofertas de empleo que ponen de manifiesto laexplotación ydevaluación a la que se han visto postrados muchos deellos tras los años del boom inmobiliario. Ofertas que, como la que ofrece un sueldo bruto entre 600 y 900 euros al mes a un becario con, al menos, dos años de experiencia y a jornada completa, incendian las redessociales día a día.


Muchos de estos arquitectos, acuciados por la crisis, sucumben a este tipo de ofertas. Otros, por el contrario, han decidido poner tierra de por medioalentados, en muchas ocasiones por las instituciones públicas. "Si tevas debería ser porque te apetece no porque te estén forzando uobligando. No estoy en absoluto de acuerdo en formararquitectosenEspaña para que se vayan a otros países. Me da mucha pena que se estéalentando que la gente se marche de España tanto desde el Gobierno ydesde las instituciones. Queda mucho por hacer aquí, como por ejemplo, en materia de rehabilitación. El desastre estan grande y hay tantas cosas por cambiar...", lamenta Sandoval.

Rehabilitación, accesibilidad, sostenibilidad o gestión son palabras todas ellas muy presentes en el lenguaje y en el ideariode esta joven Escuela de Arquitectura y de su curso de verano que, apesar de los recortes en educación, ha conseguido situarse en el radarde los futurosarquitectosespañoles.

La crisis no ha hecho mella en ellos ni en el nivel de exigencia. Una nota de corte por encima del 9 y más de 70 alumnos por curso son cifras que hablan por sí solas.

“Nuestro principal objetivo es dignificar de nuevo la profesión del arquitecto, recuperar el prestigio y acabar con el divismo que ha impregnado las escuelas de arquitectura los últimos años”. Son palabras de Ignacio V. Sandoval, uno de los impulsores de la Escuela de Arquitectura más joven de España, en la Universidad Rey Juan Carlos, junto aPablo Prieto, Raquel Martínez, Alberto Ruiz y Luisa Walliser. Desde sus aulas, como desde los colegios de arquitectura, la defensa de su profesión y su rechazo a la futura Ley de Servicios Profesionales (LSP) está siendo también muy activa.