Una nueva cara para el niño de ocho años atacado por un grupo de chimpancés
Dunia Sibomana sobrevivió a la agresión de unos monos hace dos años. Perdió los labios y gran parte de las mejillas, pero con la cirugía a la que se le ha sometido su vida ha mejorado
Una tranquila jornada en la República Democrática del Congo se convirtió en una tragedia. Hace dos años, Dunia Sibomana estaba pasando la tarde jugando con su hermano y con su primo cuando, de repente, un grupo de chimpancés saltó desde los árboles y atacó a los tres niños. Este pequeño fue el único que sobrevivió al ataque y consiguió mantener la vida a pesar de los graves daños que sufrió: perdió los labios y gran parte de las mejillas.
Desde entonces, el niño –que ahora tiene ocho años– padece dificultades a la hora de comer y tampoco puede comunicarse con normalidad debido a la falta de masa muscular del rostro que permite realizar los movimientos implicados en acciones de este tipo. Además, estos problemas le han provocado un grado de timidez muy acusado a raíz de las burlas de las que ha sido objeto por parte de otros menores de su comunidad.
Sin embargo, el doctor Alexander Dagum –jefe de cirugía plástica y reconstructiva de un hospital de Long Island, en Nueva York– pensó que su situación tenía arreglo y trajo al niño desde El Congo hasta Estados Unidos. El objetivo era realizarle una cirugía que ya se ha llevado a cabo con la que mitigar las heridas provocadas por los chimpancés y conseguir que Dunia pudiera volver a abrir y cerrar la boca.
Su vida en Estados Unidos no ha hecho más que mejorar desde que abandonó su país. La familia de acogida con la que está viviendo le colma de mimos, va al colegio de primaria de la ciudad y está estudiando inglés para poder comunicarse. Además, ha continuado con sus ejercicios en suajili para no perder fluidez en su lengua materna.
Una tranquila jornada en la República Democrática del Congo se convirtió en una tragedia. Hace dos años, Dunia Sibomana estaba pasando la tarde jugando con su hermano y con su primo cuando, de repente, un grupo de chimpancés saltó desde los árboles y atacó a los tres niños. Este pequeño fue el único que sobrevivió al ataque y consiguió mantener la vida a pesar de los graves daños que sufrió: perdió los labios y gran parte de las mejillas.