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Tomatina de Buñol: así es la fiesta de los tomates más famosa de España
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cita anual ineludible

Tomatina de Buñol: así es la fiesta de los tomates más famosa de España

Unas gafas de bucear, una camiseta vieja y muchas ganas de diversión. La Tomatina de Buñol es una de las fiestas españolas con más arraigo internacional

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Unas gafas de bucear, una camiseta vieja y muchas ganas de diversión. La Tomatina de Buñol es una de las fiestas españolas con más arraigo internacional y se convierte en una cita anual ineludible. Es una batalla en la que nadie resulta herido, una lucha plagada de sonrisas y una guerra donde la puntería aparece como la mejor arma para pasárselo bien. La Tomatina de Buñol atrae cada año a extranjeros y nativos para disfrutar de su espectáculo teñido de rojo.

El funcionamiento de la fiesta de la Tomatina es muy sencillo: se corta una calle por la que circulan camiones cargados hasta los topes de tomates maduros que se dejan caer al suelo. El resto de la diversión la ponen los propios asistentes al lanzarse estos colorados alimentos como si de globos de agua se tratara.


Tal y como recomienda la agencia de viajes PANGEA, para conocer los orígenes de la Tomatina basta prestar atención a Virgilio Beltrán, biólogo experto en naturaleza y en la historia de la Comunidad Valenciana. Él actuará como anfitrión local y acompañará a los viajeros durante su estancia en Valencia, ciudad en la que se pasarán las noches –fecha única de salida el 29 de agosto y regreso el día 31 del mismo mes– a pesar de acercarse en autobús hasta Buñol para ser protagonistas de la fiesta de los tomates.

Es necesario remontarse hasta el último miércoles de agosto de 1945 para datar la primera Tomatina. Durante un desfile de gigantes y cabezudos celebrado en la plaza del pueblo, unos jóvenes impacientes quisieron hacerse hueco entre la muchedumbre provocando la caída de uno de los participantes. “Preso de la ira, empezó a golpear todo lo que encontraba a su paso”, recuerdan desde el Ayuntamiento de Buñol. El ambiente se fue caldeando hasta tal punto que el malestar se trasladó a las personas que disfrutaban del espectáculo, que empezaron a lanzarse los tomates que encontraron en un puesto de verdura.

 Nadie sale limpio de la Tomatina. (Shutterstock. Donvictorio)
Durante los años sucesivos, los ‘provocadores’ de esa primera batalla vegetal repitieron su hazaña portando los tomates de su casa. La iniciativa fue reprimida por la Policía y la Tomatina llegó a ser tan popular que incluso se prohibió de manera oficial a principios de los años 50 y llevó a los participantes a ser detenidos. Finalmente, gracias a los esfuerzos del pueblo por mantener esa tradición que había nacido de manera espontánea, la Tomatina se instauró como fiesta oficial y a día de hoy es uno de los grandes atractivos de Buñol.

Virgilio Beltrán acompañará a los que quieran disfrutar de la batalla del tomate hasta su ciudad de origen, que deberán vestirse con ropa blanca –según manda la costumbre– y cómoda –para poder moverse con facilidad– antes de comenzar su aventura en la ‘lucha’. Cuando la fiesta acabe podrán recoger la ropa limpia que habrán dejado en las taquillas de la zona de acceso –resulta muy recomendable echar en la mochila un gorro para proteger el pelo del jugo del tomate y una botella de agua por su hubiera que humedecer la pringue– y podrán reponer fuerzas comiendo en un restaurante situado en un enclave rural.

placeholder Tomatina de Buñol. (Shutterstock. Iakov Filimonov)
Tomatina de Buñol. (Shutterstock. Iakov Filimonov)

Ruta en bici por Valencia

Pero la Tomatina no es el único aliciente de este viaje a Valencia. Durante la estancia, los protagonistas del viaje podrán conocer los rincones de la ciudad del Turia ‘a lomos’ de una bicicleta. Con Virgilio Beltrán como guía de excepción, durante dos horas recorrerán el Port Village de la Copa de América, la Malvarrosa y la Ciudad de las Artes y las Ciencias para contemplar sus características formas geométricas.

De vuelta al hotel, tras una ducha reparadora, la comida se realiza en una conocida terraza del paseo marítimo de la Malvarrosa. Esta es una de las playas más famosas de Valencia y en ella se dan cita desde turistas extranjeros ansiosos por tomar el sol hasta familias que buscan descansar después de un duro año de trabajo y clases.

placeholder Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia. (Pixabay)
Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia. (Pixabay)

Concurso de paellas

Un viaje a Valencia no se entiende sin probar sus riquísimas paellas. Por eso, para degustarlas de una manera original, antes de regresar a casa habiendo disfrutado de la Tomatina de Buñol se divertirá cocinando su propia receta en una huerta a las afueras de la ciudad.

Los ingredientes que ponga a cocer los habrá recogido usted mismo del campo, y solo tendrá que prestar atención al fuego para conseguir que su plato resulte el ganador de un concurso que se celebrará entre diferentes equipos. No se alarme si es la primera vez que se enfrenta a tan exquisito manjar, pues contará con el asesoramiento de avezados cocineros que le ayudarán en su tarea.

La receta tradicional de la paella incluye tomate en el sofrito, así que tenga cuidado de no lanzárselo a sus compañeros después de haber cogido práctica en la Tomatina.

Unas gafas de bucear, una camiseta vieja y muchas ganas de diversión. La Tomatina de Buñol es una de las fiestas españolas con más arraigo internacional y se convierte en una cita anual ineludible. Es una batalla en la que nadie resulta herido, una lucha plagada de sonrisas y una guerra donde la puntería aparece como la mejor arma para pasárselo bien. La Tomatina de Buñol atrae cada año a extranjeros y nativos para disfrutar de su espectáculo teñido de rojo.

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