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En otoño: ruta por la selva de Irati en Navarra, un paraíso verde de hayas y abetos
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ruta de unas cuatro horas en 4x4

En otoño: ruta por la selva de Irati en Navarra, un paraíso verde de hayas y abetos

En el norte de España se esconde uno de los rincones más bonitos de Europa. Este enclave de belleza verde recibe a sus visitantes con las 'ramas abiertas'

Foto: La selva de Irati es un paraíso verde de abetos y hayas. (iStock)
La selva de Irati es un paraíso verde de abetos y hayas. (iStock)

Los que han tenido la suerte de visitarlo dicen de él que, sin lugar a dudas, es “uno de los rincones más bonitos de España y Europa”. No hace falta viajar hasta la Selva Negra alemana para adentrarse en un bosque de fornidos troncos de árboles y grandes mantos de hojas. En el norte de España, a poco más de una hora en coche de la internacionalmente famosa localidad navarra de Pamplona, la selva de Irati espera a sus visitantes con 'las ramas abiertas'.

Este enclave navarro de importantísima valía es una de las reservas naturales con más renombre en el continente europeo. Su bosque de hayas y abetos convierte a la selva de Irati en una de los espesuras vegetales mejor conservadas de Europa, lo que la postula como destino ideal para los que desean respirar aire puro y olvidar el asfalto por unos días.

El valle de Irati, bautizado así en honor al río que atraviesa sus laderas, es el paraíso para los amantes de la 'vie en vert'. Y es que realizar una ruta por sus senderos es el plan perfecto para deleitarse con los tonos ocres, dorados, amarillentos y esmeraldas del campo navarro.

Saliendo en ruta desde Garralda —cerca del pueblo de Ochagavía—, un guía local nos adentrará en las frondosas espesuras de la selva de Irati. Debido a lo abrupto del camino, el viaje se realiza a bordo de un 4x4 a través de los diferentes paisajes, mientras el experto ilustra a los viajeros sobre la historia del lugar, su cultura, la etnografía de los pueblos colindantes y los diferentes tipos de árboles que van saludándoles a su paso —entre ellos, enebros para producir ginebra y endrinos para la elaboración de pacharán—.

La visita al famoso 'cromlech' navarro es obligatoria, un cementerio megalítico de más de 4.000 años

En el trayecto, de una duración aproximada de cuatro horas —es recomendable llevar algo para picar por si el hambre aprieta—, podrán contemplarse los típicos hórreos del norte de España y otras construcciones menos frecuentes. La fábrica de munición de Orbaitzeta es una de ella, una factoría que estuvo en uso hasta el siglo XIX y que hoy en día hace las delicias de todo el que se anima a conocer los secretos de esta joya de la arqueología industrial peninsular.


Arcabuz —imaginario— en mano, los turistas atravesarán el conocido como 'camino de los contrabandistas' para llegar a los Pirineos franceses. Este acceso tomó su nombre del antiguo uso que le daban los lugareños de la zona: el camino servía para llevar a cabo el extraperlo de chocolate y otros productos de gran valor en la época. Una vez pongan los pies sobre los Pirineos, los visitantes tendrán unas vistas increíbles sobre toda la zona y, dependiendo de si ha nevado o no, podrán tomar fotos con más o menos tonalidades blancas.

De vuelta hacia Garralda, el 4x4 hará parada en el embalse de Irabia, una reserva hidráulica que discurre casi en su totalidad bajo el abrigo del hayedo-abetal de Irate. Además, no podía faltar en el recorrido una visita al famoso 'cromlech' navarro, un cementerio megalítico de más de 4.000 años de antigüedad que sirve como testigo de la importante herencia milenaria que se puede disfrutar también en España. ¿Se anima a conocerlo?

Los que han tenido la suerte de visitarlo dicen de él que, sin lugar a dudas, es “uno de los rincones más bonitos de España y Europa”. No hace falta viajar hasta la Selva Negra alemana para adentrarse en un bosque de fornidos troncos de árboles y grandes mantos de hojas. En el norte de España, a poco más de una hora en coche de la internacionalmente famosa localidad navarra de Pamplona, la selva de Irati espera a sus visitantes con 'las ramas abiertas'.

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