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De Galicia a Andalucía: playas y calas con poca gente donde poder relajarte en verano
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con hueco para poner la sombrilla

De Galicia a Andalucía: playas y calas con poca gente donde poder relajarte en verano

Te proponemos una serie de calas donde el silencio y el sosiego están asegurados, incluso en épocas de mayor aglomeración turística

Foto: Imagen de archivo de una paradisíaca playa. (CC/Pixabay)
Imagen de archivo de una paradisíaca playa. (CC/Pixabay)

Llega el verano y con él la afluencia masiva de turistas a las playas españolas. ¿Te agobian las aglomeraciones? No te preocupes, aquí tienes una lista de playas y calas poco concurridas de la costa española donde extender tu toalla no supondrá todo un triunfo.

Cala Pipín (Cangas de Morrazo, Pontevedra)

La localidad gallega de Cangas de Morrazo, en Pontevedra, es conocida por ser uno de los municipios costeros más importantes de las Rías Bajas. Como curiosidad, ostenta el título de mayor número de playas y calas por metro cuadrado, concretamente 38 en sus 31 kilómetros de costa. Además, muchas de ellas están reconocidas con el distintivo de Bandera Azul.

En la ría de Aldán -conocida por tener una temperatura superior a otras próximas- se encuentra la preciosa y poco frecuentada cala Pipín, donde puedes disfrutar de sus aguas transparentes, de su arena blanca y fina y de su tranquilidad.

Cala Futadera (Tossa de Mar, Girona)

Esta preciosa cala virgen, situada entre Tossa de Mar y Sant Feliu de Guíxols, es un pequeño y recóndito paraíso de la Costa Brava. Es conocida también como la “cala de los 300 escalones”. ¿Te imaginas por qué? Es el número de escalones que hay que bajar hasta llegar a ella. Su acceso es algo complicado, pero merecen la pena las vistas desde lo alto, con el contraste entre el azul turquesa del agua, el verde de los pinos y el color rosáceo de las rocas que la rodean.

Es muy pequeña, tan solo tiene 100 metros de largo y 10 de ancho. Su grado de ocupación en verano es bastante bajo, lo que la convierte en una opción perfecta si quieres disfrutar tranquilamente de una jornada playera.

Cala Baladrar (Benissa, Alicante)

Aguas claras de poca profundidad y de color azul turquesa, con ausencia de arena y en un terreno de rocas protegido por pinos. Así es el entorno de esta estupenda cala del municipio de Benissa. Cala Baladrar está originada por el barranco dels Sesters y termina en un acantilado de 30 metros lleno de acanaladuras producto del mar.

La abundante vida marina que alberga y sus aguas cristalinas la hacen idónea para la práctica de submarinismo y vela.

Playa de Langre (Ribamontán al Mar, Cantabria)

Espectacular playa de la costa cantábrica, protegida por un acantilado alto y escarpado de 25 metros de altura, y enclavada en un entorno montañoso. Esta playa de Ribamontán al Mar es muy tranquila para descansar y dar un paseo por su casi un kilómetro de longitud, y a su vez, al ser muy ventosa, hace que sea frecuentada por surfistas.

Los amantes del snorkel también pueden disfrutar de la zona rocosa del lado más occidental, al igual que los pescadores de caña. Aquí pueden encontrar una gran variedad de especies. Por poner algún pero, su acceso es un poco complicado, a través de un montón de escaleras. Pero una vez abajo, el lugar impresiona y conquista por su gran belleza.

Playa de Las Yucas (Benalmádena, Málaga)

Ubicada en el municipio malagueño de Benalmádena, destaca entre otras de la zona por no ser bulliciosa, lo que permite disfrutar tranquilamente de una jornada de relax y sol. Mide 300 metros de largo y 15 metros de ancho y está compuesta por varias calas separadas por rocas.

Esta pequeña playa, a la que se accede bajando unas escaleras, está formada por una mezcla de grava y arena gris fina. Su entorno no urbano le proporciona un encanto especial. Por otro lado, su escaso oleaje hace que sea un lugar idóneo para practicar buceo y otras actividades acuáticas.

Playa de Los Muertos (Carboneras, Almería)

Situada en el municipio almeriense de Carboneras, destaca por sus aguas cristalinas, lo que incita a hacer buceo para ver su fondo marino -rico en fauna y flora-. Eso sí, su acceso a pie es un poco complicado -a través de unas estrechas escaleras o un camino de arena-. Además, al no haber ningún chiringuito, te obliga a ir más cargado de lo habitual con sombrilla y nevera.

Zambullirse en las aguas de esta tranquila playa de poco más de un kilómetro es peligroso si sopla viento fuerte de levante, así que hay que extremar la precaución.

Playa de Aguillón (Coaña, Asturias)

En Asturias puedes encontrar alguna playa virgen que se aleje de la playa tradicional -repleta de servicios-. Es el caso de la Playa de Aguillón –de 380 metros de largo y 20 metros de ancho–, una joya situada en la localidad de Coaña, Asturias.

Su difícil acceso la convierte en una playa solitaria, idílica para el sosiego y el relax. Además, si te gusta andar, existe en la parte superior del acantilado una senda costera con unas vistas preciosas.

Cala Escorxada (Es Migjorn Gran, Menorca)

Una de las calas de más difícil acceso -aproximadamente una hora a pie- y de las más aisladas de Menorca, pero una de las más tranquilas y paradisíacas. El camino hasta llegar a ella es complicado pero, cuando llegues, te darás cuenta de que ha merecido la pena el esfuerzo. Su enclave, en el municipio de Es Migjorn Gran, forma parte del Área Natural de Especial Interés (ANEI), que va desde cala Mitjana hasta el arenal de Binigaus.

Este paraje virgen e idílico del litoral sur menorquín no dispone de ningún tipo de servicio, por lo que si decides visitarla, deberás llevar obligatoriamente comida y bebida. Es un verdadero placer adentrarse en sus profundas aguas turquesas, ya sea para darte un chapuzón o practicar submarinismo o snorkel.

Llega el verano y con él la afluencia masiva de turistas a las playas españolas. ¿Te agobian las aglomeraciones? No te preocupes, aquí tienes una lista de playas y calas poco concurridas de la costa española donde extender tu toalla no supondrá todo un triunfo.

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