La conexión wifi desperdicia el 65% de la velocidad que has contratado

La velocidad de las conexiones de banda ancha en España se ha disparado en los últimos años.En poco tiempo hemos pasado de navegar a una velocidad máxima teórica de 20 megas con ADSL a conexiones ultrarrápidas de 300 e incluso 500 megabits gracias a la fibra óptica hasta el hogar (FFTH). Un cambio tecnológico que no solo mejora la calidad de la navegación, contribuye al desarrollo de la sociedad de la información y tiene un impacto más que notableen la economía porque permite nuevos servicios como el streaming directo de contenidos, la telemedicina o el teletrabajo.

Eso sí, no todo podía ser bueno:a este salto tecnológico no le ha acompañado la mejora de las conexiones inalámbricas, al menos en lo que respecta al equipamiento que proporcionan los operadores que son los encargados de popularizar el acceso a internet.

Pérdida de megas a través del aire

Que la tecnología wifi no aprovecha al máximo el ancho de banda que ofrecen las compañías de telecomunicaciones es algo conocido pero hasta hoy no sabíamos exactamente cómo impacta realmente en el rendimiento real que obtienen los usuarios. Aunque existen alternativas como el PLC que transmite los datos por la red eléctrica o incluso dispositivos wifi de alta calidad que proporcionan mejor rendimiento, la realidad es que los equipos que provisionan las compañías a sus clientes están lejos de lo que realmente ofrecen a través del famoso cable de fibra. Eso se traduce en una pérdida importante de megasque podría evitarse si se utilizaran los equipos adecuados.

Resultado de los tests de velocidad

Si acabas de contratar una flamante conexión de 100, 200, 300 o incluso 500 megabits deberías saber que el 65% de la velocidad se podría perder por el camino si optas por conectar inalámbricamente a través de wifi. Una muestra de 35.000 análisis recogidos entre el 1 y 3 de mayo en la aplicación Test de velocidad (disponible en Google Play y App Store), demuestra como las conexiones de fibra pierden velocidad de forma dramática por culpa de esta tecnología.

Asípor ejemplo, la media de las conexiones de los 100 megas de Movistar se queda en solo 36,2 megabits. En el caso de Jazztel la velocidad asciende a 134,6 megabits en su oferta de 200, Orange alcanza los 42,1 megas en su oferta de 100 y únicamente ONO obtiene mejores ratios con 56,2 megabits de bajada en su modalidad de 100. Esto se debe principalmente a que la calidad de los routers dista mucho de lo que permiten hoy en día los estándares como el wifi AC que puede llegar a alcanzar los 1700 Mbps en la banda de 5GHz.

Motivos y soluciones

Que el equipamiento que reciben los usuarios no sea puntero responde básicamente a una estrategia puramente comercial de todos los operadores. Si bien es cierto que hay compañías que proporcionan routers de más calidad que otras, ninguna consigue que sus abonados descargue datos a toda velocidad inalámbricamente. No olvidemos que los equipos wifi más punteros pueden llegar a superar los 150 euros y como en la totalidad de las ofertas de banda ancha los clientes no pagan nada, las telecos optan por la opción más económica.

Los equipos wifi más punteros pueden superar los 150 euros y como los clientes no los pagan, las telecos optan por la opción más económica

Hay compañías que han planteado la opción de ofrecer la alternativa de adquirir directamente un equipo de calidad pagando un extra en su conexión, pero no deja de ser una opción complicada de entender por los consumidores que se han acostumbrado a recibir este tipo de equipamiento de forma gratuita.

¿Soluciones?

En el mercado existen routers wifi que pueden alcanzar más de 600 megas reales con la tecnología wifi AC MU-MIMO 4x4. También existen otras alternativas como el PLC (Power Line Communitcations) que transmite los datos a través de la red eléctrica y los resultados son mucho mejores que el famoso wifi.

La realidad es que los operadores gracias a la fibra óptica son capaces de ofrecer el 100% de la velocidad prometida pero solo cuando el usuario conecta directamente su ordenador mediante cable ethernet. Un cuello de botella que de momento no tiene fácil solución a menos que haya un desembolso económico adicional.