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Pasaporte inmunológico para salir de casa: la idea alemana para el fin de la cuarentena
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En España también se están probando

Pasaporte inmunológico para salir de casa: la idea alemana para el fin de la cuarentena

Varios investigadores alemanes estudian una posible salida del confinamiento basada en testar a miles de ciudadanos y ver que son inmunes al coronavirus. Así funcionan esos test

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Foto: EFE.

Aunque no hay nada demasiado seguro y todavía se ve como algo lejano, varios países europeos ya empiezan a pensar en cómo será el fin del confinamiento. Italia ya da fechas, China muestra algunas ideas para evitar caer de nuevo en el contagio y también Alemania comienza a mover ficha. Todos siguen sus pasos con lupa, pero es este último caso el que ha levantado más dudas y debate en los últimos días. Y es que, aunque no hay nada confirmado, una nueva investigación señala que el país teutón estaría estudiando una especie de pasaporte inmunológico que permitiese, al menos a la gente que ya ha pasado el virus y que ocupa puestos críticos, volver a la calle progresivamente.

Esta información ha llegado de las páginas del medio alemán 'Der Spiegel', que en una exclusiva asegura que su país está preparando un estudio masivo de ciudadanos para ver la viabilidad de esta salida del confinamiento y cómo podría realizarse. A pesar de estar en una fase muy primigenia, la información ha generado un gran debate a nivel internacional y ya son muchos los que hablan de ella. Pero ¿cómo sería exactamente?

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Según explica 'Der Spiegel', la idea de los investigadores encargados del proyecto, entre los que se encuentran personalidades de los centros más punteros del país, pasaría primeramente por analizar la sangre de más de 100.000 personas para detectar la posible presencia de anticuerpos contra el coronavirus. Para ello, elegirían unos test de los llamados rápidos, pero que se diferencian de los que comúnmente estamos usando para luchar contra la pandemia, ya que estos deberían detectar la presencia de los anticuerpos en la sangre (test serológicos) y demostrar que ya su organismo se ha inmunizado frente al virus.

En vez de introducir un bastoncillo por la nariz o la boca para encontrar la muestra y después llevar a cabo todo el proceso para intentar dar con el virus, estos test empiezan con una extracción de sangre, aunque basta con una pequeña cantidad de esta. Y al igual que en los test de antígenos, una banda se colorea al entrar en contacto con la sangre si detecta los anticuerpos.

placeholder Prueba de test serológicos en Nápoles. (EFE)
Prueba de test serológicos en Nápoles. (EFE)

Seguidamente, el usuario que tuviera esos anticuerpos demostraría que está inmunizado contra la enfermedad, no se puede contagiar ni puede dispersar el virus y podría obtener ese 'pasaporte' para salir de casa, pero no sería una vuelta a la normalidad total. La prueba debería repetirse a intervalos regulares y con porciones de población cada vez más grandes para controlar el progreso de la pandemia e ir liberando a más y más personas. Además, el resultado debe ser claro para evitar cualquier rebrote.

Antes de llegar a esa situación, los científicos quieren averiguar con esta investigación, al menos, hasta qué punto el SARS-CoV-2 ya se ha propagado y cuál es la letalidad real. Los resultados del estudio harán que sea más fácil decidir cuándo reabrir las escuelas y permitir eventos importantes. Pero quedan muchas dudas en el ambiente, como hasta qué punto te inmunizan esos anticuerpos (el virus, como el de la gripe, podría mutar anualmente o cada cinco años), si es posible hacer una salida escalonada y realista o si los test son suficientemente fiables.

Cómo son estos test

La idea de este estudio en Alemania coincide en el tiempo con la noticia de que ya hay una empresa europea con licencia CE para producir test rápidos serológicos que ayuden justo a encontrar a gente que ya haya pasado la enfermedad o esté cerca de hacerlo (su nombre es Anti-SARS-CoV-2 ELISA). La empresa se llama Euroimmun y su test se basa en pruebas serológicas que permiten encontrar rápidamente (unos 15 minutos) los anticuerpos generados para luchar contra el virus en la sangre de los pacientes. En especial, este se centra en dar con dos clases de anticuerpos: inmunoglobulina G (IgG) e inmunoglobulina A (IgA).

Al contrario que los famosos PCR, esta prueba está pensada para estudiar casos en una fase media o avanzada de la enfermedad, ya que la persona debe haber fabricado esos anticuerpos, pero no es todo tan fácil como parece. A pesar de que la propia compañía asegura que su test está pensado para pruebas "a gran escala con el fin de identificar a las personas que pueden haber tenido contacto con el virus incluso sin darse cuenta, han tenido una respuesta inmune y probablemente han desarrollado inmunidad", la fiabilidad también suele dar problemas en estos casos.

placeholder Proceso de test serológico. (EFE)
Proceso de test serológico. (EFE)

Según explicaba hace unos días Miguel Ángel Llamas, biólogo molecular, profesor asociado de la Universidad Complutense de Madrid y CEO de Empireo, empresa de diagnóstico molecular, a Teknautas, este tipo de test serológicos son rápidos y sencillos pero tienen un inconveniente, y es que podrían dar falsos negativos. "Los anticuerpos tardan siete días en aparecer, así que es posible que el test no detectara a algunos enfermos", apunta. Incluso el resultado podría confundirse con otros anticuerpos creados para otros virus, pero el experto no cierra la puerta a su utilización, todo lo contrario.

Llamas deja claro que valdría la pena hacerlos, porque "los síntomas suelen aparecer al cuarto día y los anticuerpos, al séptimo. Esto deja una ventana de solo tres días en que podría haber falsos negativos. Un paciente con síntomas y un test de anticuerpos negativo podría hacerse después una PCR, ocurriría en pocos casos, no más del 10%", explica. Además, son muy seguros en su manipulación, puesto que la sangre no contiene el virus, solo los anticuerpos que se han generado para combatirlo.

placeholder Foto: Reuters.
Foto: Reuters.

Por último, Llamas también recomendaba hacer a largo plazo algo muy parecido al proyecto alemán. Un estudio epidemiológico con pruebas de anticuerpos que evidencien qué tanto por ciento de la población ha pasado la infección, porque puede ser una magnífica herramienta de planificación sanitaria. “La prueba de anticuerpos te dice que has estado enfrentado en algún momento al virus, porque puede haber finalizado la infección y los anticuerpos se mantienen, como pasa con las vacunas”, señala el experto.

Ese test no se haría a toda la población, pero, con una muestra significativa de miles de personas, serviría para ver en qué medida se ha expandido el virus y quién puede estar inmunizado. Con ello, se podrá planificar cómo combatir la infección de coronavirus que vuelva el próximo invierno si la epidemia acaba por tener un carácter estacional. “A lo mejor un 70% de la gente lo pasamos sin darnos cuenta y los modelos epidemiológicos servirán para saber lo que hay que hacer”, comenta Llamas.

Galicia ya los ha empezado a probar

A falta de que se aterricen bien estos proyectos a gran escala y se puedan tomar en serio términos como el de pasaporte inmunológico, el periódico británico 'The Guardian' daba una idea: que estos salvoconductos se empezasen a dar primero entre los profesionales críticos de esta crisis. Es decir, sanitarios, fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado o empleados de sectores críticos. Y lo cierto es que en España ya hay alguna prueba en este sentido. En concreto, en un hospital de Galicia.

Según explica el 'Faro de Vigo', el Chuvi (Complejo Hospitalario Universitario de Vigo) acaba de iniciar una prueba para ver el funcionamiento de los test serológicos rápidos. Los responsables han decidido empezar por servicios de primera línea y han hecho un muestreo con parte del personal del Servicio de Urgencias. Según el periódico vigués, fueron alrededor de un centenar de sanitarios los testados y todos arrojaron resultado negativo.

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Vista general del Complejo Hospitalario Universitario de Vigo (Chuvi). (EFE)

Los kits usados en el caso gallego son algo diferentes a los presentados en Alemania, pues buscan un anticuerpo distinto: la inmunoglobulina M (IgM), que aparece en la fase aguda de la enfermedad, a partir de los cinco o seis días, y va desapareciendo a las tres semanas. Además, también detectan la inmunoglobulina G (IgG), que es la más permanente, surge al cabo de unos 15 días y dura años. Lo de la IgM también puede dar algún problema más, y es que cuando se encuentra este anticuerpo en la sangre no se sabe si la persona ya ha superado la enfermedad o sigue siendo contagiosa. De darse el caso, el protocolo vigués dice que se le haría una prueba PCR para afinar.

Fuera de Galicia, la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (la Seimc) acaba de lanzar este miércoles un documento en el que habla de todos los tipos de test, y también de los de detección de anticuerpos, e incluso, aunque no habla de pasaporte, deja un mensaje en sus recomendaciones. En concreto, plantea que las aplicaciones de estas pruebas podrían ser útiles para pacientes que lleven más de cinco días con síntomas, para casos con síntomas pero PCR repetidamente negativa, para detección de personal sanitario inmune (presencia de IgG), para comprender la epidemiología del SARS-CoV-2 y encontrar casos asintomáticos, para encontrar donantes de suero hiperinmune, para trabajos de investigación y para evaluación de la vacuna.

Aunque no hay nada demasiado seguro y todavía se ve como algo lejano, varios países europeos ya empiezan a pensar en cómo será el fin del confinamiento. Italia ya da fechas, China muestra algunas ideas para evitar caer de nuevo en el contagio y también Alemania comienza a mover ficha. Todos siguen sus pasos con lupa, pero es este último caso el que ha levantado más dudas y debate en los últimos días. Y es que, aunque no hay nada confirmado, una nueva investigación señala que el país teutón estaría estudiando una especie de pasaporte inmunológico que permitiese, al menos a la gente que ya ha pasado el virus y que ocupa puestos críticos, volver a la calle progresivamente.

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