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Videojuegos y hormonas. Nos colamos en un centro de alto rendimiento de eSports
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el equipo de CS:go prepara las finales de la esl

Videojuegos y hormonas. Nos colamos en un centro de alto rendimiento de eSports

En una nave en el Matadero de Madrid se encuentra la sede de Movistar Riders, uno de los mayores equipos de deportes electrónicos de nuestro país

Foto: El equipo de CS:GO, durante un torneo. (Movistar Riders)
El equipo de CS:GO, durante un torneo. (Movistar Riders)

En una sala con ordenadores a lado y lado, una televisión preside la pared principal. A su alrededor, seis chicos observan un vídeo de Youtube en el que se repite una partida jugada hace unos días. Se trata del equipo de Counter Strike: Global Offensive (CS:GO) de Movistar Riders, que esta semana prepara su asalto a las finales de la ESL que decidirán cuál es el mejor equipo de España de este 'shooter' en primera persona en el que dos equipos (un grupo terrorista y uno antiterrorista) se miden en un mapa cerrado.

Foto: Espectadores de un torneo de eSports.

Y lo hace en un espacio acondicionado para ello, alejado de la tradicional 'gaming house' —un piso franco en el que los jugadores compartían 24 horas al día en un entorno más cercano a un 'gran hermano' que a un espacio para profesionales del videojuego— y más cercano a un centro de alto rendimiento deportivo. En el Movistar eSports Center, situado en la Casa del Lector de Matadero, en Madrid, el equipo de Riders cuenta con unas instalaciones diáfanas en las que sus jugadores pueden pasar su jornada laboral alejados del día a día en sus hogares.

El día a día por el que se rigen estos equipos difiere del de un equipo de deportistas tradicionales. En lugar de estar en un mismo espacio para entrenar durante todo el año, algunos jugadores de Riders y de otros conjuntos lo hacen desde sus hogares a lo largo de la temporada y se reúnen de manera presencial para preparar los torneos más importantes. Otros, como los equipos de League of Legends, sí que están en la sede de Riders a diario para preparar

placeholder Detalle del vestuario de Movistar Riders. (Reuters)
Detalle del vestuario de Movistar Riders. (Reuters)

Esta semana es el equipo de CS:GO el que está en Madrid para preparar el asalto a las finales de la ESL (Electronic Sports League, una de las organizaciones de eSports más importantes del planeta). Y para ello, Riders cuenta con varios alojamientos por la capital ("unos tres o cuatro", nos cuenta su portavoz) en los que pudde acoger a esos jugadores que se acerca de manera puntual a la sede del equipo. Lo hacen con una filosofía clara: las horas de entreno se pasan en el centro que el equipo tiene preparado para ello. El centro cuenta con una cocina, un vestuario, salas de reuniones, despachos, otras destinadas a los entrenamientos y hasta un pequeño auditorio que se utiliza para retransmitir eventos de calado.

Un equipo joven y políglota

El equipo de CS:GO lo conforman cuatro chicos de 18 años, el líder, Peter Belej, que suma 25 primaveras y el entrenador, Toni Soriano, que cuenta con 34. "La edad lo hace todo más complicado", asegura el responsable de que el equipo se convierta en uno de los mejores del país. Entre sus integrantes se encuentran jóvenes de diferentes países: Eslovaquía, Suecia, Polonia y España y también hay un belga que no se ha acercado hasta Madrid por lesión.

Durante la sesión de entrenamiento, el equipo hace acopio de todo aquello que no ha salido como esperaban, desde la lentitud a la hora de ejecutar operaciones hasta las quejas de alguno de sus miembros por los roles que se les han asignado. "Hay que buscar el potencial de cada jugador porque, si le fuerzas, no se siente cómodo y lo hace mal", explica Peter Belej, capitán del equipo y que habla un impecable castellano después de haberse trasladado a nuestro país con ocho años.

En un equipo de Counter Strike los roles están muy definidos. El 'entry fragger' o 'entry' a secas es el tipo que entra en primera posición cuando se hace un asalto (y el que atrae la mayoría de fuego enemigo); el 'lurker' vigila las espaldas de sus compañeros; el 'support' que se dedica a ayudar a sus compañeros y se encarga de lanzar granadas por el escenario o el francotirador que, en palabras de Belej, "es el que puede desempeñar más funciones ya que su arma es de las más potentes". El IGL, o 'In Game Leader', es el responsable de dar las órdenes sobre el terreno que en el caso de Riders es el mismo Belej.

Durante la charla táctica que el equipo tiene repasando su enfrentamiento contra el equipo G2, duelo que se saldó en derrota para Riders, uno de los jugadores no está de acuerdo en adoptar el rol de 'entry'. Asegura a sus compañeros que su estilo es agresivo y que no casa con un rol cuya misión es abrir camino al resto del equipo, atraer fuego enemigo y sumar un bajo número de muertes ya que acostumbra a caer rápido en el campo de batalla. Pero el resto del grupo disiente y así se lo hace saber.

"Las relaciones personales son uno de los aspectos más complicados de la gestión del grupo", reconoce Toni Soriano, entrenador del equipo de CS:GO

"Algunos aceptan las críticas mejor, otros peor, algunos se las toman como algo personal, hay gente más seria, más alegre, más borde. En todas partes cuecen habas. Pero las relaciones personales son uno de los aspectos más complicados de la gestión del grupo", reconoce Soriano. Pese a ese intercambio de pareceres, el ambiente en el equipo de CS:GO es distendido. Uno de sus jugadores, por ejemplo, interrumpe un momento la charla para quejarse del sueño que tiene —"la culpa es de la cama de mierda en la que he dormido", lamenta en tono jocoso— antes de llevarse una pequeña reprimenda por parte de Soriano.

"He estudiado cómo gestionar estos grupos y si trabajo con ellos debo entender sus costumbres. No puedo ser un poli malo todo el rato", explica. De hecho, antes de conocer los roles de cada uno de los miembros del equipo, cuesta identificar al entrenador y al capitán. Más allá de la diferencia de edad, la sesión de entrenamiento discurre en un tono casi asambleario en el que cada jugador expone sus quejas y trata de aconsejar a sus compañeros aunque alguno parezca tomárselo peor que otro.

placeholder Peter Belej es el capitán del equipo de CS:GO. (Movistar Riders)
Peter Belej es el capitán del equipo de CS:GO. (Movistar Riders)

"Esto es un trabajo y, al final, tienes que hacer lo que te digan. Esa es la pelea", reconoce Soriano. "En un equipo todos deben tener una misma visión porque es muy fácil que uno vaya libre y otro apueste por la táctica. Es muy complicado tener cinco jugadores que se complementen y pueden surgir roces por el estilo de juego", admite Belej. Soriano también señala a las particularidades de los eSports, a que son un sector donde los jugadores "se queman antes" y donde la propia naturaleza competitiva, a razón de dos temporadas en cada año, cambia la relación de los jugadores con sus clubes. "Es diferente a la vida de un deportista", sentencia.

Lo que pretende evitarse con la creación de un espacio exclusivo para jugar y entrenar es evitar que esos roces lleguen a mayores. "Juntarlos a todos en un piso durante 24 horas lo convierte en un polvorín. Trabajar, vivir y entrenar todos juntos lo convierte en un 'gran hermano'", explican desde el equipo. Por ello, Riders ha estimado que la mejor opción para mantener a sus cerca de treinta jugadores con la cabeza despejada es repartirlos por los diversos pisos que tiene por la capital.

placeholder Una de las salas donde entrenan los jugadores de CS:GO. (Movistar Riders)
Una de las salas donde entrenan los jugadores de CS:GO. (Movistar Riders)

Por ello, en un momento del descanso, Soriano comunica a sus jugadores que existe la posibilidad de pernoctar en un alojamiento diferente al que habían dormido la noche anterior. "Tiene piscina", asegura, ganándose la complicidad de sus pupilos. El hecho de que haya jugadores que no hablan castellano les obliga a relocalizarlos en otras estancias donde se mezclan con miembros de Riders que tampoco hablen castellano.

Tendrán poco tiempo pensar en nada más que terrorismo y antiterrorismo. Siempre a los mandos de un teclado y un ratón, delante del monitor de un PC, los jugadores de Riders tienen un objetivo entre ceja y ceja: lograr el mejor resultado posible contra los equipos punteros de España este próximo fin de semana.

En una sala con ordenadores a lado y lado, una televisión preside la pared principal. A su alrededor, seis chicos observan un vídeo de Youtube en el que se repite una partida jugada hace unos días. Se trata del equipo de Counter Strike: Global Offensive (CS:GO) de Movistar Riders, que esta semana prepara su asalto a las finales de la ESL que decidirán cuál es el mejor equipo de España de este 'shooter' en primera persona en el que dos equipos (un grupo terrorista y uno antiterrorista) se miden en un mapa cerrado.

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