Probamos el Samsung Galaxy Book: esto no es suficiente para batir a Apple o Microsoft

El mercado de los equipos convertibles sigue en auge. Microsoft acaba de estrenar la útima versión de Surface Pro y Apple lo intenta a su manera con el nuevo iPad Pro. Mientras, Samsung se lanza a la palestra con un producto que supone una evolución de la vetusta TabPro S. Lo vimos en el pasado Mobile World Congress, se llama Galaxy Book y pretende comerle una porción del pastel a Surface y a Apple en el terreno de la productividad. Vaya por delante que tiene mimbres para conseguirlo aunque el fabricante coreano debe mejorar su rendimiento en algunos aspectos clave para poder medirse de tú a tú con los productos de Redmond y Cupertino.

TE PUEDE INTERESAR

El nuevo iPad Pro y el iPad 'barato', frente a frente: ¿merece la pena pagar 300 € más?

Jaume Esteve

Varios aspectos sobresalen del Galaxy Book y varios aspectos le dejan por detrás de sus rivales lo que conforma un equipo extraño de catalogar, y al que habrá que seguir de cerca en sucesivas actualizaciones. Estamos ante una de las mejores fundas para teclado de un equipo 2 en 1 y ante un lápiz correcto que, no hay que olvidar, vienen de serie con el equipo y que no hay que pagar de manera adicional. Todo ello con un equipo de un rendimiento impecable que, a pesar de podr quedarse corto con 4GB de RAM, no nos ha dado problemas en ningún momento. Las pegas, que las tiene, se resumen en una pobre batería y un modo tableta desaprovechado que te hará utilizar el equipo como portátil.

Llegado a este punto la pregunta es más que pertinente: ¿merece la pena gastarse más de 1.200 euros en un equipo que actúa mejor como portátil pero que no es un portátil. Y la respuesta es negativa, aunque ello no significa que el Galaxy Book sea un equipo que pueda ofrecer algunas ideas interesantes. Pero uno de sus mayores lastres sea que, a la hora de actuar como tableta, no esté a la altura de lo que ofrecen otros rivales, ya sea un iPad Pro (con el que pierde por goleada en experiencia de uso) o una Surface Pro.

Por ejemplo, en su configuración como equipo portátil. Después de haber probado los teclados de Surface o de Apple, el de Samsung nos ha parecido el mejor, de largo. No sólo por los materiales utilizados y porque la experiencia de uso se asemeje a lo que se puede encontrar en el teclado de un portátil, sino porque viene sin un coste adicional. El precio del Galaxy Book puede ser algo elevado comparado con la competencia pero en esos algo más de 1.200 euros vienen incluidos tanto el teclado como el 'stylus'.

Un 'stylus' que sigue la filosofía de la compñía en este ámbito. No se tiene que recargar ni se tiene que enlazar con el equipo. Es cierto que cumple con su cometido a la perfección aunque no se le puede pedir el mismo nivel de precisión ni de interacción que el Apple Pencil. Para el común de los mortales estamos ante un 'gadget' que cumple más que sobradamente y que sólo palidece ante sus rivales en entornos altamente profesionalizados.

A pesar de contar sólo con 4GB de RAM, el rendimiento del Galaxy Book ha sido más que satisfactorio durante estos días de prueba

En el apartado del rendimiento también nos ha sorprendido de manera grata el Galaxy Book. Viene equipado con un procesador i5, una pantalla 2K Super AMOLED, 4GB de RAM y 128GB de almacenamiento a los que hay añadir dos puertos USB-C. Aunque puede ser que la RAM sea algo menor de lo esperado sobre el papel, los 4GB han sido más que sobrados durante nuestra prueba. Pero vaya por delante que no hemos utilizado aplicaciones que exijan mucho a la máquina: tener abiertas varias pestañas de YouTube a resolución 2K ha sido una de las pruebas más duras a las que le hemos enfrentado.

Una pobre batería

Es el mayor de los puntos débiles del Galaxy Book. Para ser un equipo ideado para el entorno profesional, su batería ha dejado bastante que desear hasta el punto de que no vas a poder llegar a las ocho horas de trabajo ininterrumpidas con una sola carga. Es uno de los problemas asociados a tener una pantalla con una resolución de 2160x1440 píxeles, que el peaje que tiene sobre la pila se nota ahí donde más duele. En nuestro caso, nos ha costado mantener el equipo funcionando más de seis horas.

¿Compensa esa contraprestación? ¿Compensan las pocas horas de batería para tener imágenes más bonitas y nítidas? A nuestro juicio, es un precio demasiado elevado a pagar para un equipo que está más pensado para el campo de batalla que para epatar al usuario. Puestos a pedir, sería preferible exprimir dos o tres horas adicionales al equipo a cambio de una resolución Full HD.

Donde no hemos encontrado un problema que sí se ha citado en otros análisis es en el ruido provocado por el ventilador del equipo. Jamás hemos escuchado un ruido al estilo de la Surface Pro 4 y en líneas generales el Galaxy Book no nos ha parecido que fuera un portátil o una tableta ruidosa.

¿Me lo compro?

Este nuevo intento de Samsung por meterse en el mercado de los 2 en 1 tiene algunas buenas noticias pero, desgraciadamente, otras que lastran la experiencia final. El teclado del Galaxy Book es el mejor que nos hemos echado a la cara en estos últimos tiempos así como el rendimiento del equipo, impecable para ser una máquina que no pasa de los 4GB de RAM.

Por contra, su experiencia de uso como tableta deja bastante que desear así como una vida útil muy corta cuando tienes que tirar exclusivamente de la batería, una situación que puede ser problemática en determinados entornos. Y no hablamos de un equipo que sea precisamente barato. El Galaxy Book tiene un precio superior a los 1.200 euros, lo que le coloca por encima de algunos portátiles de gama alta y muy por debajo de equipos como el HP Spectre, un portátil en toda regla que incluso hace del diseño uno de sus fuertes.

En definitiva, estamos ante un buen producto, pero no todo lo sólido que necesita para dejar en la estacada al Surface de Microsoft o al iPad Pro de Apple. Habrá que esperar a la próxima.