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Probamos el Surface Laptop de Microsoft: este portátil me ha hecho olvidar a Apple
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a la venta el 15 de junio a partir de 1.149 euros

Probamos el Surface Laptop de Microsoft: este portátil me ha hecho olvidar a Apple

Microsoft entra a lo grande en el terreno de los portátiles con un equipo que puede mirar de tú a tú a Apple aunque tiene algunos errores que corregir

Foto: (Carmen Castellón)
(Carmen Castellón)

En la batalla por el portátil perfecto, Microsoft parece haber puesto sus miras en Apple. La familia MacBook es una de la que mayor grado de satisfacción tiene entre sus consumidores en los últimos años (aunque en este 2017 ha protagonizado una sonada caída en las listas) por lo que Microsoft ha puesto sus vistas tanto en el MacBook Air como en el MacBook. ¿Cómo? Con el Surface Laptop, un portátil que, por poco más de mil euros, pretende comerles parte del pastel del mercado a ambos.

¿Ha logrado Microsoft acercarse a Apple? La respuesta es afirmativa, aunque con algunos asteriscos. El Surface Laptop es un equipo que va sobrado de prestaciones, con una excelente batería pero con dos grandes problemas: la inclusión del tejido Alcantara en el teclado y la inclusión de Windows 10 S por defecto.

Comencemos por este último punto, ya que es uno de los más llamativos. Nuestra prueba con el Laptop comenzó, como de costumbre, con una descarga: Google Chrome. Más allá de preferencias personales, el navegador de Google es el más indicado para trabajar con la herramienta 'online' con la que publicamos en Teknautas y la primera sorpresa llegó al comprobar que en la tienda de Windows no hay ni rastro de Chrome.

Uno de los puntos básicos de Windows 10 S es la seguridad. Microsoft ha restringido el sistema operativo de manera que no permite la instalación de aplicaciones externas. Todo tiene que pasar por la tienda de Windows y cuando lo buscas, desgraciadamente, no aparece ningún resultado relevante. Podría ser un problema menor de no ser porque nuestra herramienta de publicación online no funciona con el navegador Edge lo que obliga, al momento, a tirar de la opción de actualización a Windows 10 Pro.

Vaya por delante que el proceso es rápido, sencillo y que en menos de diez minutos el Surface Laptop ya está actualizado al Windows 'de toda la vida'. El episodio con Chrome es el síntoma de un problema mayor: capar un ordenador como si se tratara de un dispositivo iOS es una mala idea cuando una de las fortalezas de PC pasa por la libertad de elección a la hora de descargar e instalar lo que sea.

La versión recortada de Windows 10 duró unos pocos minutos hasta que descubrimos que no se podía instalar Chrome en el equipo

Solucionado el problema con la instalación gratuita de Windows 10 Pro, pasemos al aspecto del portátil. Porque te pueden gustar más o menos las formas del Surface Laptop (en líneas generales me parece algo tosco, pero es una valoración muy personal), pero la inclusión del tejido Alcantara en el teclado supone un paso atrás respecto a cualquier portátil de la competencia.

No le vamos a negar a Microsoft la mayor: el ordenador es bonito y parece una pieza de diseño, más cercana a un escaparate de moda que a una tienda de informática. Es más, frente a la predilección por tonos metálicos, resplandecientes y dorados de otras marcas, se agradece un paso en la dirección opuesta que apueste por la elegancia desde la sutileza.

El problema, en la práctica, reside en las molestias que lleva asociado el tejido y que, ya en unos pocos días de prueba, se ha ensuciado con facilidad y la sensación, al tacto, no era precisamente placentera. Por ponerlo de otra manera, la rugosidad del tejido lo convierte en un imán de suciedad que no pasa con el tradicional aluminio o plástico de un portátil convencional. Si en menos de una semana ya ha acumulado residuos, no queremos imaginar cómo estará el equipo en unos meses.

Lo mejor: un equipo robusto de gran autonomía

Se podría decir que algunos de los problemas del Surface Laptop son circunstanciales. Windows 10 S no deja de ser opcional, por lo que se puede pasar a la versión actualizada en cualquier momento. Otros son perennes: el citado tejido o un 'trackpad' que no acaba de ofrecer los mismos resultados que un Mac son algunos ejemplos. Sin embargo, el ordenador se permite el lujo de marcarse detalles propios de un 'hardware' salido de la manzana. Por ejemplo, al levantar la pantalla, la base permanece inalterable pegada a la superficie sobre la que se encuentre por lo que no es necesario utilizar dos manos para abrirlo.

Microsoft asegura que la batería del Surface Laptop se puede extender hasta las 14 horas. Damos por hecho que tirando de la versión completa de Windows 10 y de Chrome, conocido por comerse las pilas de cualquier equipo portátil, el tiempo se iba a reducir, pero hemos podido estirar la batería unas diez horas sin problema alguno.

Es más, hemos tenido el equipo con el brillo al máximo y reproduciendo vídeo durante casi dos horas en alguna de las conferencias del E3 y no por ello la batería se ha resentido. En este punto, Microsoft ha sabido exprimir un equipo que puede mirar a la cara a los tipos más duros de la clase sin avergonzarse por ello.

El equipo que hemos probado ha sido el Surface Laptop con procesador i5 y 8GB de RAM cuyo precio asciende a 1.449 euros. Probablemente esa debería ser la opción 'de entrada' ya que el portátil de 4GB amenaza con quedarse rezagado en poco tiempo. En este apartado es donde debes tener presente qué vas a pedirle al equipo: si necesitas una ofimática básica (correo, navegación, Word, Excel), el equipo de 1.149 euros es más que suficiente. Por el contrario, a poco que necesites aplicaciones algo más exigentes o a trabajar con varias aplicaciones a la vez o reproduciendo muchas pestañas al mismo tiempo, el equipo de 8GB tiene que ser tu elección.

¿Me lo compro?

Probado el Surface Laptop, comprobado que es un equipo solvente, se hace complicado posicionarse en el eterno debate entre Microsoft y Apple. Lo comentaba con mi compañero Sergio Ferrer estos días durante la prueba: llegado a este punto, ya no se trata tanto de decantarse por uno u otro equipo sino escoger con qué sistema operativo quieres trabajar: Windows o macOS. Quizá esa sea la primera pregunta a responder a la hora de querer hacerse con un portátil. Solucionada esa incógnita, el camino se presenta algo más despejado en el ecosistema Mac y muy fragmentada en Windows.

Dicho esto, el Surface Laptop puede competir sin problemas con equipos como el HP Spectre, el Acer Swift 7 o el Dell XPS 13. Quizá son los pequeños detallitos los que le dejan algo por detrás de sus competidores. La ausencia de puertos USB-C (magnificado por la terca apuesta por el conector de Surface), los marcos del monitor (que no llegan a ser tan finos como los de Dell), el grosor (lejos del que hemos visto en el Spectre o el Swift) son algunos elementos. Pero no hay que olvidar que estamos ante una primera versión de un 'hardware' y que Microsoft tiene mucho que pulir y mucho que recorrer.

Si nos quedamos con las prestaciones, el Surface Laptop está en la línea de los equipos citados. Dell, HP, Lenovo, Asus, Acer y ahora Microsoft conforman una alineación con equipos sobradamente preparados para colarse en tu despacho. El Surface Laptop es la enésima prueba de que en el ecosistema Windows hay razones de sobra para destronar a Apple.

En la batalla por el portátil perfecto, Microsoft parece haber puesto sus miras en Apple. La familia MacBook es una de la que mayor grado de satisfacción tiene entre sus consumidores en los últimos años (aunque en este 2017 ha protagonizado una sonada caída en las listas) por lo que Microsoft ha puesto sus vistas tanto en el MacBook Air como en el MacBook. ¿Cómo? Con el Surface Laptop, un portátil que, por poco más de mil euros, pretende comerles parte del pastel del mercado a ambos.

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