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La enciclopedia de los emojis: un negocio millonario que empezó por casualidad
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De la paella a la flamenca

La enciclopedia de los emojis: un negocio millonario que empezó por casualidad

Emojipedia alberga información sobre unos 2.000 emoticonos. Su creador la comenzó cuando descubrió que podía saber el origen de los nuevos símbolos que iban apareciendo

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En 2012, Jeremy Burge, un australiano de 32 años, se preguntaba de dónde habían salido todos esos nuevos emoticonos que poblaban su iPhone con la actualización a iOS 6. Quiso saber cuál era el origen de cada uno de ellos, si habían aparecido en el nuevo teclado o si en realidad llevaban allí toda el tiempo y él no los había visto. Sin embargo, no encontró en internet una respuesta que le satisficiera. Por tanto, decidió aportar su propia solución.

Foto: el-artista-que-diseno-la-caca-feliz-y-los-demas-emoticonos-para-twitter

Así nació Emojipedia, un repositorio con información de unos 2.000 emoticonos en 12 plataformas distintas que ha creado este desarrollador web residente en la actualidad en Londres. “Intentaba buscar información en Google sobre qué ‘emojis’ eran nuevos, cuáles habían cambiado… y no encontré nada. Eso me llevó a crear Emojipedia”, cuenta ahora a Teknautas. Burge, un verdadero apasionado de estos símbolos, registró el nombre en 2013, tras venir de una fiesta.

Buscar información en Emojipedia es muy simple: tan solo hay que introducir (en inglés) el nombre del ‘emoji’ en cuestión, o algo tentativo, y esperar a que devuelva los resultados. En cada una de las acepciones, por así llamarlas, se puede leer una descripción del dibujo, nombres alternativos, los usos mayoritarios que se le suelen dar y cuándo fue aprobado por Unicode, el consorcio encargado de regularlos. Por último, se puede ver su aspecto en las diferentes plataformas que hayan personalizado el diseño (Apple, Google, Microsoft, Samsung…) y comprobar cómo se está usando en servicios como Twitter o Instagram.

Además, están ordenados por categorías, para saber cuáles son los más idóneos para determinados temas (viajes, comidas…) o celebraciones y eventos (Janucá, verano, un cumpleaños…). Por último, los más apasionados por el tema pueden aprender sobre un emoticono cualquiera clicando en la opción de ‘random’ (aleatorio en inglés), leer los artículos de un blog con noticias sobre este mundillo o escuchar Emoji Wrap, el ‘podcast’ mensual que Burge presenta y en el que analiza las últimas novedades.

Emojipedia cuenta además con un glosario de términos relacionados y con Botmoji, un ‘bot’ de Twitter que aporta información sobre cualquier emoticono. Tan solo hay que escribirle un tuit con el ‘emoji’ en cuestión y él responderá con un enlace.

El proyecto ha crecido de tal forma que ya cuenta con un equipo para mantener la página. Burge se encarga de redactar los artículos

El proyecto ha crecido de tal forma que ya cuenta con un pequeño equipo para mantener la página. Burge se encarga de redactar los artículos. Aunque parezca una temática muy limitada, “cada semana hay alguien haciendo algo”, asegura, y pone ejemplos de actualizaciones sencillas como aquella vez que Apple decidió cambiar el revólver por la pistola de agua. En la página de este emoticono advierten ahora de que puede variar mucho de un servicio a otro y piden “precaución” a la hora de usarlo.

Además de el fundador a tiempo completo (dejó en 2015 su trabajo en consultoría para dedicarse plenamente a ello), hay un desarrollador y un diseñador, que mantienen una web que cada mes recibe 15 millones de visitas por parte de 4,6 millones de usuarios. Por el momento es “rentable”, explica Burge, y da para pagar los salarios y el servidor. “No somos una ‘startup’ que pierde dinero cada día”, dice entre risas.

Muchos de esos 4 millones de usuarios le piden que la web se internacionalice y aporte la información en más idiomas. Entre los españoles, hubo quien le pidió que rediseñaran el ‘emoji’ de la paella, ya que el aprobado por Unicode no era muy fiel al plato tradicional. Así luce el creado por Emojipedia, con su conejo, su pollo, sus garrofones y sus judías verdes:

Tantas visitas dan también para una serie de estadísticas sobre nuestro interés por los emoticonos. Según Burge, el nuevo ‘emoji’ más popular a principios de 2016 fue el de la cara al revés o ‘Upside-down Face’, como se le conoce oficialmente y que Unicode aprobó en 2015. De acuerdo con la descripción de la página, se suele usar para representar las tonterías o las ridiculeces, o bien para indicar que lo que se ha dicho es una broma o un sarcasmo; por eso, también se le conoce como ‘sarcasm emoji’ o ‘silly emoji’ (emoji tonto en español). Esa pluralidad de intenciones es para el australiano una de las razones de su éxito: “No tiene ningún significado particular. Creo que a la gente le gusta que no hay un único propósito para usarlo”.

Sin embargo, a lo largo del año que acabó, el ‘Upside-down Face’ fue superado por el ‘shrug’, es decir, el de una persona haciendo el gesto ¯_(ツ)_/¯, como si encogiera los hombros mostrando su desconocimiento o su falta de interés por algo. “El número uno”, afirma rotundo Burge. “A todo el mundo parece gustarle por alguna razón”.

Desde que la página está en activo, los internautas han querido saber sobre todo acerca de ‘emojis’ como el de la cara con lágrimas de alegría, aceptado en 2010 y que incluso el diccionario Oxford consideró la palabra del año 2015. “Ha sido la más popular durante dos años”, explica Burge. Por otra parte, el corazón negro, que fue uno de los últimos en ser aprobado, está generando cada vez más interés.

La cara con lágrimas de alegría, aceptada en el diccionario Oxford en 2010, fue la palabra del año en 2015

Burge guarda espacio en su corazón para otros símbolos. Su ‘emoji’ favorito es el de la palmera: “Es muy relajante. Pienso que las sonrisas pueden ser aburridas a veces. Me gusta poner una palmera solo para mostrar que estoy de buen humor”. A la vez, cree que algunos símbolos no sirven de mucha ayuda: no le gusta nada el que, supuestamente, se refiere a un abrazo, aunque no es más que una cara sonriente con las palmas de las manos en alto. “Ojalá fuera mejor”, dice. “No parece un abrazo, parece emocionado o feliz por algo”.

Burge es también miembro de Unicode: “Cuando comencé Emojipedia no tenía ningún contacto con Unicode”, cuenta. Como cualquier persona puede formar parte del consorcio (también hay empresas y organismos que pagan por entrar y tomar parte en las decisiones), se inscribió y comenzó a asistir a las reuniones anuales que celebran. “Hablé con la gente y les dije qué información tenía en Emojipedia, que había gente buscando ‘emojis’ que no existían o que nos encontrábamos con algunos fallos o problemas…” Todo ello hizo que finalmente formara parte del subcomité de 'emojis'.

El día de los emoticonos

Burge es también el creador del World Emoji Day, una iniciativa para dedicar cada 17 de julio a los emoticonos y que cuenta con su propio himno:

¿Y por qué el 17 de julio? Porque esa es la fecha que aparece en algunas versiones del emoticono del calendario. Al parecer, todo vino por Apple, que presentó en esa fecha de 2002 su aplicación de calendario iCal. El objetivo con el World Emoji Day es que cada internauta dedique el día a honrar a los emoticonos como mejor quiera. En la última edición hubo marcas que se sumaron con promociones, como McDonald’s Australia.

Couldn't decide what emoji to use for #worldemojiday so I used them all! pic.twitter.com/7CEXvhuxiV

Para el futuro, Burge tiene en mente seguir mejorando Emojipedia con la vista puesta en las versiones en varios idiomas, algo que reclaman multitud de usuarios. Emojipedia aún tiene mucho que contar. Y si es con emoticonos, mejor.

En 2012, Jeremy Burge, un australiano de 32 años, se preguntaba de dónde habían salido todos esos nuevos emoticonos que poblaban su iPhone con la actualización a iOS 6. Quiso saber cuál era el origen de cada uno de ellos, si habían aparecido en el nuevo teclado o si en realidad llevaban allí toda el tiempo y él no los había visto. Sin embargo, no encontró en internet una respuesta que le satisficiera. Por tanto, decidió aportar su propia solución.

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