Ser invisible está un poco más cerca (y lo han logrado científicos españoles)

¿Quién no ha pensado alguna vez aquello de 'tierra trágame' y hubiera dado cualquier cosa por desaparecer? Pues bien, a día de hoy estamos un paso más cerca de poder conseguirlo. Ser invisible es, posiblemente, uno de los deseos más añorados por la humanidad desde tiempos immemoriales. Ahora, gracias a unos científicos españoles, la posibilidad de mimetizar un objeto con el medio que lo rodea sin dejar rastro de él es posible.

Investigadores de la Universidad Pública de Navarra (UPNA) y de la Universitat Politècnica de València (UPV) han sido capaces de idear la primera capa de invisibilidad capaz de ocultar objetos en ambientes difusivos bajo cualquier tipo de iluminación. O, lo que es lo mismo, el primer sistema que hace indetectable cualquier elemento bajo condiciones en los que la luz no se propaga en línea recta y aunque ésta no sea fija y parpadee.

Este descubrimiento no hace más que sentar las bases para conseguir que en un futuro no muy lejano se puedan hacer invisibles elementos como un coche, un submarino o incluso un avión. Será en los próximos meses cuando los equipos de ambas universidades comiencen a trabajar en el desarrollo del prototipo que logre convertir en indetectable el objeto que deseemos... e incluso podría llegar a hacer en el propio cuerpo humano. Casi nada.

Pero, ¿es realmente posible conseguir la invisibilidad? Teóricamente, la respuesta es sí. El estudio de estos jóvenes españoles, que ha llegado a ser publicado por la revista Physical Review A, ha demostrado a base de ecuaciones que es una posibilidad al alcance de nuestra mano. "Es un artículo teórico que intentaremos desarrollar, pero su aplicación es posible" asegura Miguel Beruete, uno de los investigadores que ha llevado a cabo este estudio, a El Confidencial.

Invisible en agua, niebla... o el cuerpo

La idea es muy sencilla: se rodea un objeto con un material especial, bien una pintura o un espray, que permite que se curve la luz de su alrededor, lo que lo convierte en invisible a la vista del ser humano. Aunque existían trabajos previos enfocados hacia el mismo objetivo, el más completo hasta la fecha es de la UPNA y la UPV, que logra la absoluta invisibilidad hasta en las condiciones más complicadas, como puede ser en medios como el agua, la niebla o el humo.

"Existían algunos estudios previos en medios difusivos, pero tenían una limitación: cuando la luz se conmutaba, se perdía la invisibilidad", confiesa Beruete. Es decir, cuando el haz de luz que enfocaba hacia el objeto empezaba a parpadear, se perdían las propiedades que lo ocultaba a la vista humana. "Lo que ocurría es que se veía la sombra del material que queríamos ocultar. Ahora, podemos decir que casi podemos eliminarla del todo", afirma el científico.

Hasta ahora, se veía la sombra del material que queríamos ocultar. Ahora, podemos decir que la logramos eliminar del todo

En la concepción ideal de Beruete, este producto sería "una pintura que se da al producto y lo convierte en invisible", aunque afirma que eso es aún "ciencia-ficción", pues "queda mucho para llegar a ello". Eso sí, aunque la aplicación más elemental y que parece más obvia es la militar, muchas otras posibilidades civiles se abren para un invento como éste que cuenta con un importante abanico: por ejemplo, con importantes aplicaciones en lo que al mundo de la medicina se refiere.

"Se pueden generar muchas ventajas en este campo, por ejemplo, en las tomografías o en las endoscopias. Muchas veces, necesitamos analizar el cuerpo con un objeto, pero a su vez éste nos oculta lo que queremos ver. Imaginemos que le diéramos una capa de este producto y pudiéramos seguir utilizándolo sin que nos tape absolutamente nada de visión", confiesa Beruete. La realidad, muchas veces, supera a la ficción: hoy, la invisibilidad está un paso más cerca.