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Rellenar encuestas 'online': el negocio redondo para sacarte un sobresueldo
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Rellenar encuestas 'online': el negocio redondo para sacarte un sobresueldo

Numerosos portales de internet proponen responder cuestionarios o realizar misiones sencillas para obtener pequeñas cantidades de dinero o cheques regalo

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Desde hace ya más de una década, Paola (nombre ficticio) no puede trabajar por una fibromialgia. Vive en Madrid y recibe una pequeña ayuda. Ella pensó que no podía estar sin hacer nada, que necesitaba buscarse una forma de ganarse la vida. Y así, hace ya más de una década que empezó a rellenar encuestas ‘online’.

Foto: El teclado de un ordenador

Ciao, Sondea, MySurvey, Clic and Walk… Son muchas las webs con las que es fácil sacarse un pequeño (muy pequeño) sobresueldo mensual respondiendo a encuestas. Probar productos y dar nuestra opinión, valorar qué adjetivos asociamos a determinadas marcas o acudir a un supermercado para comprobar el lineal de un determinado producto son algunas de las pequeñas acciones que se transforman en dinero o en cheques regalo. Eso sí, es un proceso lento.

Paola es una de esas personas que han logrado dominarlo. Se podría decir que ella es toda una profesional de estas encuestas: en uno de los portales está inscrita con diez direcciones de correo diferentes "y no se han coscado", cuenta a Teknautas. La rutina diaria de Paola varía en función de lo que las webs en las que está inscrita le propongan. "Va en función de la demanda, pero sí, suelo hacer todos los días". Eso sí, "yo le dedico tiempo. Ahora mismo estoy hablando contigo y estoy haciendo encuestas", dice al otro lado del teléfono, a la vez que recomienda tener cuenta en Paypal para recibir el dinero.

Ya que el número de encuestas varía, Paola no tiene un sobresueldo fijo cada mes: "A lo mejor un mes no gano nada, pero a lo mejor tengo nueve euros y al mes siguiente hago una encuesta, llego a los diez y cojo [un cheque] con Amazon. Yo ahora tengo con vales de Amazon 125 euros. El otro día me ingresaron por encuestas 10, 15, 20 euros. Pero eso, se gana poco a poco y porque tengo muchísimas vías".

Mucho de su trabajo se ha traducido en vales para gastar en diversos negocios: Amazon, Carrefour, Fnac…, en forma de tiques como los de Compliments. “A mi hermana por su cumpleaños le di veinte 'pavos', que los saqué por encuestas”, para gastar en El Corte Inglés.

Realmente me pagaban con tarjetas de El Corte Inglés, tarjetas regalo. Me venían bien para hacer la compra

Julia (también nombre ficticio) vive en Asturias y comenzó a rellenar estas encuestas hace unos ocho años "por sacarme un dinerillo, que andaba muy justa. Realmente me pagaban con tarjetas de El Corte Inglés, tarjetas regalo. Me venían bien para hacer la compra". En 2011 dejó de hacerlas porque su padre enfermó. "Las encuestas eran muy largas y no podía perder el tiempo con ellas en ese momento. Luego ya me quedo embarazada y ya imposible seguir". Ahora, muy de vez en cuando, contesta cuestionarios de Carrefour ("te pagan a través del cheque ahorro con la tarjeta de puntos"). Aunque principalmente ha respondido encuestas, también ha llegado a probar algún producto.

De rellenar encuestas a realizar misiones

Hay una gran variedad de pruebas y de páginas. Una de las más veteranas es Ciao. Esta web nace en 1998 en Alemania, cuenta a Teknautas Guillaume Perrin, responsable de Ciao en Francia y España. Su objetivo ya era desde los comienzos dedicarse a las encuestas ‘online’. Con el tiempo, “para mantener la comunidad”, explica, se diversificaron las acciones y se implantaron otras herramientas como comparadores de precios.

Según los datos aportados por Perrin, Ciao tiene cinco millones de visitantes únicos al mes entre todos los países en los que actualmente opera: Francia, Alemania, Reino Unido, Países Bajos, Italia, España y Suecia. Según el directivo, que no desvela cifras de facturación o beneficios (aunque explica que los ingresos vienen por publicidad y enlaces directos a clientes), España destaca por su uso desde tabletas y ‘smartphones’: “Un 40 % de los usuarios lo usa desde su móvil”. De hecho, para el futuro quieren explotar ese tráfico móvil y otros servicios como guías de compra.

Perrin explica que hacen todo lo posible por evitar fraudes y mentiras: “Tenemos un sistema para verificar las opiniones”, explica. No solo son verificadas sistemáticamente por pruebas de compra, como un tique o un recibo, sino que “la comunidad informa también de muchos de los fraudes. También comprobamos en Google las imágenes, que no las hayan cogido de allí, etcétera”. Además, asegura que “no censuramos las opiniones de los usuarios, hay una política muy estricta respecto a eso. Pensamos que cada consumidor tiene derecho a expresar su propia opinión sobre un producto o servicio y no vamos a modificarlo”.

Dar con el perfil es complicado

Paola es de las que intentan engañar al personal: "Si no digo lo que ellos quieren no das nunca el perfil, entonces no ganas nada". Por ejemplo, ella, que no tiene hijos, sospecha si al comienzo de un cuestionario ve una pregunta sobre retoños. "A ti te llega una encuesta [en la que te preguntan] ‘¿tienes un niño de entre nueve y catorce años?’. Si tú dices que no ya sabes que te quedas fuera. ¿Pues qué digo yo? Que sí". Incluso critica el tono de algunas preguntas: "‘¿Qué te parece esta colonia? ¿Te da buen rollo? ¿Te sientes feliz? ¿Te sientes triste? ¿Te sientes apático?’. Las preguntas son tontas. Las preguntas no van a ningún lado, pero tienes que entrar en el juego". Julia, en cambio, afirma que nunca ha mentido: "Si daba el perfil para la siguiente encuesta perfecto y si no... A otra cosa mariposa, tenía encuestas a diario".

Rosana también asegura ser siempre sincera. Vive en Asturias y comenzó a hacer estas encuestas hace "cuatro o cinco años por lo menos", entre otras razones después de escuchar las recomendaciones de su amiga Julia. Comenzó a consultar en internet y a inscribirse en las páginas. "A veces es muy entretenido hacerlas".

Dos veces al año realiza unas que tienen que ver con su propio coche: las reparaciones que hace, en qué época, cuánto le pueden costar los recambios o el taller… Por cada una de estas encuestas asegura recibir 20 euros, de parte de la fabricante del motor de su automóvil. En otros portales se mete esporádicamente, "una a la semana. La semana que tengo menos trabajo me meto dos o tres veces". Recibe el dinero en forma de cheques ("para hacer una comprilla viene bien").

Innovando con los sondeos

Más allá de preguntas, Clic and Walk propone otro tipo de sondeos. Esta joven ‘startup’ francesa (nació en 2012) se caracteriza por sus misiones que obligan a salir a la calle. Además de la posibilidad de responder encuestas desde casa, su comunidad de 350.000 ‘clicwalkers’ (según datos de la compañía) tiene que salir a la calle para comprobar que el GPS de un coche funciona bien, que un cartel publicitario está bien colocado o la apariencia de un lineal de supermercado. Su promotora, Frédérique Grigolato, estaba trabajando en empresas de distribución francesas y, cuando analizaba datos, siempre le faltaban algunos en tiempo real con los que redirigir sus estrategias.

De ahí nacía "una comunidad de gente que pudiera recolectar datos en tiempo real, en el terreno. Para que sea ágil y factible le vino la idea de montar una ‘app’", cuenta a Teknautas la responsable del negocio en España, Elodie Brabant. En 2012 comenzó en el mercado francés y ahora está presente, además, en Reino Unido, España, Italia y Alemania. Según explica Brabant, Clic and Walk puede dar a las empresas información en tiempo real sobre sus productos "y, además, a coste reducido".

El usuario descarga la aplicación en su móvil, "a partir de ahí está geolocalizado. Entonces las empresas nos piden que mandemos a diferentes tipos de estudios, encuestas...". Para las misiones, el ‘clicwalker’ recibe una alerta en el móvil y se le pide que compruebe, por ejemplo, la percepción de un lineal en un supermercado o si un cartel publicitario está bien colocado. Han llegado a realizar misiones con Tomtom: los usuarios han hecho rutas en coche por las ciudades para comprobar si el GPS proporciona o no las indicaciones correctas.

Las encuestas y misiones se evalúan de forma muy diferente, desde los 15 céntimos hasta los 20 euros, según su complejidad. Para evitar los fraudes, Brabant, que tampoco aporta datos de facturación o beneficios, explica que fechan y geolocalizan todos los datos que obtienen. Esto permite comprobar si alguien ha realizado la misión en fecha y lugar. También, todas las acciones deben acompañarse de fotos: si vas a comprobar si un cartel está en un determinado sitio, deberás fotografiarlo.

Las encuestas y misiones de ClicWalker se evalúan de forma muy diferente, desde los 15 céntimos hasta los 20 euros, según su complejidad

Sea respondiendo cuestionarios o hablando de su coche, nuestras entrevistadas recuerdan que sirve como un complemento para los pequeños gastos del día a día. "Es como una ayuda, pero no te ayuda a vivir", aclara Paola. "Es una cosa laboriosa, pero a mí me compensa porque tengo tiempo libre. Pero obviamente me encantaría que no me compensara y tuviera trabajo, eso también te lo digo".

Rosana explica que seguirá contestando estas encuestas "mientras tenga tiempo. Total, no te cuestan mucho trabajo. No pierdes tampoco mucho tiempo y si de vez en cuando te llega un cheque que te vale para hacer unas compras, pues oye, eso que te llevas". Julia, en el mismo sentido, sentencia: "Me gustaba, me entretenía mucho y si encima me pagaban, perfecto". Así es el sencillísimo negocio de las encuestas ‘online’ que te puede dar un sobresueldo.

Desde hace ya más de una década, Paola (nombre ficticio) no puede trabajar por una fibromialgia. Vive en Madrid y recibe una pequeña ayuda. Ella pensó que no podía estar sin hacer nada, que necesitaba buscarse una forma de ganarse la vida. Y así, hace ya más de una década que empezó a rellenar encuestas ‘online’.

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