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El hombre que dejó de dirigir el BBVA para competir en internet con todos los bancos
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GRÉGOIRE DE LESTAPIS, CEO DE LENDIX EN ESPAÑA

El hombre que dejó de dirigir el BBVA para competir en internet con todos los bancos

Tiene 53 años y acaba de dejar su puesto como director general del BBVA en Francia para comandar una 'startup' española de 'crowdlending'. ¿Está loco? Pues igual sí, pero no se arrepiente

Foto: Grégoire de Lestapis, CEO de Lendix en España. (Foto: Enrique Villarino)
Grégoire de Lestapis, CEO de Lendix en España. (Foto: Enrique Villarino)

¿Qué tiene que pasar para que un hombre que ocupa un altísimo puesto de dirección nacional de uno de los mayores bancos mundiales abandone su trabajo para dirigir en España una 'startup' tecnológica de apenas dos años de vida? No lo sabemos, pero este hombre lo ha hecho. Damos por sentado que el sueldo del CEO de una 'startup' no se acerca, ni de lejos, al de un director general de un banco a nivel nacional. Tampoco sabemos si habrá obtenido acciones de la compañía a cambio. Pero el caso es que lo ha hecho.

Foto:  David Barroso, en el centro de la imagen, es el fundador y CEO de Countercraft.

Se trata de Grégoire de Lestapis, un directivo francés de 53 años que, hace apenas tres meses, abandonó su puesto de 'country manager' del BBVA en Francia para tomar un camino radicalmente distinto: asumir la dirección en España de Lendix, una de las 10 'startups' españolas de 'crowdlending' habilitadas por la CNMV para competir directamente con los bancos a la hora de ofrecer a las empresas créditos financieros procedentes de los ahorros de personas particulares.

30 años en la banca... y se pasa al enemigo

La destacada trayectoria de De Lestapis comenzó hace 30 años, cuando abandonó Francia para trabajar en un banco que acabó siendo comprado por Crédit Agricole, donde pasó los siguientes 14 años de su carrera profesional.

En Crédit Agricole siempre ocupó puestos de alta responsabilidad en varios países y ciudades internacionales: Londres, España, Sudáfrica, Chicago, etc. En 1999, cuando trabajaba en Londres, conoció al BBVA mientras buscaba posibles clientes en España. Y la relación fue tan buena que ambos bancos acabaron creando Altura Markets, una 'joint venture' en la que De Lestapis se convirtió en el consejero más longevo.

Tras 30 años como alto directivo en multitud de bancos, Grégoire de Lestapis ha pasado a dirigir una empresa de 'crowdlending' en España

Fue dos años más tarde, en 2001, cuando nuestro protagonista fichó definitivamente por el BBVA, que lo integró en el equipo encargado de la internacionalización del banco. Y su actividad comenzó a ser frenética: estuvo cinco años dirigiendo la actividad de mercados en Europa desde Madrid, luego se fue a Hong Kong dos años y posteriormente volvió a Madrid, donde fue responsable del negocio no 'retail' del BBVA en toda América Latina.

Un tiempo después, en 2014, Grégoire de Lestapis aceptó el trabajo más importante de toda su vida: la dirección general del BBVA en Francia. Nuestro protagonista se había convertido en una de las figuras más importantes de toda la banca europea.

"Las empresas están obsesionadas con lo digital"

El nuevo puesto de De Lestapis era la envidia de cualquiera: no solo tenía un sueldo que presumimos mayúsculo, sino que, además, tenía acceso a las mayores compañías francesas.

Fue entonces cuando descubrió que todas compartían una obsesión común: "Todas estaban obsesionadas con la digitalización, estaban inmersas en ello: Carrefour, Loreal, Michelin, General Electric... Eran empresas en las que, 'a priori', lo digital no era importante, pero todas estaban trabajando en ello e interesadas en nuestro proceso digital. Eso me hizo entrar mucho en la transformación digital del BBVA", asegura.

"Carrefour, Loreal, Michelin, General Electric... todas las grandes compañías francesas estaban obsesionadas con lo digital"

Como buen obseso de los nuevos proyectos tecnológicos, De Lestapis empezó a husmear alrededor de todas las nuevas 'startups' que estaban surgiendo en torno al 'fintech': pagos móviles, consumo colaborativo, gestión de finanzas personales desde el móvil, préstamos a empresas, etc. Fue entonces cuando conoció a Lendix, una pequeña empresa tecnológica francesa que hacía lo mismo que cualquier banco: conceder préstamos a pymes, aunque con una agilidad muchísimo mayor.

Poco tiempo después, De Lestapis recibió una propuesta que, en principio, ni se acercaba a la cierta comodidad de la que gozaba en el BBVA: "Me ofrecieron montar Lendix en España. En Francia habían empezado hace dos años, y el fundador, Olivier Goy, me dijo que quería que esta empresa fuese líder en toda Europa". Muy poco después, en septiembre de 2016, Grégoire de Lestapis aceptó el puesto, dejó el BBVA, hizo las maletas y se vino a Madrid.

La reacción de los demás: "Envidia... y miedo"

La reacción de los compañeros y jefes de De Lestapis ante el cambio no se hizo esperar: "Fue una mezcla de envidia sana y miedo. Envidia, porque es ilusionante tener la oportunidad de hacer algo muy nuevo que crees que va a tener éxito. Y más teniendo en cuenta que la banca ahora mismo está sufriendo, está en un proceso de transformación muy potente y que va a durar muchos años", asegura.

Y es que "un entorno con tantos cambios por parte de los reguladores no es favorable para los bancos. Mis excompañeros del BBVA saben que tienen por delante un camino apasionante, pero también muy difícil".

"Cuando trabajas en un gran banco, tienes mucha presión, pero sabes que, si no haces tonterías, seguirás ahí"

En cualquier caso, la decisión seguía sin ser nada sencilla: "También hay miedo. Cuando trabajas en el BBVA, estás en un gran banco y tienes mucha presión por los resultados, pero sabes que, si lo haces bien, vas a seguir ahí. Ningún puesto de trabajo está asegurado, pero si no haces tonterías, seguirás ahí".

Al final, se trataba de una lucha entre lo cómodo y lo interesante: "Tenía una situación confortable, así que algunos me decían que qué hacía, que estaba loco. Y a lo mejor lo estoy, pero creo que ha sido una buena decisión".

"Los bancos tenían una rentabilidad demencial"

De Lestapis nos asegura tener claras las motivaciones de su cambio. En primer lugar, las personales: "Después de 14 años en una empresa magnífica, no es una decisión baladí, pero para mejorar hay que cambiar. Yo estaba en un gran banco, con un gran sueldo y un buen puesto, muy representativo, acceso a todos los grandes clientes... era fantástico, pero no veía opción de mejora personal".

En segundo lugar, los profesionales: "Estamos viviendo unos cambios de transformación digital brutales. Esto no es una burbuja, es real, y está transformando todo. Los bancos han sido protegidos de la disrupción digital por varios factores. El primero es la confianza que los usuarios tenían en ellos, pero con la crisis eso se ha deteriorado, y ahora la gente se anima a depositar en terceros la confianza que antes ponía ciegamente en los bancos. La crisis ha puesto en duda la confianza de la gente en los bancos".

"La crisis ha quebrado la confianza que la gente tenía en los bancos"

Por otro lado, "hasta que llegó la crisis los bancos tenían una rentabilidad demencial en sus operaciones, del 20-30% al año, pero la crisis ha afectado a todo esto y la rentabilidad es mucho menor ahora". Además, "antes los reguladores protegían a los bancos con leyes y reglamentos, pero ahora han abierto el campo a nuevos jugadores".

Nuestro protagonista lo tiene claro: "Es un cambio de vida. Ahora no tengo la situación que podía tener en el BBVA, y podría haberme ido a otro banco, pero lo que me motiva es cambiar mi vida profesional y personal. No es un tema de dinero, sino de proyecto personal".

¿Competencia real para los bancos?

De Lestapis observa que últimamente la relación entre los bancos y las 'startups' tecnológicas ha cambiado mucho: "Hace dos años, la relación entre bancos y el 'fintech' era de enemistad o de conflicto: los bancos miraban a las 'startups' como si no existieran, y las 'startups' miraban a los bancos como si fueran dinosaurios que iban a morir".

Sin embargo, "ahora estamos entrando en una época de colaboración, y eso es muy bueno. Y es que los bancos tienen los clientes, la infraestructura de producción y distribución, conocen mejor que nadie las leyes, tienen tecnologías y medios para llevar a cabo cualquier cambio... pero tienen un hándicap cultural: unas estructuras muy rígidas y difíciles de evolucionar. Por otro lado, las 'startups' son ágiles, flexibles, innovadoras, tienen al cliente como foco principal... y esto es muy bonito, pero hay pocos clientes, los clientes tienen poco dinero y estas empresas tienen poca infraestructura".

"No somos ni una gota de agua, no existimos; decir que somos competencia peligrosa para los bancos es una broma"

Nuestro protagonista muestra muchas dudas cuando le preguntamos si una 'startup', al menos a día de hoy, puede ser una competencia peligrosa para un banco: "Si te fijas en nuestro nicho, que son empresas de hasta 250 trabajadores y que facturan entre uno y 20 millones de euros, solo en España ya hay 100.000 empresas. El mercado de préstamos a empresas en España es de 100.000 millones de euros anuales, y el negocio que han movido las empresas de 'crowdlending' hasta octubre de 2016 es de 30 millones".

¿Conclusión? "No somos ni una gota de agua, no existimos. Son volúmenes enormes, así que pensar que nosotros vamos a ser una gran competencia de los bancos es ridículo. Yo creo más en el modelo de colaboración. El mercado es muy grande y hay espacio para todos", asegura.

"Llegamos a donde ellos no llegan"

¿Por qué cree Grégoire de Lestapis que hace falta esta colaboración? "Porque muchas de las cosas que nosotros hacemos un banco no las puede hacer. En Lendix, somos capaces de dar un préstamo a un cliente en 48 horas: préstamos de hasta dos millones de euros y a pagar en cuatro o cinco años. Gracias a la tecnología, podemos contestar en 48 horas y dar el dinero en una semana. Esto en un banco es impensable".

Y es que "un banco puede tardar entre cuatro y seis semanas solo en contestar, ni siquiera en dar el dinero. Y no porque un banco sea más fiable, ya que ambos somos igual de fiables, sino por las dinámicas internas de cada entidad. Y estos procesos tan lentos a lo mejor son válidos para el banco, pero no para la empresa, que acaba frustrada por tener que esperar tanto y dar tantos papeles innecesarios. Es ahí donde entramos nosotros".

"La lentitud para dar un préstamo puede ser lógica para un banco, pero no para las empresas"

Por eso, "lo ideal es que los bancos y las 'startups' se asocien. Creo que, en no más de cinco años, los bancos serán especialistas en hacer cierto tipo de cosas, y el resto del ecosistema serán empresas de 'fintech' que sean mejores que ellos en un aspecto y les ayuden".

Veremos cómo acaba la cosa. Dentro de cinco años, podremos preguntarle a Grégoire de Lestapis si se arrepiente de esta decisión o no. Mientras tanto, lo cierto es que los bancos y las 'startups' mantienen una (pacífica) guerra... en la que nuestro protagonista ya ha elegido bando.

¿Qué tiene que pasar para que un hombre que ocupa un altísimo puesto de dirección nacional de uno de los mayores bancos mundiales abandone su trabajo para dirigir en España una 'startup' tecnológica de apenas dos años de vida? No lo sabemos, pero este hombre lo ha hecho. Damos por sentado que el sueldo del CEO de una 'startup' no se acerca, ni de lejos, al de un director general de un banco a nivel nacional. Tampoco sabemos si habrá obtenido acciones de la compañía a cambio. Pero el caso es que lo ha hecho.

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