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Nacieron con 3.000€ y ahora valen millones: los españoles que triunfaron sin inversores
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STARTUPS QUE CRECIERON CON SUS BENEFICIOS

Nacieron con 3.000€ y ahora valen millones: los españoles que triunfaron sin inversores

¿Crees que todas las tecnológicas crecen a base de inversores? Conoce a cuatro 'startups' españolas millonarias que se financian con lo que mejor saben hacer: vender

Foto: David Moreno, cofundador de Hawkers. (Foto: Hawkers)
David Moreno, cofundador de Hawkers. (Foto: Hawkers)

En el sector de las 'startups' españolas hay un 'reproche' recurrente: el que las acusa de estar más preocupadas de levantar financiación (sin haber facturado un solo euro) que de generar una compañía rentable.

El juicio puede ser algo injusto, ya que una empresa dirigida al usuario medio (B2C) quizá necesite financiación antes de rentabilizar nada; también hay compañías que entran en sectores con competidores mayúsculos a los que sólo puede combatir comenzando con grandes inyecciones financieras y confiando en que, con el tiempo, llegue el retorno económico... o el cierre.

Foto:  Borja Mera, en el centro de la imagen con sudadera, es el fundador de Techpump.

En cualquier caso, y a pesar de que las 'startups' no rentables pueden ser mayoría, hay casos en los que se rompe la regla: te presentamos cuatro compañías españolas que, naciendo con los 3.000 euros necesarios para montar una sociedad y sin recurrir a inversores externos ni rondas de financiación, consiguieron levantar negocios no sólo rentables, sino incluso millonarios.

Milanuncios: vendida por 100 millones

El mejor ejemplo es el de Milanuncios, el portal de anuncios clasificados que el Ricardo García creó en 2005 y que, con el tiempo, se ha convertido en uno de los mejores negocios de la historia de internet en España.

La historia de Milanuncios es de película: cuando García la montó era una web normalita, con un diseño más que discreto (que a día de hoy apenas ha cambiado) y sin ninguna parafernalia especial con la que luchar contra gigantes del sector como eBay. Por entonces Milanuncios ni siquiera era una empresa: sólo estaban Ricardo y su alta de autónomo.

La página no tardó en empezar a crecer de manera vertiginosa. Cinco años después, en 2010, pasó lo impensable: superó al líder en España, Segundamano.

Una venta millonaria con ocho empleados

La cosa ya iba en serio: en 2011, Ricardo García constituyó su empresa, fichó nada menos que a Klaus Gottschlich, ex director general de eBay en España, y fue mejorando su equipo. Aún así no superó los ocho empleados, una cifra de trabajadores llamativa para una compañía que ya entonces facturaba millones.

Con Gottschlich al volante, Milanuncios creció de manera aún más rápida y se convirtió en una empresa millonaria, dejando en ridículo a sus competidores españoles y acercándose cada vez más a los extranjeros. Y todo ello sin inversión externa... hasta que llegó la venta.

El culmen llegó en 2014, cuando su competencia directa, Schibsted, pagó 50 millones de euros en efectivo por Milanuncios y le dio a Ricardo García un paquete accionarial de la empresa que, según las fuentes de entonces, estaba valorado en otros 50 millones. En total, 100 millones por una compañía de ocho empleados y una web sin alardes, pero tremendamente rentable.

Aspgems: 1,77 millones facturados

Fue hace diez años, en julio de 2006, cuando el emprendedor español Agustín Cuenca pagó 3.006 euros para montar Aspgems, una compañía que en este tiempo se ha especializado en desarrollar soluciones de 'software' especializadas y adaptadas a cada uno de sus clientes.

Y entre dichos clientes, varios grandes: Telefónica, BBVA o Sanitas, junto a otras empresas más pequeñas, han hecho de Aspgems una compañía con una ascensión imparable y que no depende de la entrada de fondos de inversión, sino de sus propios ingresos.

Las cuentas de Aspgems en 2015

Así lo demuestran sus números: en 2015, según las cuentas presentadas ante el Registro Mercantil, Aspgems facturó 1,77 millones de euros, obteniendo un beneficio de 7.883 euros. Además, la compañía tiene en caja cerca de 650.000 euros.

Y todo a base de conseguir clientes: "Nos hemos financiado con el capital inicial que pusimos los socios y luego con los recursos propios generados en los últimos diez años", nos cuenta su CEO, Agustín Cuenca.

Pese al éxito, no ha sido nada fácil: "Sin financiación externa el crecimiento es mas lento, y más en un país como España donde la costumbre de pagar tarde y mal hace que las necesidades de circulante limiten el crecimiento de muchas empresas. Con periodos medios de pago de entre 90 y 120 días el crecimiento es siempre más lento", lamenta.

"Piensa en los clientes, no en los inversores"

Desde su posición, Cuenca parece divisar un panorama emprendedor en el que algunas compañías han perdido el foco: "El problema no es levantar dinero, ya que hay modelos de negocio que requieren eso antes de tener beneficios. El problema real es cuando la empresa deja de hacer lo que requiere el mercado o sus clientes y empieza a hacer lo que piden o esperan los inversores".

Un factor que, en su opinión, puede ser un grave error: "He visto a muchos emprendedores tomar decisiones que sabían que eran equivocadas desde el punto de vista del negocio, pero que los inversores esperaban. A mí lo que me parece un error es hacer una empresa pensando en los inversores".

Es más fácil conseguir un cliente que un inversor, y encima no se lleva parte de tu capital

En cualquier caso, los fondos suelen tener predilección por un tipo de empresas más que por otras: "En general los inversores no creen en las empresas de servicios, y nosotros lo somos. El negocio de los servicios no es escalable: si doblas la facturación, debes doblar la plantilla. Y en el mundo de la tecnología los inversores buscan empresas escalables".

La financiación externa ha intentado llamar alguna vez a su puerta, pero su posición es clara: "Negociar con un inversor requiere mucho tiempo, y, dada la poca probabilidad de éxito de esos procesos, siempre hemos preferido dedicar ese tiempo a nuestros clientes. Es más fácil conseguir un cliente que un inversor, y encima no se lleva una parte de tu capital".

Pompeii: 2 millones de facturación

El emprendimiento a base de viralidad goza de muy buena salud en España: un ejemplo de ello (pero no el único) es Pompeii, una 'startup' madrileña que ha basado su éxito y su crecimiento en una filosofía idéntica a la de Hawkers.

Jaime Garrastazu, Jorge Vidri, Nacho Vidri y Cosme Bergareche comenzaron con 18.000 euros, una cantidad que, tras alcanzar un acuerdo con una empresa de calzado en Elche, apenas les sirvió para crear 350 zapatillas.

Pompeii facturó 135.000 euros en 2014, 360.000 euros en 2015 y cerca de 2 millones en 2016

Sin embargo, he aquí el 'hype': gracias a una exitosa campaña de marketing, las vendieron en dos días. Unos meses después repitieron la experiencia y vendieron 600 ejemplares en apenas un fin de semana. Así una vez, y otra, y otra... hasta ahora.

La ascensión de Pompeii, según las cifras porporcionadas por sus propios fundadores (aún no han presentado cuentas ante el Registro Mercantil), sería abrumadora: facturaron 135.000 euros en 2014, 360.000 euros en 2015 y este 2016 van a rozar los dos millones de euros.

Y todo ello, una vez más, sin inversión externa: financiándose con los beneficios de sus ventas y con sus propios fondos.

Hawkers: tres años valiendo millones

Son los reyes absolutos del 'emprendimiento viral' y una de las 'startups' españolas del momento: en apenas tres años, todo el país (y gran parte del extranjero) está pendiente de Hawkers gracias a su forma de hacer las cosas y la rapidez con la que ha crecido su negocio.

Hawkers nació en Elche el 19 de diciembre de 2013 con apenas 3.010 euros en la cuenta bancaria. Sus cuatro fundadores fueron vendiendo cada vez más en menos tiempo, convirtiéndose en objeto de estudio de cualquier empresa tecnológica que quiere ascender de manera ágil y sin tener que recurrir a inversores.

Su primer año de actividad, 2014, ya fue muy llamativo: entre todas las compañías que forman Saldum Ventures facturaron cerca de 15 millones. Estaba claro que Hawkers era un auténtico caramelo para cualquier gran fondo de inversión.

De hecho, sus fundadores aseguran a Teknautas que, en este tiempo, la compañía ha recibido ofertas de compra de más de 1.000 millones de euros, pero Hawkers no acababa de decidirse. Al fin y al cabo, ya era una empresa que facturaba decenas de millones y, lo más importante, era rentable desde el primer día.

Al final una oferta fue demasiado tentadora: desde hace pocas semanas Hawkers cuenta con 50 millones de euros de inversión, pero siempre podrán presumir de haber llegado hasta ahí sin necesidad de que nadie ajeno entrase en el accionariado de su compañía.

Estas cuatro 'startups' son, a su manera, una especie de seres extraños del emprendimiento digital: compañías que, pese a estar instaladas en un sector en el que 'levantar' dinero es casi la norma, decidideron saltársela e intentar financiarse simplemente con sus propios beneficios. Y lo mejor de todo es que demostraron que podían.

En el sector de las 'startups' españolas hay un 'reproche' recurrente: el que las acusa de estar más preocupadas de levantar financiación (sin haber facturado un solo euro) que de generar una compañía rentable.

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