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Ocho trucos para sacarle todo el partido a tu nueva 'smart TV'
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Ocho trucos para sacarle todo el partido a tu nueva 'smart TV'

Si te han regalado uno de estos aparatos inteligentes o lo compraste sin saber muy bien qué funciones puede llegar a ofrecer, es hora de que conozcas cómo sacarle todo el partido

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Hacerse con una televisión inteligente no muy grande (22 pulgadas) cuesta, a día de hoy, poco más de 200 euros. Ante precios tan bajos, no es para nada descabellado pensar que hay quienes pueden comprarse una ‘smart TV’ sin siquiera saberlo: cuando el precio o el tamaño son lo más importante, el consumidor puede encontrarse con la sorpresa de que, sin ser lo que buscaba, su aparato es inteligente. O puede que, sencillamente, se lo hayan regalado.

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Así, la pregunta más habitual del confuso propietario es para qué sirve. Lo cierto es que, aunque los televisores ‘smart’ tienen ya una década de historia a sus espaldas, no todos los espectadores saben qué se puede hacer con ellos. Más allá de que se conectan a internet, sus funciones aún no son del todo conocidas entre el público general.

Contenido infinito

La conexión a internet de una ‘smart TV’ y sus aplicaciones correspondientes hacen que la amplia gama de canales que emiten en abierto sea una nimiedad. Si la suma de los de toda la vida y los recién nacidos no satisface las expectativas de la audiencia, los aparatos inteligentes abren la puerta a un mundo de posibilidades infinitas: Netflix, Wuaki o Filmin ofrecen amplios catálogos con los que aumenta considerablemente el entretenimiento en la televisión.

No obstante, aquellos que no quieran pagar la suscripción a alguno de estos servicios, pueden recurrir a la‘app’ de YouTube para ver cualquier vídeo alojado en la plataforma propiedad de Google o incluso a las de algunas cadenas de televisión tradicionales (no todas cuentan con ‘app’, eso sí) para ver series de estreno y otras de hace décadas como ‘Farmacia de guardia’ o ‘Compañeros’.

Un tocadiscos

Por mucho que los discos de vinilo vuelvan a estar a la venta y mientras los CD resisten como pueden el paso del tiempo, Spotify, Apple Music o la propia YouTube ofrecen en los televisores inteligentes lo que ni siquiera los ‘smartphones’ o tabletas pueden dar: música con sonido de calidad.

¿Toca limpiar a fondo la casa? ¿Quieres una melodía de fondo mientras cenas? Bastará con abrir la aplicación correspondiente y poner la música que desees para convertir la televisión en un equipo de música de los de toda la vida.

A jugar

FIFA, Just Dance Now, Modern Combat 5: Blackout… La lista de juegos compatibles con las televisiones inteligentes es ya lo suficientemente extensa como para disfrutar de un buen rato de entretenimiento delante de la pantalla sin necesidad de comprar una cara videoconsola. Además, algunas de estas aplicaciones permiten combinar distintas aficiones: más allá de disfrutar de la música bailando delante del televisor con Just Dance Now, la red social española Red Karaoke está también disponible para ‘smarts TV’, con lo que también es posible desgañitarse sin ir al pub más cercano ni hacerse con el famoso Singstar.

Redes sociales a lo grande

Aunque esta función pueda parecer exclusiva para aquellosadictos a las redes sociales que quieran disfrutar de tuitsy vídeos de Facebook en la pantalla más grande de su hogar, lo cierto es quequien más, quien menospodría agradecer un rato de cotilleo sin forzar excesivamente la vista: tanto Twitter como la plataforma creada por Mark Zuckerberg cuentan con aplicaciones para ‘smart TV’. Así, podrás disfrutar del contenido compartido por otros sin tener que estar pegado a un teléfono móvil.

Navegar

Sí, lo más obvio también es posible en los televisores inteligentes: sin llegar a sustituir a los ordenadores, las ‘smarts TV’ permiten utilizar navegadores como Google Chrome para visitar cualquier página web y disfrutar de todo lo que ofrece la Red en la pantalla más grande de tu casa. Si bien puede que no sea la experiencia más cómoda para pulular por internet, lo cierto es que resulta más sencillo que encender el ordenador para navegar de forma tradicional.

Hablar con los que están lejos

El móvil y el ordenador ya cubren de sobra la necesidad de mantener conversaciones cara a cara con esos seres queridos que no están cerca de nosotros. Sin embargo, las televisiones inteligentes de gama alta (o instalando una cámara en cualquier ‘smart TV) también ofrecen la posibilidad de utilizar Skype para hacer videollamadas con una gran calidad de imagen. Nada de gastar batería del ‘smartphone’ o abrir el portátil porque tus parientes te quieren ver un rato: la tele también está para eso.

¿Cuánto le queda al autobús?

Aunque solo al alcance de los propietarios de un televisor inteligente fabricado por Samsung, también es posible consultar qué línea de bus debes coger o cuánto le queda para llegar a tu parada. Eso sí, si resides en Madrid, ya que es la Empresa Municipal de Transportes de la capital española la que cuenta con una ‘app’ para ‘smarts TV’ (y para relojes inteligentes).

Sal de compras

También es posible hacer compras desde el sofá de casa. Lo permite, por ejemplo, la ‘app’ para ‘smart TV’ de eBay, con la que podrás participar en las mismas subastas de la famosa plataforma de comercio electrónico y comprar todo lo que pueda soportar tu bolsillo.

No obstante, antes de lanzarse a utilizar estas y otras aplicaciones en un televisor inteligente, también es necesario recordar que, al igual que sucede en el caso de los ordenadores, una ‘smart TV’ puede quedarse colgada en caso de que el juego o la plataforma de entretenimiento correspondiente exija demasiados recursos. Además, tampoco es necesario hacer un desembolso excesivo para disfrutar de las bondades de una tele con acceso a la Red: hay numerosos accesorios para convertir la caja tonta de toda la vida en un aparato más que inteligente.

Hacerse con una televisión inteligente no muy grande (22 pulgadas) cuesta, a día de hoy, poco más de 200 euros. Ante precios tan bajos, no es para nada descabellado pensar que hay quienes pueden comprarse una ‘smart TV’ sin siquiera saberlo: cuando el precio o el tamaño son lo más importante, el consumidor puede encontrarse con la sorpresa de que, sin ser lo que buscaba, su aparato es inteligente. O puede que, sencillamente, se lo hayan regalado.

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