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Probamos el Gran Hermano con el que espiar a tu familia: tan efectivo que asusta
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la cámara netatmo reconoce caras

Probamos el Gran Hermano con el que espiar a tu familia: tan efectivo que asusta

Un dispositivo graba en vídeo lo que sucede en tu hogar y lo envía en 'streaming' a tu móvil. Todo para saber cuándo tus hijos llegan del cole... y qué hacen cuando no los ves

Foto: Cámara Welcome junto con dos de los 'tags'. (Enrique Villarino)
Cámara Welcome junto con dos de los 'tags'. (Enrique Villarino)

¿Por qué me desaparecen siempre los cigarrillos del cajón? ¿No se lleva mi mujer demasiado bien con el vecino? ¿Se habrá unido el perro al ISIS? Son preguntas que todos nos hemos hecho alguna vez. La cámara Welcome de Netatmo permite responderlas con un Gran Hermano que espíe nuestro hogar en nuestra ausencia. Ya sea desde el ordenador en la oficina o con el 'smartphone' en el bus, sabremos quién entra y sale de nuestra casa; también si se abren puertas y ventanas. Y gracias al reconocimiento facial del dispositivo, recibiremos notificaciones con nombres y apellidos. Tan útil y escalofriante como suena.

Welcome es una cámara con un original diseño, de unos quince centímetros de altura, que recuerda a un bote de colonia de Armani. La caja incluye una tarjeta microSD de 8 GB para almacenar los vídeos y un cable microUSB con el que conectar el aparato a la corriente. El precio es de 199 euros y su uso principal, según el fabricante, es el de controlar cuándo llegan nuestros hijos a casa. En Teknautas probamos este 'gadget' con nuestros compañeros de trabajo; es la hora de jugar a los espías.

Una vez abierta la caja, lo primero es conectar la cámara a la corriente. En este punto nos hemos encontrado con dos problemas. El primero, debido a la manía habitual de incorporar el transformador al enchufe, lo que puede dificultar su conexión. El segundo, por culpa de un cable que peca de corto: sus apenas 1,80 metros pueden dar dolores de cabeza en algunos hogares. Son inconvenientes nimios, es cierto, pero vale la pena señalarlos.

Welcome no sólo ve lo que sucede en casa y reconoce las caras que pasan por delante: también graba las conversaciones

Una vez colocada la cámara en el lugar deseado —en teoría apuntando a la puerta de la entrada, no está pensada para exteriores— llega la hora de la configuración. Esta es en verdad muy sencilla y rápida: tan sólo hay que descargar la 'app' (disponible para iOS y Android) y seguir las instrucciones. En apenas unos minutos podremos dejar a Welcome al cuidado de nuestra casa. A partir de ese momento, podremos olvidarnos de ella y controlar todo a través del móvil o el ordenador.

Además de contar con un campo de visión de 130º, más que suficiente para controlar toda la habitación, la cámara graba en Full HD y cuenta con visión nocturna automática. Pero la característica más llamativa de Welcome es su impresionante capacidad para detectar caras. En cuanto el 'gadget' detecta un rostro desconocido recibiremos una notificación para darle nombre. Con tan sólo dos o tres veces bastará para que reconozca a nuestra familia, aunque para conseguirlo a la perfección puede requerir cuatro o cinco intentos. Aun así, nos ha sorprendido mucho lo bien que funciona.

Desde la aplicación —la versión web es idéntica— tenemos acceso a la grabación en tiempo real de lo que ve la cámara. El 'streaming' se ve con una calidad más baja, dependiente de la conexión a internet, pero podemos descargar los vídeos en calidad Full HD. Este 'streaming' lleva unos segundos de retraso respecto a lo que ocurre en realidad, algo que creemos que carece de importancia. A pesar de ello, nos da la sensación de que Welcome requiere una conexión a internet rápida para su funcionamiento óptimo.

Si optamos por no ver el 'streaming' en tiempo real, obtendremos una imagen que se actualizará cada pocos segundos. Debajo hay una línea de tiempo que enumera, hora incluida, todo lo que sucede: detectado movimiento, Jaume visto, cara desconocida vista... También podemos ver quién está en casa y quién está ausente; ausencia que se cuenta al pasar un tiempo sin que la cámara registre la cara, y que puede ser de entre uno y doce minutos según nuestras preferencias.

Tanto la 'app' como la versión web permiten configurar al máximo las notificaciones, grabación de vídeo y privacidad. Podemos recibir alertas sólo con las caras desconocidas o nunca; al igual que con la detección de movimiento. También podemos hacer que Welcome comience a grabar en vídeo en cuanto detecte movimiento, o sólo cuando no haya nadie en casa. En este sentido, un botón permite informar a la cámara que la casa se va a quedar vacía.

Welcome y sus 'tags' funcionan bien, tanto que dan un poco de miedo. Necesitan, eso sí, de una buena conexión a internet

Welcome no es una alarma: dejar la seguridad de nuestro domicilio a merced de cortes de internet no sería muy inteligente. Sí es compatible con alarmas de incendio o antirrobo: si detecta una, nos enviará una notificación. Sí, esto implica que la cámara cuenta con un micrófono, por lo que también podremos espiar las conversaciones ajenas, aunque es posible desactivarlo y grabar sólo imágenes mudas.

Una cámara doméstica que reconoce las caras de nuestra familia y graba todo lo que se dice. El debate sobre la privacidad de un dispositivo semejante es lógico, y Welcome permite, gracias al reconocimiento facial, no grabar nunca vídeos de determinados usuarios. Una buena idea, por ejemplo, es configurarla para que sólo grabe a los desconocidos.

¿Dónde van todos estos vídeos? Además de en la tarjeta de memoria de la propia cámara, es posible almacenar los datos en Dropbox y en FTP, o descargarlos en máxima calidad en nuestro móvil. La domótica y IFTTT se llevan de maravilla, y existen numerosas recetas para recibir mails en caso de intrusión, encender las luces cuando llegamos a casa...

Sensores para extender la vigilancia

Welcome se complementa con unos 'tags', pequeños dispositivos que se venden por separado a un precio de 99 euros cada caja de tres. Estos sensores tienen unas pegatinas para colocarlos en puertas, cajones y ventanas, avisarnos si se abren, y así aumentar el Ojo de Sauron de nuestra casa. A primera vista, y a diferencia de la cámara, los 'tags' parecen algo cutres para el precio que valen: funcionan con pilas —el compartimento cuesta de abrir y cerrar, por cierto— y, a diferencia de Welcome, dan la impresión de ser algo salido de un todo a cien.

La caja publicita el producto con un "averigua cuándo tus niños llegan a casa", pero es imposible no pensar en usos bastante más oscuros

Los 'tags', contra toda lógica, requieren de la compra de la cámara. No acabamos de entender esta necesidad: aunque es práctico que la cámara comience a grabar en cuanto detecta que la puerta se abre, tampoco estaría mal poder usarlos en solitario para saber cuándo se abre la puerta con una notificación. Los sensores funcionan bien, pero hemos recibido algún falso positivo cuando ha pasado alguna persona muy cerca.

El ecosistema formado por Welcome y sus 'tags' funciona bien, tanto que da un poco de miedo. La única incidencia reseñable es un par de cortes debidos al wifi de la oficina. Por suerte, la cámara vuelve a funcionar en cuanto recupera la conexión. También llama la atención —por mucho que la propia 'app' avise que es normal— lo muchísimo que se calienta la cámara.

No podemos dejar de preguntarnos a quién va destinado un producto como este. Es poco probable que alguien destine la seguridad de su domicilio a un 'gadget' que depende de internet y que cualquiera puede desenchufar en medio segundo, por mucho que pueda servir para cazar la cara de un ladrón. La caja publicita el producto con un "averigua cuándo tus niños llegan a casa", pero es imposible no pensar en usos bastante más oscuros. Un Gran Hermano que envía imágenes de lo que hacen y dicen nuestras familias en casa a un servidor 'online'. Eso sí, al menos sabremos si el perro planea comenzar una yihad en nuestra ausencia.

¿Por qué me desaparecen siempre los cigarrillos del cajón? ¿No se lleva mi mujer demasiado bien con el vecino? ¿Se habrá unido el perro al ISIS? Son preguntas que todos nos hemos hecho alguna vez. La cámara Welcome de Netatmo permite responderlas con un Gran Hermano que espíe nuestro hogar en nuestra ausencia. Ya sea desde el ordenador en la oficina o con el 'smartphone' en el bus, sabremos quién entra y sale de nuestra casa; también si se abren puertas y ventanas. Y gracias al reconocimiento facial del dispositivo, recibiremos notificaciones con nombres y apellidos. Tan útil y escalofriante como suena.

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