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Probamos el Sony Xperia X: la última bala de la japonesa es puro fogueo
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costará 599 euros

Probamos el Sony Xperia X: la última bala de la japonesa es puro fogueo

Una batería que se estira como un chicle y una gran pantalla para un móvil compacto son los (fallidos) argumentos de Sony para competir en la gama alta

El Xperia X de Sony es un teléfono de contrastes. Por 599 euros, el fabricante japonés se ha sacado de la manga un terminal con un diseño elegante, una pantalla que ocupa todo el ancho de la carcasa y que tiene un modo de ahorro de batería que lo va a convertir en la envidia de sus competidores. El problema para Sony queda patente al echar un vistazo a la competencia. El Huawei P9, por un precio similar, ofrece una experiencia mucho más compacta, lo que pone en un brete a uno de los grandes terminales de los nipones para este año.

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Pero antes de pasar a las comparaciones, hay que hablar de las fortalezas del Xperia X. Una de ellas es la pantalla, que con cinco pulgadas es incluso superior a la de un iPhone 6s. El equipo de diseño de Sony ha dejado un margen milimétrico en los laterales, lo que permite que el 'display' ocupe casi todo el ancho de la carcasa. Pese a ser un 'smartphone' algo más grande que el citado iPhone, el terminal se amolda a la mano con facilidad, lo que se convierte en una buena prueba de que se puede aunar manejabilidad con grandes pantallas.

La pantalla no llega hasta los 2K, por lo que se queda en un 'display' a 1080p, suficiente para aquellos usuarios que tengan pensado un uso intensivo de aplicaciones de 'streaming' de vídeo, ya sea Netflix, YouTube o cualquier otra, para pasar los ratos muertos en el transporte público.

Es en la batería donde Sony ha vuelto a sacarse un as de la manga. No por especificaciones, ya que los 2.620 mAh con los que cuenta están en sintonía con otros terminales de su entorno, pero sí que tiene un modo de ahorro de batería que multiplica de manera exponencial las horas de uso. En realidad, son dos, llamados 'stamina' y 'ultra stamina', que te permitirán tener teléfono durante un buen puñado de horas. Tantas, que te podrías tirar cerca de tres o cuatro días sin cargar el terminal.

El 'stamina' es un modo de ahorro de batería tradicional como los que incluyen otros fabricantes. Restringe algunas de las funciones que se utilizan en segundo plano, como el GPS, para alargar la vida del Xperia. El 'ultra stamina' son palabras mayores. Con esta función activada, nuestro teléfono va a regresar a principios del siglo XXI para ofrecer los servicios básicos (llamadas, contactos y mensajes) a cambio de multiplicar la vida útil de manera exponencial. Con un 4%, el teléfono de Sony asegura que podrá alargarla más de 15 horas.

Un doloroso paso hacia atrás

En el terreno de las cámaras, el Xperia X es una pequeña decepción si lo comparas con sus hermanos de gama. Sobre el papel, no son malas cámaras, con 23MP y 13MP en la trasera, pero los resultados parecen estar lejos de esas especificaciones. Como otros fabricantes ya han demostrado, no se trata de reunir megapíxeles sino de lograr una representación fidedigna de la realidad fotografiada.

La lente incorpora un modo manual, que ya se ha convertido en norma en la mayoría de teléfonos lanzados en este 2016, y cuenta con un autoenfoque híbrido que detecta, con relativa rapidez, los elementos que hay en pantalla. A tenor de los resultados obtenidos durante una excursión de fin de semana, no nos aventuraríamos a decir que este es uno de los puntos fuertes del Xperia X.

El sensor, mejor a un lado

Una de las novedades que Sony ha introducido en sus últimos 'smartphones' es el sensor de huellas digitales en el lateral derecho de la carcasa. Un sensor que funciona a las mil maravillas y de cuya velocidad de reacción deberían tomar nota otros fabricantes asiáticos.

Pero esa posición lateral acarrea algunas molestias. Es una de las consecuencias de que todavía no se haya estandarizado esta tecnología: cada fabricante opta por su propia solución. Algunos prefieren la zona inferior, otros la trasera y Sony se ha salido por la tangente.

El tema de los sensores es muy peculiar. En él, juega la sensibilidad de cada usuario. A título personal, me seduce el delantero en la parte inferior o la solución de LG, en la zona trasera, pero con un mecanismo que permite desbloquear la pantalla haciendo un doble clic sobre la misma. La ventaja del lateral es que siempre está a mano cuando el 'gadget' se encuentra sobre la mesa.

Una bala de fogueo

Incluso cuando ejecutamos un 'benchmark' en el X, el teléfono de Sony decepciona. Los resultados a las pruebas de rendimiento efectuadas le dejan en la zona baja de la tabla, por detrás de productos que ya tienen más de un año de vida, como el Galaxy S6, y muy poco por encima del OnePlus 2.

Al precio a que el X va a llegar al mercado, 599 euros, se debe exigir más de Sony. El fabricante ha perdido protagonismo de manera paulatina con los años dentro del sector de la telefonía móvil, hasta convertirse en poco más que una anécdota. Que su batería garantice dos o más días de uso no puede ser excusa para semejante desembolso cuando sus rivales hacen más y lo hacen mejor.

Que la batería del Xperia X garantice dos días de duración no justifica un teléfono que compite con la gama alta pero tiene prestaciones cercanas a la media

En contra de Sony juegan fabricantes que han sabido dar con la tecla (China pisa fuerte, con Xiaomi y Huawei al frente) y otros que, sin seducir al mercado, optan por la innovación, como esa tímida apuesta por la telefonía modular de LG.

El Xperia X no es un mal teléfono, pero en su entorno se pueden encontrar productos más atractivos, ya sea por pantalla, prestaciones, cámaras o por la totalidad de sus características.

El Xperia X de Sony es un teléfono de contrastes. Por 599 euros, el fabricante japonés se ha sacado de la manga un terminal con un diseño elegante, una pantalla que ocupa todo el ancho de la carcasa y que tiene un modo de ahorro de batería que lo va a convertir en la envidia de sus competidores. El problema para Sony queda patente al echar un vistazo a la competencia. El Huawei P9, por un precio similar, ofrece una experiencia mucho más compacta, lo que pone en un brete a uno de los grandes terminales de los nipones para este año.

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