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El círculo del miedo: el negocio de las enfermedades falsas y sus falsas curas
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Fundaciones y empresas que venden pseudociencia

El círculo del miedo: el negocio de las enfermedades falsas y sus falsas curas

Por un lado alertan de supuestos riesgos para la salud, y por otro venden las soluciones y los tratamientos. Así funciona el negocio de la pseudociencia

Foto: La hipersensibilidad electromagnética es una de las dolencias psicosomáticas más habituales.
La hipersensibilidad electromagnética es una de las dolencias psicosomáticas más habituales.

Coja usted una olla y mezcle en ella un lenguaje científico, o que al menos lo parezca, con un mensaje de alerta sobre supuestos riesgos para la salud que estén presentes en el día a día de los que la mayoría de la gente no sea consciente, que las autoridades hayan desatendido y cuyos efectos sean inconcretos y solo visibles a medio o largo plazo. Ahí tiene la receta perfecta; una vez sugerido un temor que parece perfectamente razonable y respaldado por la ciencia, la sociedad hará lo que pueda por protegerse, aunque el riesgo en realidad no exista, o sea mínimo, o no se parezca nada a lo que le han contado. La incultura científica es negocio para unos pocos.

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Así se venden titulares, libros y cursos. También sistemas de protección, productos naturales y terapias alternativas para curar enfermedades a las que la ciencia otorga un origen psicosomático, como la hipersensibilidad electromagnética o la sensibilidad química múltiple. A veces las alertas llegan de unas organizaciones y las soluciones de otras; otras veces el círculo entero pertenece a la misma organización. Es el caso de la Fundación para la Salud Geoambiental, la Fundación Vivo Sano y el grupo Silversalud. Los tres comparten fundadores, administradores y sede. Las dos primeras llevan a cabo campañas de información y divulgación sobre el peligro de las ondas electromagnéticas y productos químicos varios, así como sobre modelos de vida más saludables; el último está formado por varios negocios dedicados a la comercialización de remedios naturales y terapias alternativas.

La Fundación para la Salud Geoambiental

"Estamos rodeados de tóxicos ambientales y contaminación electromagnética procedente de las emisiones de telefonía móvil y de la electrificación de nuestros hogares y ciudades. Esta contaminación, si bien cumple los límites establecidos por las autoridades, no por ello deja de ocasionarnos un efecto en el organismo y a la larga puede acarrearnos problemas de salud".

Este párrafo está extraído de la página web de la Fundación para la Salud Geoambiental, una organización que se declara sin ánimo de lucro, creada con el objetivo de "impulsar una mejora radical en la salud de las personas y de los lugares que habitan". "El lugar donde vivimos", continúan, "afecta de manera directa a nuestra salud. Con suerte, son síntomas leves, pero cada vez hay más cánceres y enfermedades crónicas”. Enumeran como factores de riesgo los campos electromagnéticos que generan todo tipo de objetos cotidianos: lámparas, neveras, hornos, equipos de wifi, teléfonos móviles, muebles, colchones, moquetas o cortinas...

Vídeo institucional de la Fundación para la Salud Geoambiental

Sin salir de la web pueden adquirirse una serie de productos orientados a protegernos de esa “contaminación electromagnética”. ¿Cómo saber si hay radiaciones dañinas en su hogar? Aquí tiene un detector. Cuesta 250 euros. ¿Y si da positivo? Aquí tiene una cortina apantallante (por 93 euros), un juego de filtros para reducir la 'dirty electricity' (635 euros) o un dosel para cama de matrimonio (966 euros).

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Sin embargo, la relación entre los campos electromagnéticos generados por los electrodomésticos y dispositivos que nos rodean no ha sido demostrada. Alberto Nájera, físico y profesor del Departamento de Ciencias Médicas de la Universidad de Castilla-La Mancha, explica que, en términos físicos, esa relación no puede existir.

La física teoría indica que la radiación puede ser de dos tipos: ionizante y no ionizante. La primera emite fotones (partículas de luz) altamente energéticos que interaccionan con nuestras células, causando daños como la alteración del ADN. “Son como bolas de petanca: si te las lanzan, aunque sean unas pocas, te pueden hacer mucho daño”. Son las que emiten por ejemplo los aparatos de rayos X, y es por eso las radiografías se hacen solo cuando son necesarias y el personal sanitario se protege con delantales de plomo.

"El lugar donde vivimos afecta de manera directa a nuestra salud. Con suerte, son síntomas leves, pero cada vez hay más cánceres y enfermedades crónicas"

Las radiaciones no ionizantes, que son las que emiten los aparatos de radiofrecuencia, como las radios, las televisiones, los móviles o el wifi, son muy poco energéticas, y por tanto no tienen efecto sobre nuestras células. “Son como pelotas de ping-pong: podría lanzarte muchas directamente y eso no te causaría ningún daño”. Solo tienen, detalla Nájera, un efecto térmico cuando se aplican en una cantidad y tiempo suficientes. Ese es el mecanismo de funcionamiento del microondas, y por eso se mantienen confinadas en ese electrodoméstico. La radiación que emite un móvil, una red wifi o una antena telefónica es, por lo demás y según todas las investigaciones publicadas hasta la fecha, incapaz de generar ningún efecto en nuestro cuerpo.

Esa era la conclusión de una revisión realizada por la OMS sobre estudios publicados al respecto: "Hasta la fecha, esos estudios parecen indicar que no hay pruebas fehacientes de que la exposición a campos de radiofrecuencia de nivel inferior a los que provocan el calentamiento de los tejidos (las que utilizan los microondas, por ejemplo, que tienen una potencia de entre 800 y 1000 vatios) tenga efectos perjudiciales para la salud. Además, tampoco se ha conseguido probar que exista una relación causal entre la exposición a campos electromagnéticos y ciertos síntomas notificados por los propios pacientes, fenómeno conocido como hipersensibilidad electromagnética". Los móviles tienen un pico de potencia de entre 0,1 y 2 vatios según la OMS, y las antenas de telefonía móvil emiten con una potencia aún menor, explica Nájera.

No se ha conseguido probar que exista una relación entre la exposición a campos electromagnéticos y ciertos síntomas notificados por los propios pacientes

La misma OMS incluyó en el año 2011 las emisiones de radiofrecuencia proveniente del teléfono móvil como “posible carcinógeno para los humanos” en el grupo 2B, el mismo que engloba el café o los encurtidos. La decisión fue muy discutida dentro de la comunidad científica. Los autores del informe en el que se basó la decisión reconocieron que sus pruebas no eran lo suficientemente completas, algo que quedó demostrado en un artículo posterior publicado en 'The Lancet Oncology'. También lo señalaron investigadores del Instituto Nacional del Cáncer de EEUU: “Visto en este contexto, 'posiblemente cancerígenos' no es una señal para abandonar los teléfonos móviles y volver a los fijos. Más bien es una señal de que hay muy poca evidencia científica en cuanto a la carcinogenicidad del uso del teléfono móvil”.

La Fundación Vivo Sano

La Fundación para la Salud Geoambiental está hermanada con la Fundación Vivo Sano: comparten sede, fundadores y muchas de sus campañas. Esta segunda organización se declara igualmente independiente y sin ánimo de lucro, y su objetivo es "crear una sociedad más sana, donde las personas se encuentren bien en todos los aspectos de sus vidas, disfrutando de una buena salud física y mental, de unas relaciones constructivas, viviendo en un entorno saludable".

Para conseguirlo realizan campañas de divulgación e información sobre temáticas relacionadas con la salud: nutrición, ejercicio y deporte, tratamientos y medicinas alternativas. La información ortodoxa se combina con otros conceptos más exóticos como el de la noesiología (el estudio de cómo el pensamiento afecta al cuerpo humano), el de la homeopatía pediátrica o el de manos para sanar.

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Además de la información que recoge en su web, la fundación ha lanzado varias campañas con un impacto mediático notable, como Hogar sin Químicos o la Semana sin Pesticidas, o sobre el peligro de los campos electromagnéticos, o como Escuela sin wifi, ahondando en la alerta contra las ondas electromagnéticas que disparó su hermana la Fundación para la Salud Geoambiental. Aluden directamente al sector más vulnerable con los riesgos: los padres.

"Los niños son particularmente sensibles a estos campos electromagnéticos, y el periodo de exposición, empezando a tan corta edad, es muy prolongado. Recientes estudios muestran que 'la absorción de una señal (electromagnética) determinada que incide en la médula gris y la corteza cerebral es dos veces más profunda en un niño que en un adulto", se puede leer en la página de la campaña, aunque sin referencia a dichos estudios. Esta afirmación choca frontalmente contra la postura científica general: "No se ha encontrado evidencia de que los niños que utilizan teléfonos móviles [que emiten radiaciones no ionizantes, igual que el wifi] tengan un mayor riesgo de desarrollar un tumor cerebral que aquellos que no lo hacen", concluye un editorial de la revista 'Journal of the National Cancer Institute'.

El grupo Silversalud

Ambas fundaciones fueron gestadas con unos meses de diferencia en el año 2010. En sus actas de inscripción en el registro de fundaciones, recogidas en el BOE (aquí una y aquí la otra), se puede comprobar que comparten presidente, José María Hernández García, así algunos vocales, entre ellos María del Mar Esteso de Lucas. Las dos organizaciones tienen también en común la sede, situada en un piso de la calle Príncipe de Vergara 36 de Madrid. No son las únicas. En esa misma dirección figuran una serie de empresas dedicadas a un amplio abanico de actividades, muchas de ellas relacionadas de un modo u otro con las mismas terapias alternativas y de alerta contra las radiaciones de las que informan las fundaciones de Hernández.

Según las rótulos visibles en Príncipe de Vergara, se llaman a sí mismos Grupo Silversalud, aunque desde su departamento de comunicación señalan que no forman un grupo empresarial al uso, sino que son más bien un conjunto de empresas y fundaciones en un espacio común. En el Registro Mercantil Silversalud aparece como una empresa dedicada a servicios administrativos combinados. El 100% de sus acciones pertenecen a Silversoft, cuya accionista mayoritaria (al 95%) es María del Mar Esteso Lucas. Tanto ella como José María Hernández García constan como administradores. Teknautas se ha puesto en contacto con el grupo, que ha declinado ofrecer declaraciones ni facilitar el acceso a Hernández o Esteso.

Relacionados con Silversoft o Silversalud existen o han existido varios negocios, todos con sede en el mismo lugar y siempre con Esteso y Hernández en cargos de máxima responsabilidad (accionistas y administradores).

1. Equisalud, constituida en enero de 1992, en junio de 2010 Hernández pasa a ser su administrador único. Se trata de un "laboratorio de referencia en fitoterapia holística", una disciplina basada en el uso de principios vegetales para tratar patologías reforzando el poder de curación del propio organismo, la relación entre los órganos y tejidos y la relación con el entorno. Equisalud vende a herbolarios, farmacias y parafarmacias un amplio catálogo de productos de origen natural para reforzar la salud según esas ideas, entre ellas esencias emocionales, extractos vibracionales o armonizadores de los siete chacras.

Equisalud, laboratorio de referencia en fitoterapia holística

2. Natursanix, constituida en abril de 2010, Hernández y Esteso comparten la administración hasta septiembre de 2014, cuando él queda como único administrador. Es el negocio del grupo que vende productos de fitoterapia holística a particulares. Cualquiera puede comprar en su página web esos mismos productos, además de otros como alimentos ecológicos, complementos alimenticios, productos de limpieza... Todo con la promesa "100% ecológico". La misma web ofrece información sobre salud y casos clínicos, "pautas y consejos para las diferentes enfermedades" que ayudarán al usuario a "distinguir sus síntomas" y combatirlos "de una forma mucho más sana y natural".

3. Clínica de Medicina Integrativa, repite el mismo patrón que Natursanix: se constituye en abril de 2010 y el septiembre de 2014 la administración solidaria de Hernández y Esteso pasa a ser una administración única del primero. Además está dirigida por el doctor José Francisco Tinao, licenciado en Medicina por la Universidad Autónoma de Madrid, y a su vez vicepresidente de la Fundación Vivo Sano en el momento de su registro en el BOE. Se trata de un centro de atención médica que ofrece una combinación de medicina convencional y natural para atender a sus pacientes. Entre su oferta se encuentra la homeopatía, la negativación eléctrica o la terapia neural.

4. Geosanix, ya extinta, aparece como una empresa dedicada a ensayos y análisis técnicos. Se constituye en noviembre de 2009 y se disuelve voluntariamente en septiembre de 2015. En la actualidad, una búsqueda de esta marca en Google arroja como primer resultado la página de la Fundación para la Salud Geoambiental.

5. Vealia Editorial y Vealia Multimedia, ya extintas las dos, se crearon en abril de 2010 para la producción de contenidos escritos y audiovisuales. Ambas fueron cerradas, la primera en 2012 y la segunda en 2014. Al frente, una vez más, estaban Hernández y Esteso. A diferencia de Geosanix, la web de Vealia sigue en pie: se autodefine como "televisión sana". También es posible consultar una de las obras editadas por la rama editorial, un cuento infantil llamado 'Martina y el secreto de la radiación' con el logo de la Fundación para la Salud Geoambiental en la portada.

Además de estas, otras empresas y marcas dan servicios al grupo. Despacho37 es su departamento de comunicación, As de Ventas proporciona servicios de gestoría, y tienen también un servicio inmobiliario, Silverinmo. Por último, Silversocial Salud aporta "otras actividades auxiliares a servicios financieros", según consta en el registro.

¿Es lucrativo este negocio?

El análisis de las cuentas del grupo no en sencillo, ya que conviven sociedades limitadas con fundaciones sin ánimo de lucro, cuya actividad resulta opaca por ley. No obstante, los depósitos en el registro indican que sus ingresos crecen anualmente, pero también las pérdidas. Sobre el papel, y aunque la notoridad del grupo es cada día mayor, se ha dejado casi 700.000 euros por el camino desde 2013.

Prácticamente todas las empresas que conforman el grupo Silversalud presentaron pérdidas como resultado del ejercicio 2014, el último para el que hay depositadas cuentas en el Registro Mercantil. En total, los ingresos de las cinco suman 5.032.503,21 euros, y sin embargo los resultados agregados resultan en unas pérdidas de -450.907,2 euros. Algo similar ocurrió en 2013, aunque en menor medida: de los ingresos totales que tuvieron las empresas del grupo (3.598.917,89 euros), el resultado final fue de -215.031,59 euros.

En lo que se refiere al presente de este grupo, las empresas siguen con sus negocios y las fundaciones con sus actividades de divulgación: Vivo Sano imparte el 19 de mayo un seminario a través de su página web sobre Cómo reducir los tóxicos en tu cocina, como parte de su campaña Hogar sin Tóxicos, que también sostiene la fundación para la Salud Geoambiental. Esta, a su vez ya ha abierto el plazo de inscripción para el Curso Universitario en Salud Geoambiental, impartido por el Real Centro Universitario Escorial María Cristina.

Coja usted una olla y mezcle en ella un lenguaje científico, o que al menos lo parezca, con un mensaje de alerta sobre supuestos riesgos para la salud que estén presentes en el día a día de los que la mayoría de la gente no sea consciente, que las autoridades hayan desatendido y cuyos efectos sean inconcretos y solo visibles a medio o largo plazo. Ahí tiene la receta perfecta; una vez sugerido un temor que parece perfectamente razonable y respaldado por la ciencia, la sociedad hará lo que pueda por protegerse, aunque el riesgo en realidad no exista, o sea mínimo, o no se parezca nada a lo que le han contado. La incultura científica es negocio para unos pocos.

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