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Cómo lograr que tu viejo ordenador vaya tan rápido como un cohete
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Cómo lograr que tu viejo ordenador vaya tan rápido como un cohete

Un flamante portátil nuevo puede convertirse en un trasto inútil en menos tiempo del que nos gustaría. Reunimos algunos consejos para alargar la vida de nuestro mejor amigo

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Los amantes de la informática más maledicentes aseguran que un flamante portátil nuevo se queda obsoleto a los seis meses. Sin llegar a esos extremos, es cierto que nuestro ordenador se desgasta con los años: programas innecesarios, virus, falta de espacio... Muchos son los motivos que, sumados, provocan que un PC se ralentice hasta el punto de necesitar una eternidad para arrancar.

En Teknautas hemos reunido una serie de consejos que pueden ayudar a rejuvenecer nuestro ordenador. Estos trucos son recomendables para cualquier computadora, pero resultan imprescindibles para esas máquinas que ya no están en la flor de la vida.

Desinstala sin miedo

Como una ardilla que almacena nueces para resistir el invierno, solemos acumular una miríada de programas innecesarios. Videojuegos terminados hace dos años, editores de fotos que probamos una vez antes de olvidar... Esto sin olvidar el prescindible 'software' basura que instalan las marcas por defecto y que jamás utilizamos. Aunque no los abramos ni pensemos en ellos, están ahí y consumen memoria y recursos.

Al margen de programas 'necesarios' como los antivirus, el número de aplicaciones extras que deberían arrancar junto al ordenador tiende a cero

No debemos tener miedo a sacar la podadora. Si no hemos utilizado un programa en un año es más eficiente eliminarlo y, de ser necesario, volver a instalarlo en el futuro. Lo mejor es ir al Panel de Control y revisar la lista en Agregar o quitar programas con detalle.

Arranca con suavidad

Spotify, iTunes, Steam, Skype... Existe un grupo de programas que sí son imprescindibles y utilizamos a menudo, pero sin necesitar que se inicien cada vez que encendemos el ordenador. La mayoría se configura por defecto para arrancar junto al PC, lo que puede aumentar el tiempo de inicio en exceso. Como en el caso anterior, no hay que tener miedo de cortar por lo sano.

Al margen de programas 'necesarios' como los antivirus, el número de aplicaciones extras que deberían arrancar junto al ordenador tiende a cero. Spotify y Skype, por poner dos ejemplos, suelen iniciarse en muchos portátiles aunque en la mayoría de las ocasiones el usuario no los necesite.

Purgar la lista depende de la versión de Windows con la que trabajemos. En Windows 10 bastará con hacer clic con el botón derecho del ratón sobre el menú Inicio y abrir la Barra de tareas. Una vez allí sólo hay que ir a Inicio y deshabilitar todo aquello que no queramos. En versiones anteriores no es mucho más complicado: en el recuadro de búsqueda del menú Inicio deberemos escribir "msconfig" y pulsar intro, ir a la pestaña de Inicio de Windows y desmarcar las casillas deseadas.

Desinfección

Da igual qué antivirus tengas, si tienes. Da igual que vigiles qué páginas visitas y qué archivos abres. Tu ordenador tiene programas maliciosos —y lo sabes—, y según nuestra pericia es posible que incluso hayamos instalado barras de búsqueda indeseadas en el navegador. Ejemplos de programas para eliminar 'spyware' hay muchos, desde Spybot a SpywareDoctor, pero lo importante de verdad es que el remedio no acabe siendo peor que la enfermedad. Muchas de las aplicaciones que prometen borrar este tipo de amenazas... son un peligro en sí mismos. Foros como Spyware Warrior nos orientarán para saber si lo que estamos a punto de instalar es amigo o enemigo. En caso de duda, lo mejor es no hacer nada.

Limpieza a fondo

Eliminar el 'malware' y los programas no deseados no es suficiente. Eliminar esa carpeta de música que ya no escuchamos o esa serie que ocupa 30 GB y que terminamos de ver hace años es también recomendable. Si deseamos conservar archivos que ocupan un buen porcentaje del disco duro, como las fotografías, siempre podemos optar por un buen disco duro externo. Borrar los archivos temporales y desfragmentar el sistema tampoco está de más, algo que podemos hacer de forma manual o mediante programas como CCleaner.

Cuidado con el navegador

El navegador de internet es un arma de doble filo: el elemento más utilizado en la mayoría de ordenadores es a la vez uno de los que más memoria y recursos consume. Chrome, Firefox, Opera... Las diferencias en cuanto al rendimiento no son abrumadoras entre las principales opciones, al margen de gustos y odios. La estrategia más inteligente para no freír el portátil mientras navegamos por internet es sencilla: no excederse en el número de pestañas abiertas y no abusar de la instalación de extensiones.

Mejor fresquito

Ya hemos lavado y peinado nuestro viejo portátil. Es hora de refrescarlo. Nuevo u obsoleto, el sobrecalentamiento es el peor enemigo del rendimiento para cualquier ordenador. Los portátiles pueden enfriarse con una base refrigeradora, aunque los más aventureros pueden intentar abrir la computadora y cambiar la pasta térmica —o pedir a algún amigo o profesional que lo haga por nosotros—. Por unos seis euros, cambiar esta silicona suele garantizar una mejora notable en la refrigeración de nuestro amigo.

Las ordenadores de sobremesa dan más juego, pues las torres permiten incorporar ventiladores extra, abrir los laterales e incluso acercar un ventilador. Medidas que en algunos lugares de España resultan obligatorias hasta para las máquinas más modernas, sobre todo en verano.

Pásate a Linux

Una gran opción para rejuvenecer un vetusto ordenador. A comienzos de año nuestro compañero Ramón Peco vivió una semana con Ubuntu, la distribución más popular de Linux. El resultado: felicidad. En las pruebas llevadas a cabo por Peco, ordenadores con Pentium IV eran capaces de caminar de una forma admirable para su edad.

La principal ventaja de esta opción, ahora y siempre aunque cada vez menos, es la dificultad de instalación, que puede espantar a los usuarios menos avezados. Pero aquellos que se animen a probar verán que es posible resucitar ordenadores prehistóricos para efectuar tareas básicas sin problemas.

Los amantes de la informática más maledicentes aseguran que un flamante portátil nuevo se queda obsoleto a los seis meses. Sin llegar a esos extremos, es cierto que nuestro ordenador se desgasta con los años: programas innecesarios, virus, falta de espacio... Muchos son los motivos que, sumados, provocan que un PC se ralentice hasta el punto de necesitar una eternidad para arrancar.

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