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Contra la pared y al calabozo: así tumbaron la web de enlaces Series.ly
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El caso contra series.ly sigue abierto

Contra la pared y al calabozo: así tumbaron la web de enlaces Series.ly

Se convirtió en una de las páginas más visitadas de España. Sus fundadores fueron arrestados y puestos en libertad. Ahora cuentan los detalles de su polémico caso judicial

Foto: Andreu Caritg (izquierda) y Oriol Solé, co-fundadores de Series.ly
Andreu Caritg (izquierda) y Oriol Solé, co-fundadores de Series.ly

A Oriol Solé la vida le cambió para siempre una mañana de junio del año pasado. Se encontraba en su oficina, en Series.ly, la que fue una de las webs de enlaces más visitadas de España con más de dos millones de usuarios únicos diarios, cuando 10 agentes de la Policía Nacional irrumpieron en la sede de la empresa. Les acompañaba una secretaria judicial y una orden de registro. "Contra la pared". Esa fue la orden antes de inspeccionar documentos y ordenadores durante 12 horas seguidas. Quedaba lo peor: toda una noche encerrados en el calabozo de la comisaría de La Verneda, en Barcelona. Y, entre medias, ninguna explicación. "Fue la situación más marciana de toda mi vida".

Solé habla ahora por primera vez sobre los detalles de la investigación (aún abierta), una de las más sonadas en la lucha contra la piratería de nuestro país. ¿Por qué ahora? "No habíamos tenido acceso antes al sumario, no sabíamos ni quién nos había demandado. Y, más importante, era necesario que esto se supiera, que la gente entendiera cómo funciona todo. Siempre hemos respetado la ley y, aún así, nos han perseguido. Ha sido muy injusto", explica a Teknautas.

El 'software' evoluciona más rápido que las leyes. Si algo hemos aprendido desde Napster es que el camino no es controlar ceros y unos

Él, junto a sus socios Andreu Caritg y David Tardá, ha creado ahora una nueva 'startup', Tviso, una evolución de Series.ly con la que buscan reventar otra vez el consumo de series y películas en España. El nacimiento de Tviso, sin embargo, no se entiende sin el auge y la caída de Series.ly.

El caso de Solé, Caritg y Tardá es probablemente el mejor ejemplo de cómo cientos de 'startups' han tenido que reinventarse a medida que ha cambiado la ley de propiedad intelectual. El problema: daba igual si la empresa funcionaba de forma ilegal, alojando contenido (como así ha considerado la Audiencia Nacional en el caso de YouKioske) o si, en cambio, operaba en la frontera pero con un modelo lícito, como ha defendido Oriol durante todo este tiempo. La reforma de la Ley de Porpiedad Intelectual (LPI) que entró en vigor en enero de 2015, arrasó con todo. Criminalizó el enlace sin importar quién lo subía ni para qué. En otras palabras: mató moscas a cañonazos.

"Si el objetivo de la nueva ley era frenar el intercambio de bienes intelectuales, eso obviamente no ha ocurrido. Las obras se siguen intercambiando, el 'software' evoluciona mucho más rápido que las leyes. Si algo hemos aprendido desde la caída de Napster es que el camino no es controlar ceros y unos. La LPI no solo no ha conseguido frenar el intercambio de obras, sino que además ha puesto a los creadores de 'software' en una situación de inestabilidad jurídica que ha obligado a muchos emprendedores a irse al extranjero", explica a Teknautas el abogado especializado en derecho informático David Bravo, quien ha llevado el caso de Series.ly desde el inicio.

"No nos metimos en esto para hacer el pirata"

Antes de Series.ly y de acabar encerrados en un calabozo, Solé, Caritg y Tardá montaron en el 2002 Patatabrava.com, una red social que suena a chiste y pocos conocen pero que se adelantó a Facebook, Tuenti y todas las demás en eso de conectar personas.

Era una web para universitarios donde intercambiar apuntes y contactar con amigos. Llegó a rozar el millón de usuarios, estudiantes en decenas de universidades de toda España. Pero llegó 2008, la hora de la verdad, el momento en el que Tuenti pegaba fuerte y Facebook arrancó su conquista mundial. Tocaba apostar por todo o nada, recibir inversión y competir con los grandes o arriesgarse a desaparecer.

"Nos pilló todo en rampa de salida, muy jóvenes, con veintipocos. Nos visitaron varios fondos de inversión potentes pero no lo vimos claro, decidimos seguir por nuestra cuenta", explica Solé. Tuenti primero y Facebook después les pasó por encima. Hoy Patatabrava.com sigue funcionando y factura casi 400.000 euros anuales, pero ya es un recuerdo del pasado. Cuando en el 2010 los ingresos por publicidad de la red social comenzaron a flaquear, Solé, Caritg y Tardá pensaron en lo siguiente. Y lo llamaron Series.ly.

En Series.ly los usuarios subían enlaces a series y películas, creando una gran comunidad en torno al contenido. La web no alojaba nada, solo redirigía

El panorama de las series y vídeo online allá por 2010 y 2011 no tenía nada que ver con el actual. Se había lanzado algún videoclub online como Filmin y Wuaki, pero otras iniciativas como YouZee o Cineclick estaban en plena formación. Todos coincidían en algo: precios y catálogos aberrantes. Hoy es casi un paraíso. Netflix ha dinamitado el sector en España y HBO lanzará este año su propio servicio de 'streaming' en nuestro país. Las operadoras compiten a su manera. Los precios son aceptables y los catálogos decentes. Igual que en su momento vieron llegar el estallido de las redes sociales, Solé y sus socios intuyeron que algún día nos daría por atiborrarnos de series y películas online.

"Nos propusimos agregar toda la oferta de contenido online que existía en aquel momento, que no era mucha. Pero no nos metimos a ello para hacer el pirata ni estar fuera de la ley. Desde el primer momento hablamos con toda la gente de la industria. Y nuestra política era clara: enlace que denunciaban, enlace que retirábamos. Como YouTube", explica Solé. El funcionamiento se Series.ly era sencillo: los usuarios subían enlaces a series y películas y se creaba una gran comunidad en torno a ellas. Series.ly no alojaba nada, solo redirigía. Y sí, daba acceso a contenidos protegidos por derecho de autor, pero también redirigía millones de visitas a plataformas como Atresmedia, YouTube, TVE o TV3 a la Carta.

En tres años Series.ly se convirtió en una de las páginas más visitadas de España, con seis millones de usuarios registrados y picos de más de 2 millones de visitas únicas diarias. Su potencia era tal que en un año enviaban más de 19 millones de visitas a webs como Google Play, Wuaki o Mitele. Entre 2011 y 2014 facturaron 1,2 millones de euros, aunque solo con 70.000 euros de beneficio acumulado. Todo llegó a su fin a finales de 2014, con la inminente aprobación de la reforma de la Ley de Propiedad Intelectual.

"Aprobaron un artículo que prácticamente iba dedicado a nosotros. Especificaba que cualquier web con un listado categorizado y ordenado de enlaces, aunque fueran subidos por sus usuarios, pasaba a infringir la LPI. No estábamos de acuerdo con la ley, pero nos comprometimos a cumplirla. Eliminamos todos los enlaces de Series.ly antes de la entrada en vigor de la reforma de la LPI en enero de 2015", explica Solé. Eso no evitó que acabaran investigados, denunciados y registrados.

Denunciados por las 'majors'

Seis meses después de comunicar que lo dejaban, que 'entregaban las armas' y eliminaban todos los enlaces, recibieron la inesperada visita de la Policía Nacional con orden de registro en mano.

"Fue el 17 de junio. Cuando entraron tuvimos la primera noticia de que nos habían denunciado. Acabamos en una celda. Nos quitaron las gafas, los cordones de los zapatos, el móvil, y no nos permitieron hablar ni con nuestro abogado ni con la familia. Nos acusaron de un delito contra la propiedad intelectual y de pertenencia a organización criminal, pero no nos quisieron decir quién había hecho la denuncia. Lo supimos meses después: una demanda colectiva de todas las 'majors', Sony, Paramount, Warner...", explica Solé a Teknautas.

Lo más sorprendente es que la policía aseguraba que "disponíamos de cuentas en un conocido sistema de intermediación financiera". ¡PayPal!

Lo más kafkiano llegó un mes después, con la publicación el 16 de julio de una nota de prensa por parte de la Policía Nacional anunciando la detención de los administradores de Series.ly. ¡Un mes después!. La nota explicaba cómo Solé, Caritg y Tardá habían conseguido un "beneficio económico total de unos 600.000 euros en tres años", cuando las cuentas de la empresa demostraron que rondaba los 70.000 euros en cuatro años. "Lo más sorprendente es que aseguraban que "disponíamos de cuentas en entidades bancarias y en un conocido sistema de intermediación financiera". Dicho así suena a contactos con la mafia rusa. ¿Sabes qué era? ¡Una cuenta en La Caixa y otra en PayPal!".

El nuevo Series.ly se llama Tviso

El caso de Series.ly sigue esperando a que un juzgado de Cerdanyola del Vallès decida archivarlo o seguir adelante llamando a sus creadores a declarar. "Ya se han dictado varios casos en ese mismo juzgado absolviendo a webs de enlaces de cualquier delito, como el caso de PS2rip. Ahora están esperando el informe que analiza todo el material informático incautado. Creo que acabará bien, con sentencia absolutoria", explica David Bravo, quien ha trasladado el caso a otro abogado tras su nombramiento como diputado.

El futuro inmediato de Oriol Solé y sus dos inseparables socios tiene ahora otro nombre: Tviso. Su lema lo deja claro: "tu nueva televisión por internet". Solé recalca que el nacimiento de Tviso no es una respuesta a lo que pasó con Series.ly, pero es difícil no verlo así. Si en el anterior proyecto eran los usuarios los que subían enlaces a series y películas alojadas en otra página, en Tviso son los propios administradores los que agregan el contenido alojado en plataformas tan conocidas como YouTube, Wuaki o Atresmedia.

"Ahora estamos trabajando de la mano de quienes tienen el contenido. Hemos cerrado acuerdos con casi todas las compañías de video bajo demanda y con fabricantes de smart TVs. Creemos que así será la televisión del futuro: entrarás para ver todo lo que está disponible en internet, en decenas de fuentes, a un clic de distancia". Si logran que Tviso alcance el éxito de Series.ly, será la tercera vez en una década que creen un negocio redondo. Con permiso de los calabozos. Y la LPI.

A Oriol Solé la vida le cambió para siempre una mañana de junio del año pasado. Se encontraba en su oficina, en Series.ly, la que fue una de las webs de enlaces más visitadas de España con más de dos millones de usuarios únicos diarios, cuando 10 agentes de la Policía Nacional irrumpieron en la sede de la empresa. Les acompañaba una secretaria judicial y una orden de registro. "Contra la pared". Esa fue la orden antes de inspeccionar documentos y ordenadores durante 12 horas seguidas. Quedaba lo peor: toda una noche encerrados en el calabozo de la comisaría de La Verneda, en Barcelona. Y, entre medias, ninguna explicación. "Fue la situación más marciana de toda mi vida".

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